El humano y el klyntar habían llegado finalmente al lugar del incidente, aunque ya se habían encargado de apagar las llamadas, allí lograron visualizar unos guantes destruidos, unas mesas de trabajo partidas, el cadáver de un pequeño animal y un par de cosas, todas, absolutamente todas, quemadas y cubiertas de hollín.
Edward: Como sospechaba, se está librando una guerra interna... [Analizando sin tocar nada].
Rhodex: Tarde o temprano vendrán por nosotros. ¿Lo entiendes, verdad?
Edward: Requeriremos contactos, posiblemente...
Rhodex: ¿Hablas de ese sujeto? Es repugnante.
Edward: De momento es lo que tenemos.
Paralelamente, en los suburbios del bajo mundo, un extraño sujeto que no dejaba ver su rostro, vestido de un saco grueso y un sombrero color café, se reunió con alguien mucho menos discreto.
Sadness: Trabajo número cinco completado. Exijo mi paga y lo pedido de antemano.
El desconocido asintió, entregándole un sobre con el dinero pactado, siendo este contado, y una bolsa de tela con cuatro micro-dispositivos en su interior, similares a bombas. En eso, menciona que el torneo que se llevará a cabo se adelantará, agregando un objetivo extra con su respectiva recompensa aprovechando que la mayoría estaría centrado en el evento.
Sadness: De acuerdo, es lo último que haré; y como ya dejamos de ser socios, preferiría que no se metan en mis asuntos, sus competidores fueron anulados. Mi objetivo no les incumbe en lo más mínimo. Espero no tener que volver a cruzarlos, o los mataré.
Ambos abandonan el sitio. Nos remontamos directamente a una vivienda alejada de la zona céntrica, allí se ve a un joven tratando a su “paciente”.
Delta: ¿Uhm...? [Al ver que ella iba a despertar]. ¿Te encuentras bien?
Deria: [Se despierta algo confundida, y seguido se terminar por asustar, dándole un fuerte cachetazo en la cara a su salvador]. ¿¡Quién eres!? ¿Qué pretendes de mí?
Delta: ¡Tranquila, loca! [Dice, sobando su mejilla]. ¡Te salvé de unos desquiciados que te estaban secuestrando! ¿Así me lo agradeces?
Deria: Yo... ¿en serio? [No recuerda nada, pero por su tono de voz decide creerle, ya había tratado con mentirosos en su pasado, y este no lo parecía]. Muchas gracias, entonces... ¿Quién lo hizo?
Delta: No tengo idea, pero en su carruaje llevaba un símbolo poco convincente. La verdad es que... [Termina siendo interrumpido].
Deria: ¿Carruaje? ¿En qué época estamos? [Queda más asustada].
Delta: Descuida, utilizaron eso para pasar desapercibidos por los detectores de la salida. [Moja la tela en agua fría y se lo vuelve a colocar en la cabeza]. Sufriste algunos golpes, será mejor que reposes.
Dirigiéndonos a la ciudad, en donde se anuncia sorpresivamente que el vigésimo quinto Torneo de Artes Marciales sería realizado en una semana, obligando a gran parte de los competidores a adelantar sus entrenamientos. Aunque otros apenas se enteraban de su apertura...
Cosmic: ¿¡Qué!? ¿Un torneo? ¿Por qué no estaba enterado? [Agarrándose la cabeza, sin embargo no estaba tan preocupado, debido a que estaba a tiempo para inscribirse].
Kimmy: ¿Vas a participar... ummm? Te estaré animando desde las gradas. ¡Yey! [Sonríe].
Cosmic: [Levemente ruborizado]. ¿N-No vas a participar? Seguro tienes habilidades increíbles.
Kimmy: Sí, puede que las tenga. ¿Pero acaso no sabes leer lo que dice mi vestimenta? [Colocando sus manos en su cintura, de manera “enojada”].
Cosmic: ¿”Peace and Love”? Ya veo. Bueno, esperaré tu apoyo. [Devolviendo la sonrisa].
Kimmy: Quiero ver tu entrenamiento. ¿Me dejas? [Colocando su dedo índice en sus labios].
Cosmic: [Aun más sonrojado]. C-Claro... v-vamos.
Enfocándonos en el espacio, una conversación se llevaba a cabo en la gigantesca nave, el saiyajin y el demonio del frío traían algo entre manos.
Yonedge: Se esparció la noticia sobre el evento terrestre conocido como “torneo”. ¿Tienes una idea de qué trata?
BarónOscuro: Algo así, es un enfrentamiento uno contra uno, y el vencedor pasa al siguiente nivel, así hasta la final en donde otorgan una premiación. ¿Por qué preguntas?
Yonedge: Se podría aprovechar, te enviaremos a participar, y en medio de tanto ajetreo entramos en acción. No se lo esperarían. ¿O sí?
BarónOscuro: Bien. [Sin protestar, se empieza a preparar. Pensando]. Momento adecuado para un intercambio...
En la zona norte de la ciudad, precisamente a las afueras, se encontraba el bio-androide acosado por el namekiano mutante. El primero había entrado por primera vez a la urbanización, para ser sorprendido con un importante torneo de última hora, en donde la compensación sería el triple de lo pactado originalmente. Lo cual le vendría bien para mejorar sus capacidades a futuro y hacerse con conocimiento valioso.
Makako: ¿Y vas a participar? ¿Eh? ¿Eh? Vas a ganarle a todos, los humillarás y me los comeré en tu honor. ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
ZL: Espera. ¿Qué? ¿Comértelos? [Mirando con extrañeza a su molesto compañero]. ¿No has pensado que tal vez esas mierdas puedan ser útiles en sus vidas al darme sus conocimientos?
Tras cada palabra que daba, el ser artificial se remontaba a su tiempo de creación, pensando en cómo hubiera matado a cualquiera que se interpusiese en su camino... pero esta vez era totalmente distinto, era un nuevo mundo y el pequeño encuentro con ese pálido salvaje le dio otra perspectiva sobre la socialización... aunque había intentado matarlo en varias ocasiones, se regeneraba, volviéndose más fuerte; además de provocarle gracia. Y volviendo a la realidad...
Makako: [Pasaba su mano delante de la vista de su salvador]. ¿Estás? ¿Estás? ¿Estás?
ZL: [Le agarra fuerte el brazo y se lo arranca]. Cállate, estaba pensando algo. Qué molesto.
Makako: ¡Ahhhh! ¡Dolor! ¡Dolor! [Se regenera rápidamente]. Mentira, me hizo cosquillas. ¡Otra vez! ¡Otra vez!
ZL: Me hubiera quedado solo...
Nos centramos en una enorme mansión, con hermosos jardines por fuera y excelente aspecto, sin embargo lo importante se encontraba en el subsuelo, donde vemos a tres personajes en busca de un objeto.
Legión: [Tecleando en la supercomputadora]. ¿Entonces me dices que es posible que la espada que buscas esté en este mundo?
Aster: Tengo una corazonada, pero no estoy seguro. Cualquier pista me será útil.
Blade: Descuida, te ayudaré a encontrarla. De paso nos servirá de entrenamiento para el torneo que se aproxima.
Legión: ¿Torneo? Había escuchado que era dentro de seis meses, o por ahí.
Blade: Por alguna razón lo adelantaron. ¿Participarás? Sería interesante.
Legión: No lo sé, no creo interesarme en algo tan trivial como un evento para generar dinero, después de todo, me sobra. Sin embargo, veré... [Continuando la búsqueda]. Encontré algo.
Aster: ¿En serio? [Sorprendido por el nivel tan avanzado de tecnología].
Legión: Ummm... existe una espada que se encuentra a las afueras de la ciudad, no presenta actividad pero emana una cantidad importante de energía extraña. Podrían ir a inspeccionar.
Blade: Vayamos, no perdemos nada con intentarlo. Posiblemente esté enterrada por ahí.
Aster: De acuerdo, me vendría bien tu ayuda si en realidad alguien se adueñó de ella. Es muy raro encontrar un diplomático en este mundo. [Recordando su segundo año en el planeta].
Con la retirada de los espadachines, el excéntrico híbrido quedó pensativo respecto a combatir en el ring, pudiendo liberar sus poderes en un ambiente seguro y darle algo de emoción a su rutinaria vida.
Unas horas más tarde, visualizamos una caverna y escuchamos el retumbar de los golpes, padre e hijo daban todo de sí en aquel lugar estrecho, con estalactitas pendiendo sobre sus cabezas y rocas puntiagudas bajo sus pies. Isnut solo accedía a esquivar y escapar de cada golpe de su padre, era rápido y útil en lugares pequeños, aunque cada puñetazo terminaba por reventar más las paredes.
Rice: ¿Te vas a dedicar a escapar? [Empieza a generar en la palma de su mano una esfera de energía concentrada, lanzándolo al acto]. Con esto no podrás cubrirte detrás de unas simples piedras.
Isnut: ¡Serás dinamitado! [Sonríe. Seguido cierra su puño].
El pseudo-ninja había estado clavando sus kunais por todo el techo y las paredes de la cueva sin que su ingenioso padre se diera cuenta, y tras accionar con su puño, se activaron las acumulaciones que cada uno poseía. Las diminutas armas empezaron a explotar cual bombas y el techo se desplomó, en el trascurso la esfera se perdió de vista, y a ambos guerreros.
Isnut: [A los pocos segundos, sale de entre los escombros]. ¿Qué pasó? ¿No pudiste escapar? Pobrecito. [Dando un tono burlón]. ¿Umm...? [Notando una esencia diferente].
Zeek: [Liberándose de las rocas de su espalda, descubriendo su herida en la parte superior de la ceja]. Hola, nenito. ¡Muere! [Acumula energía en su boca y dispara la Luz de Desgracia].
Isnut: [Realiza la misma acción, disparando el Chou Makouhou, pero dirigido hacia el suelo, provocando una abertura por la cual escapar]. ¡Hoy no!
Zeek: ¿Un combate a oscuras en el subsuelo? Interesante. [Baja rápidamente]. ¿Dónde estás, sucia rata?
En plena penumbra se ilumina una sección, parecía una antorcha a máxima velocidad que roza la cara del sanguinario. Molesto, clava la mirada en dicha dirección, solo para toparse con la Visión de Sangre Hirviente que lo vuelve a encerrar mentalmente. Pero no acaba aquí, Zeek había estado controlando la Luz de Desgracia con la boca cerrada, y su última acción fue direccionarla hacia él... una explosión ocurrió, y ambos son separados.
Rice: [Sosteniendo su cabeza]. Tch... ¿Isnut? [Levantándose, atontado]. Eh... [Visualiza el cuerpo de su hijo en el suelo, sin moverse]. ¡Hijo! ¿Estás bien? ¡Despierta! [Sacudiéndolo, preocupado].
Isnut: [Abre los ojos, sacando su lengua]. ¿Te asusté? Qué ternura.
Rice: [Le da un buen zape en la cabeza]. Idiota. Tenemos menos posibilidades de llevarnos el premio del torneo si te mueres, además del pago del funeral.
Isnut: Sí, sí... tipo duro. [Levantándose como si nada, aunque estaba claro que el dúo lo había pasado mal]. A continuar.
La escena se oscurece y pasamos a los callejones abiertos de la ciudad, ya estaba anocheciendo pero un dúo aún rondaba por los lares.
Neo: [Voltea, al lado contrario al que caminaba]. Hace rato que me vienes siguiendo. ¿Qué quieres?
Crim: Quería disculparme por mi actitud previa. Sonará egocéntrico pero me gustaría mostrarte mi punto de vista.
Neo: ¿Solo así dejarás de molestarme? Adelante. [Suspirando].
Crim: Supongo que habrás oído los anuncios del torneo. ¿Quisieras ser una espectadora del teatro que se dará allí? Así podrás ver la cruda realidad que se vive en este planeta.
Neo: Ummm... acepto, sin embargo si tratas de realizar algo indebido... te aplastaré.
Crim: Concuerdo, nos veremos en las gradas. [Desaparece ante ella, aprovechando la oscuridad].
Neo: Tengo una cita con Yagami,[1]esto no podría ser más del asco. [Retomando su rumbo].
Al día siguiente, por la mañana nos centramos en una vivienda a pocos kilómetros de la metrópolis, el sonido del río era relajante sin duda y daba un frescor agradable. Allí dos adultos arbitraban el entrenamiento de los menores, manteniendo una charla informal.
Marth: Con que la explosión de ayer fue en el hogar de tu conocido. Era un inventor de armas. ¿No?
Gond: Así es. Sospechaba de hace rato cierta movida, y recién ahora afecta en el ámbito físico... Hay que volverlos más fuertes. [Refiriéndose al grupo de menores a su cargo].
Marth: Gracias por dejarnos quedarnos. Este torneo que se adelantó... si lo logro ganar, utilizaré el dinero para comprar una residencia para él y para mí.
Gond: Cuidado con lo que hacen en esas cuatro paredes. [Liberando un poco su humor para calmar la tensión].
Marth: [Ríe por un período corto de tiempo]. Eres un idiota, a ti te tendrían que detener porque encima son tres.
Gond: Ja. No sé de qué hablas, soy un padre soltero. [Sonriendo, la observa]. Entonces nos veremos en el evento.
A la par, el entrenamiento del cuarteto se iba alargando, se habían dividido en dos grupos realizando un combate cuádruple. La inocente Sönki se encontraba en problemas con su hermana Greta, a pesar de estar casi al mismo nivel unos números más hacen la diferencia, y ella se lo hacía notar al esquivar sus ataques con su desavenencia.
Sönki: Ay, pero qué molesta. ¡Déjate golpear! [Lanzando un puñetazo detrás de otro].
Greta: [Reapareciendo en la retaguardia]. ¡Aprende a sentir el ki! [Pateando su espalda sin piedad, y dejándola tumbada en el suelo].
Sönki: Tch... qué mala. [Levantándose con raspones].
El saiyajin contenía como podía los brutales golpes de su contrincante, la híbrida se estaba descargando la frustración que le había dado la técnica de su padre en el entrenamiento del día anterior con el aprendiz.
Kyla: Vamos, tonto. ¿Cuánto aguantarás? [Era consciente de su diferencia abismal de poder, pero se divertía bastante al darle problemas].
Sake: Descuida, mi maestra es mucho más violenta e incluso se llega a transformar, lo que la vuelve más peligro que tu cortante actitud. [Toma distancia, liberando una lluvia de pequeñas ráfagas de energía[2]].
Kyla: ¿Es broma? [Cargando energía en su dedo, apunta y dispara sin titubeos[3]]. Fue un combate regular/bajo.
El tiro destruyó varias ráfagas de su adversario, continuando de largo hasta impactar de lleno en la frente del mismo, levantándolo en el aire y llevándolo algunos metros hacia atrás, cayendo en seco al suelo. Los demás misiles de energía se destruyeron contra el suelo alrededor de la zona, al perder su usuario la concentración.
Gond: Oh, genial, ya lo mataste. [Usando una tonada sarcástica en su voz].
Kyla: Si murió significa que no valía tanto. ¿Qué hay de cenar?
Gond: Ehhh... no compré nada. ¿Ramen instantáneo?
Kyla: ¿Así nos alimentas? Lo acepto con mucho desprecio. [Copiando la tonada de su tutor].
Marth: [Se acerca lentamente hacia este, y empieza a sacudirlo sin piedad]. Hey, tonto. ¿Con esta resistencia patética vas a participar?
Sake: Perdón, jeje... ¡Habrá que entrenar más, entonces! [Acariciando su quemada frente].
Al anochecer se reunieron dos sujetos a conversar sobre la situación de la ciudadela, la ubicación era debajo de uno de los tantos puentes que conectaba la ciudad con los demás "cuadrantes ambientales" [4]. En el ambiente nocturno, la estructura de acero presentaba una excelente vista con iluminación artificial que se reflejaba en el gran río que se cernía por debajo.
Edward: Ha pasado tiempo. ¿Cómo te ha ido? [Preguntándole a su contacto].
Galak: Fueron varios meses de canalización, pero ya estoy al completo. ¿Para qué me trajiste aquí? ¿Tienes la información que te pedí?
Edward: Algo así. Uno de los piroquinéticos que actúa como mercenario bajo el nombre de cierta organización, el otro es un espadachín con una vida mucha más tranquila. Ya sabrás a quien enfrentarte.
Galak: De acuerdo. ¿Qué es ese ajetreo que tiene intranquilos a muchos ciudadanos de por aquí?
Edward: Se trata de la organización que te nombré anteriormente, se hace conocer por sus siglas: UCP. Está coordinada con un fabricante de armas, y utiliza a su mercenario para eliminar las competencias. No sé muy bien su fin, pero al parecer evita que alguien le dé armas a los civiles.
Galak: Inteligente, evita que cualquiera pueda provocar una insurrección y arruine sus planes. Habrá que pararles los pies.
Edward: Cuento contigo si alguna vez me encuentro en problemas.
Galak: Acepto, después de todo te lo debo. [Se marcha del lugar, al igual que el contrario. Ambos por diferentes caminos].
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