Dragon Ball Fanon Wiki
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Ajenos a toda mirada foránea, gobierna el linaje de los Kori.

En el pasado, el clan Kori y la secta Firaja convivían en armonía, una paz obrada en la sabiduría que se prolongó trascendiendo durante muchas generaciones, en algún punto, llegando a la cumbre de la magnificencia.

No obstante, todo cambió en cuánto aquel equilibrio fue perturbado. Tan pronto como la luz dorada se encendió sobre sus familias como los primeros rayos de sol por la mañana, éste mismo brillo se apagó como las últimas líneas de luz despedidas por la estrella madre antes de ocultarse y dar paso a la noche...

Una noche oscura y fría, sin estrellas ni lunas que iluminasen las tinieblas en las que ambas dinastías se estaban sumergiendo, y de las cuáles no saldrían en un largo período.

El orgullo y la sed de poder, los dividió, y así comenzó una reyerta que sacudió los cimientos del mundo.

Derrotados y humillados, los Firaja procedieron a retirarse.

Han pasado más de 20 años desde el último enfrentamiento dado. Por supuesto, nadie sería tan imbécil como para repetir las falencias del pasado...

...O al menos eso creían.

Trama de la OVA


El clan Kori es una numerosa tribu pacifista. Una comunidad feliz, pragmática y firme, acostumbrada a convivir con la naturaleza no como dueños de ella, al margen de las novedosas maquinarias que surgen en las grandes metrópolis. Visten ropas de brillantes colores, con una singular preferencia por el azul y el blanco. Poseedores de un arte hereditario llamado Cryotsuken; pueden desde crear copos de nieve de la nada, hasta generar icebergs inmensos en medio de un campo. A los ojos de cualquier persona ordinaria, una anomalía, un fenómeno que la ciencia no ha podido explicar, más para ellos, una bendición concebida por la madre Tierra.

• • •

El sol se manifiesta por el horizonte, con los gallos cantando a voz viva, anunciando la venida del amanecer.

Lejos de los suburbios y de las colosales aglomeraciones, en unas colinas alejadas de la civilización urbana, el clan Kori se había asentado.

En un pastizal...

Un par de conejos saltaban entre el pasto con toda la calma del mundo, hasta que...

Sin previo aviso, un par de Crystal Daggers pasan lo suficientemente cerca como para alertarlos, sin acertar.

Aria: ¡Maldición!

Galak: No estuvo mal. Canaliza la energía, concéntrate, lo lograrás. [Instó].

Galak, 24 años, primogénito del actual jefe del clan. A su lado, su hermana menor, Aria.

Ambos estaban tras la caza de los animalitos orejones.

Galak: ¡Están escapando! ¡Vamos!

Aria: ¡Ok!

Comenzaron a saltar entre las ramas con suma gracia y precisión, en tanto los conejos se daban a la fuga.

Pasados unos minutos, logran alcanzar a sus presas.

Galak: Esto se acaba aquí.

Justo cuando estaba por abalanzarse contra uno de los roedores, una Ice Barrier se materializa al frente, chocando contra esta.

Galak: ¡Auch!

Una vez logra levantarse y salir de su aturdimiento, Galak ve una figura frente a él.

Leif: ¿Se puede saber qué pretendían hacer?

Aria: P-Papá...

Galak: Padre, tan solo-

Leif: Nuestras reversas de alimento están completas, no tienes necesidad de cazar a estos animales.

Galak: Sólo queríamos entrenar un poco.

Leif: Nuestro clan no mata por deporte, Galak, eso ya deberías saberlo. Lo que estaban por hacer rompe todo por lo que velamos; el amor por la vida, todas las criaturas a nuestro alrededor tienen el mismo derecho a la vida que nosotros.

Galak: [Cabizbajo, Se encogió de hombros] De acuerdo, padre. Perdona por lo que hicimos.

Leif: Está bien. Ustedes son mis hijos, y eso nada lo cambiará, pero mi confianza, es algo que deberán ganarse.

Los tres regresan a su pueblo.

En el interior de una choza, se encontraba Leif en pose de meditación.

Galak: ¿Me has llamado, padre?

Leif: Adelante.

Galak: Me preguntaba que estarías haciendo.

Leif: Un pequeño descanso rutinario, nada más.

Galak: ¿De qué querías hablarme?

Leif: Verás, las cosas no andan bien, tengo el mal presentimiento de que la oscuridad está cercana a nosotros.

Sin ningún aviso previo, un shofar es sonado en señal de batalla.

Galak: ¿Y eso?

Kori 1: ¡Han traspasado los muros! ¡A las armas! ¡A las armas!

Leif: No es posible...

Sonó una explosión tremenda, a no mucha distancia. Ambos salen de la choza para encontrarse con un escenario caótico.

Leif: Menudo aquelarre se está armando afuera. Voy a ver qué sucede, tu ve por Aria y esperen aquí los dos, ¿comprendes?

Galak: Pero...

Leif: No temas, estaré bien. Ten fe.

Leif Sale.

Kori 1: Los Fijara están aquí, en el pueblo.

Kori 2: No tenemos tiempo de nada.

Kori 3: ¿Cuáles son tus órdenes?

Leif: Resguarden a las mujeres y los niños, vamos a contenerlos a todos en el frente.

Kori 2: Entendido.

De forma bastante violenta, los misteriosos asaltantes se abren paso por la aldea.

Nerón: Son valientes, lo reconozco, pero no tienen ninguna posibilidad de resistir. Están ante las puertas del infierno.

Fijara 1: ¿Tus órdenes, señor?

Nerón: ¿Órdenes? Espera y verás, los trituraré yo mismo...

Fijara 1: Como gustes.

La tropa liderada por Leif se abre paso a través del poblado acabando con el pelotón asaltante.

Nerón: ¡Tú! ¡Hijo de perra!

Leif: ¡Nerón!

Los dos rivales se observan.

Nerón: Tú ya estás muerto, solo que aún no lo sabes. ¡Caerá la ira del fuego divino sobre ustedes!

Leif: Parece que a pesar de todo, vienes por más, ¿eh?

Nerón: Ja, acabemos con esto rápido, perros de Kori.

Nerón da un salto en el aire, avanzado hasta su oponente, ante esto, Leif reacciona.

Leif: ¡Ice Ball!

Nerón repele el ataque propinándole un codazo, para posteriormente asestarle un derechazo al líder Kori, este, algo aturdido, intenta golpearlo en repetidas ocasiones, más Nerón brincaba de un lado a otro evitando la ofensiva.

Calculando un poco, Leif le aplica una patada a la altura del mentón, con la cual logró tirar al suelo a su rival, más este sabía caer sin recibir daño. Avanzó con agresividad, giró su cuerpo, e intentó una patada giratoria. Leif trastabilló, pero recuperó el equilibrio. Intentó enlazar un par de golpes, solo para recibir una patada baja de su oponente.

Mientras tanto, Galak, con su hermana Aria en mano, intentaba alejarse lo más posible del conflicto.

Galak: Tenemos que pirarnos de aquí porque esto se va a poner feo.

Aria: Vale.

En eso, ambos son rodeados por miembros de la secta Fijara.

Fijara 1: ¡Alto ahí, zoquetes!

Galak: Oh, diablos.

Fijara 2: ¡Muerte a la escoria Kori!

El grupo Fijara se abalanza sobre ambos, más Galak los deja fuera de combate en un breve instante.

Galak: Patéticos, ni sirven para entrenar.

Uno de los Fijara, aún en condiciones, intenta apuñalar a Galak por la espalda, no obstante, este es dado de baja por Aria.

Galak: ¿Pero qué coño...?

Aria: Cuídate la espalda más seguido, tonto.

Galak: Gracias por esa.

El combate entre Leif y Nerón continuaba, con el primero intentando bloquear las embestidas y el segundo atacando sin parar.

Leif: ¿Eso es todo lo que tienes?

Nerón: Lamento defraudarte, más ni siquiera he usado la mitad de mi poder.

Leif: ¿C-Cómo?

Nerón despliega todo su poder, siendo abrumador, superando a Leif en segundos.

Leif: ¡Guah! ¡Pero qué poder...! [En el suelo].

Nerón: [Ríe de forma siniestra]. Sólo mírate, débil, patético. No eres ni la mínima sombra de los líderes que te han precedido.

Nerón aporrea a Leif pisoteándolo una y otra vez, con Galak y su hermana llegando a observarlo a lo lejos.

Galak: ¡PADRE!

Leif: Miserable... Malnacido.

Nerón: Acabemos con esto de una vez.

Nerón atraviesa a Leif entre las costillas.

Leif: ¡ARGH! [Escupe sangre].

Galak: ¡NO!

Aria: ¡PAPÁ!

Nerón: Así que estas son tus crías, interesante. Voy a disfrutar volándoles los sesos.

Leif: Galak, Aria, s-salgan de aquí.

Galak: ¡Pagarás por esto, bastardo!

Galak adopta una postura de batalla dispuesto a frenar al tal Nerón, sin embargo, este a lo lejos ve como sus tropas empiezan a retirarse, a la vez que el resto de los Kori avanzan en su dirección.

Nerón: Hmpt, me largo de este lugar repleto de escoria ahora que puedo.

Rodeados por todo el pueblo, Galak procede a darle atención a su padre malherido.

Galak: ¡Eh, eh! No te duermas. No puedes morirte ahora...

Aria: P-Papá...

Galak: Padre, ¿Quiénes eran esos? ¿Qué buscaban aquí? ¿Por qué es todo ese conflicto?

Leif: Eso son un montón de preguntas, hijo, y solo puedo responder a la última. Verás... Los Kori y los Fijara solíamos ser una sola tribu, hasta que estalló la guerra. Nerón, el líder de los Fijara, encabezó este movimiento, reclutó un vasto grupo de seguidores queriendo establecer un nuevo reinado. Algunos se le unieron porque le temían, otros sólo querían una pizca de su poder, porque él iba consiguiendo poder. Eso fue lo que pasó con Nerón; el poder de las masas a su favor, lo termino de corromper, desviando sus buenas intenciones para convertirlas en un mal, un mal que no dejó más que caos y destrucción, pero para él, eso no bastaba, ¿para qué conformarse con ser un rey, sí podía ser un dios?

Galak: ¿Existe forma de convencer a ese tal Nerón y parar esta locura?

Leif: No puedo garantizar nada, Galak. Aún así, prométeme qué harás lo que esté en tus manos para frenar su maldad. Prométemelo.

Galak mira al suelo por unos segundos, y luego asiente.

Tras eso, el padre de ambos hermanos suelta su último respiro.

Galak: ¡PADRE! ¡NO POR FAVOR! ¡POR FAVOR! [Abrazando el cuerpo de su padre].

• • •

El líder del clan Kori, había muerto.

Un velorio se estaba llevando a cabo, con todo el clan reunido para presenciar el entierro.

Galak: [Atrapado en sus pensamientos] Padre, no pude protegerte, fui un mal hijo... Les he fallado a todos... Debo volverme más fuerte, lo suficiente como para ser invencible. Quizás tenga que morir para conseguirlo, pero lo haré.

7 días de luto se pautaron.

Aria: ¿Se puede saber qué estás por hacer?

Galak: Eso no te incumbe.

Aria: Es por papá, ¿no?

Galak: ...Sí. Vengaré a nuestro padre.

Aria: Sabes bien que no debes culparte por su muerte.

Galak: Como sea, Aria.

Aria: No intentaré cambiar tu opinión, porque sé que es inútil. Sólo ten cuidado, sos mi único hermano mayor...

Galak solo asiente, y sale por la ventana.

Llega a un templo.

Ve que en el centro de la habitación hay una pequeña mesa en la cual hay un amuleto de un diseño muy llamativo.

Galak lo coge, observándolo por unos instantes, hasta que...

Kori 1: ¡Galak! ¿Qué haces?

Ante la sorpresa, Galak suelta el amuleto, el cual se rompe tras impactar contra el suelo.

Kori 1: No, el sello del líder prohibido...

Un aura translucida de gran espesor se manifiesta, y se aferra al cuerpo de Galak.

Galak: ¿¡Pero qué...!?

Kori 1: ¡Galak! [Exclamó asustado].

Galak pierde el conocimiento, y cae.

Pasados unos minutos, Galak despierta en su choza, acompañado de Aria y de parte del clan, quiénes estaban preocupados.

Aria: ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

Galak: Sí... Estoy bien. [Respirando agitadamente y llevándose la mano al pecho].

Aria: ¿Seguro? No te veo muy bien.

Galak: Sí, seguro.

Aria: No lo creo. Estás respirando de manera muy apresurada. ¿Realmente te encuentras bien?

Galak: ¡QUE SÍ, HOMBRE! [Le grita de una manera muy grosera, tanto que hasta la asusta].

Kori 1: Galak, tienes que calmart-.

Galak: Malditos, no me van a permitir que cumpla con mi objetivo, Y ESO NO LO VOY A PERMITIR.

Galak se va del poblado.

En el campamento de los Fijara...

Fijara 1: EMBOSCADA.

Galak lanzó un asalto hacia el campamento. Algunos intentaron huir, otros quisieron atacar a Galak, sin éxito alguno.

Nerón: Tú... ¿Qué crees que haces?

Galak voltea en su dirección.

Nerón: Espera, ya te he visto antes, no nos hemos presentado formalmente. ¿Quién... Eres? [Adoptó una posición defensiva, las piernas ligeramente arqueadas, los puños en alto, uno delante del otro].

Galak: [Con autoridad] Yo soy el invierno.

Nerón: ¡No me hagas reír! Ríndete ahora, y te conservaré cómo mi mascota, o te haré implorar por tu propia muerte...

Galak avanza lentamente hacía Nerón.

Nerón: Qué terco... ¡A ver si puedes conmigo, niño!

Galak: ¿¡Me quieres!? ¡Pues aquí me tienes!

La batalla dió inicio; ambos contendientes se lanzan con agresividad el uno contra el otro como posesos.

Galak ataca a Nerón con un Ice Ray, pero él lo esquiva y aparece detrás de este, destruyendo sus costillas derechas de un rodillazo.

Tras eso, Galak agarró el cabello de su oponente y le alzó la cabeza. Levantó un puño, cogió impulso y lo estampó con violencia en la cara de Nerón.

Nerón: [Sangrando por la nariz] Grr... Qué intenso...

El baile letal continúo durante unos movimientos más, y Galak seguía esquivando y atacando, intentando agotar el aguante de su enemigo. Más Nerón simplemente no se cansaba nunca.

Tenía que seguir. Agotarlo.

Ahora, a posteriori, Galak tomó la ofensiva y con un rápido movimiento golpeó a Nerón en la cara. Fue tan rápido que apenas tuvo tiempo de frenarlo y le llegó un puñetazo a la mandíbula. Galak se retiró un paso y dejó que Nerón avanzase, para lanzarle su pierna derecha y estrellarla contra su esternón. El Fijara sintió el golpe y se tambaleó hacia atrás.

Galak no se detuvo allí.

Nerón: Todo el poder del infierno reposa en mis manos, ¡no tienes oportunidad!

Galak decide atacar con su Frost Storm, pero Nerón lo esquiva. En eso, Nerón ve a dos copias exactas de Galak moviéndose una a cada lado. Estos clones atacan con golpes directos al Fijara, quién los destruye de a un puñetazo, revelando que eran clones de hielo.

Con lo que no contó Nerón fue que, en un parpadeo, una horda de Galak's aparecieron rodeándolo. Todos avanzaron para atraparlo, tras haberlo encerrado cual sardinas en una lata, todos los clones utilizan el iceport, transportándose a gran altura para luego irse desvaneciendo, mientras Nerón caía a gran velocidad, Galak crea una plataforma de hielo sobre la cual cae en seco.

Nerón se levanta gravemente lastimado.

Nerón: No... ¡No dejaré que me humillen así!

Antes de que pudiese hacer alguna otra cosa, Galak utiliza el Ice Dragon.

Nerón: Esto... No puede ser... ¿Es este el poder del Criomante Definitivo?

Galak aplasta a Nerón con una de las patas del dragón.

Tras eso, Galak deshace la técnica y camina lentamente hacía Nerón dispuesto a acabarlo, sin embargo...

Se escucha una voz familiar no muy lejos.

Aria: ¡Ya basta, Galak! ¡Ya basta! ¡No seas un animal! ¡Tú no eres así!

Los gritos de Aria resuenan en la mente de Galak, soltando un grito desgarrador, y recapacitando, causando que la influencia del Criomante Definitivo lo suelte.

Galak: Aria, gracias. Gracias por haber permanecido a mi lado todo este tiempo.

Los hermanos se abrazan, ante ellos, también había acudido todo el clan Kori, los cuales los rodeaban, viendo la conmovedora escena frente a ellos.

Galak: Ya, ya, deja de llorar, que no me gusta ver a la gente así.

Aria: Tienes razón, he exagerado.

Galak: No, no has exagerado. Sentiste lo que cualquiera habría sentido al ver a un hermano en problemas.

Acabado el momento, Galak se acerca hacía Nerón.

Nerón: ¿Qué estás esperando? Acaba con esto de una vez, Kori.

Galak: Ya no tiene caso matarte, eso sería una salida fácil para ti en este instante, ¿no? Pues déjame decirte que eso es más de lo que te mereces.

Galak le tiende la mano a su oponente.

Galak: Te someterás a nuestra ley, y te pudrirás en prisión.

Nerón: Ni en un millón de años.

Nerón se levanta súbitamente y da un mortal hacia atrás.

Nerón: No tendrás ni un segundo de paz. [Con respiración forzada, maldiciendo a su enemigo]. Mi espíritu te atormentará desde ahora. ¡No voy a olvidarte, Galak!

Nerón desaparece sin más.

Aria: Bien, estamos felices de que todo esto terminó.

Galak: En absoluto. El espíritu del Criomante Definitivo ahora está dentro de mí, y puede tomar el control en cualquier instante. Sí me quedó, los pondré en peligro a todos. Encontraré la forma de contenerlo, hasta entonces, quiero que te encargues del clan por mí, Aria.

Aria: ¿Te volveremos a ver?

Galak: No estoy seguro, pero, allá, dónde la ventisca se expanda y los copos de nieve se aniden, mi presencia estará ahí para ustedes.

Al final, se puede apreciar a Galak saltando al vacío.

• • •

Durante kilómetros no había más que lagos de escarcha y nieve. Se encontraba en tierra de nadie. El manto blanco y virgen solo perturbado por el rastro de los pequeños animalitos del bosque.

Y aún así, por alguna imprevista coincidencia, llegó un visitante a aquella tundra.

???: Tremendo frío hace acá, ¿sabes si hay algún puesto de chocolate caliente cerca?

Todo lo que Galak alcanzó a avistar fue a aquel muchacho bien parecido; llevaba una chaqueta de cuero desabrochada que dejaba al descubierto sus trabajados pectorales, un pantalón ancho que cubría sus esbeltas rodillas, zarcillos que evocaban la forma del Ying Yang, un cinturón con un dragón grabado en el medio, y un par de botas negras. Portaba también un par de bastones de nieve desplegables y piolets para la ocasión.

Galak: Viniste hasta aquí, a donde ningún otro ha llegado. Has tenido ocasión de atacarme por la espalda, más no lo has hecho... Dime, ¿quién eres?

Legión: Iré directo al punto; quiero proponerte algo, está en juego el equilibrio del poder, de la guerra misma. No me vendría mal un bárbaro helado tendiéndome la mano cuando las cosas se pongan feas, así que, debo preguntar, ¿te gustaría formar parte de algo grande?

Galak: ...Supongamos que acepto.


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