
Nebula (DB:S) | |
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Creadores | |
Género | ♀ Femenino |
Edad | 22 |
Raza | Saiyajin/Androide |
Procedencia | Planeta Nuevo Sadala |
Familia | |
Ocupación | Emperadora de Nuevo Sadala |
Apariciones | Retrato Post Mortem |
Medallero | |
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Nebula, también llamada Experimento Nº20, es una saiyajin pura residente del Universo 5. Es la protagonista de su propio One Shot, llamado Retrato Post Mortem donde se desarrolla toda la primera parte de su vida. Antiguamente representaba al usuario DenCosmic en Continental Wikia y también tuvo planeada su participación en la segunda temporada de Dragon Ball: Shouganai pero fue descartado con la cancelación de la serie.
Nacida de la unión entre una saiyajin de clase media y uno de la élite, Nebula fue una niña inocente manipulada por la dictatorial corona del planeta Nuevo Sadala, los cuales la persiguieron a ella y a su familia al punto de dejarla huérfana y colocándole prótesis de brazos metálicos, con el fin de avanzar en el proyecto tecnológico que los altos mandos saiyajines encabezaban. Fue convertida en un arma de guerra con el único fin de enaltecer al imperio saiyajin, pero a la larga esto les pasaría factura.
Ha participado de numerosos torneos, siempre por parte de DenCosmic, siendo parte de su equipo en el Torneo Fanon del Poder en las ediciones 1, 2, 4 y 5, logrando alcanzar la final en 2 de ellas, siendo las últimas dos precisamente (llevándose un tercer lugar, mientras que la otra final aún está en disputa). También ha logrado un segundo puesto en los Golden Freezer Awards 2022 en la categoría de "Mejor Antihéroe".
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Este personaje había sido creado por DenCosmic para participar en CW, con un concepto de androide. Se trataría de una joven que tras perderse en un viaje escolar, es encontrada y usada como experimento por un grupo de científicos, volviéndola una androide; luego de la tragedia y vagar sola un tiempo, se encontraría con la propuesta de Caelesti para participar en su juego.
La idea para el remake nació como una broma más que algo serio, ya que Saail hablaba con DenCosmic en el chat de DBFW de Discord, diciendo que le podía ayudar a remakear el personaje para no dejarlo así, y luego de pensarlo mucho, Saail vio que podría encajar dentro del canon de DB:S, y al poco tiempo llegó con nuevas ideas para el OC. Esta sería cambiada a la raza saiyajin para acoplarse al Universo 5, y se mantendría la idea de un androide, pero implementado de otro modo. Toda su historia sería reinventada para adaptarse al fic, mientras que varios rasgos de su personalidad y apariencia se mantendrían en pie, al igual que las referencias al nombre de DenCosmic. Y aunque en un principio se pensó usar solo como villana secundaria, pasó a tomar un rol principal.
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Algo que se reconoce de este personaje, es que ha tenido bastantes cambios de diseño, siendo quizás uno de los OC de la wiki que más transiciones ha tenido en este sentido. Pues al comienzo la imagen era una sacada de DeviantArt, de una saiyajin. La ropa no tenía mucho para destacar, siendo ropa casual cualquiera, y el rasgo más distintivo y lo que perduraría hasta el final, sería la idea de un estilo de cabello alborotado como ese.

Más tarde, tendría su primer diseño original por parte de Cosmic, y este sería la base para llegar al resultado final que ahora se ve. Esta Nebula tenía un cabello mucho más estilizado, ya no era exactamente afro como el anterior, pero sí muy despeinado. También tenía el detalle de la tira en la cabeza, que más tarde daría lugar a la idea de la cinta de comandante. Y claro, los brazos con unas hombreras metálicas, lo que iba a dar pie a la idea principal de los próximos diseños.
Algo que se puede apreciar, es que la vestimenta seguía siendo de tipo casual, con tonos pastel. Pues aquí seguía tratándose de una humana/androide.


Luego vendría un primer bosquejo del diseño final, ya acercándose bastante a la idea de este, pero aún faltaban detalles. El look del pelo ya se había vuelto más parecido, aun manteniendo mucho del anterior. Los rasgos faciales sí cambiaron mucho, siendo más serios y amenazantes. La paleta de colores en general se oscureció, el tono de piel, la vestimenta; los colores predominantes pasaron a ser el negro y el morado oscuro.

Y así llegamos hasta el último diseño, que fue pensado para acoplarse a su nueva historia. El diseño del traje saiyajin con colores oscuros, el tono de piel gris y los detalles de los ojos como parte relevante de sus efectos secundarios, y claro, la forma de los brazos. Se tomaron de referencia los anteriores, cambiando solo alguna cosa en la paleta de color y poco más. El pelo quedó similar al de antes también, con los mechones de la frente más cortos, pero se quiso mantener todo lo posible el volumen.
Etimología
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Etimología |
Su nombre proviene directamente de la palabra 'Nebula', nebulosa en inglés, asociada con el universo y lo estelar, al igual que el nick del usuario al que representaba dentro de CW: Cosmic (cósmico en inglés). Y se decidió dejar intacta esta referencia para su remake, con la explicación de que, al tratarse de un proyecto científico, sería mucho más fácil reconocerla con un nombre que no fuese saiyajin.
Apariencia
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Apariencia |
Nebula es una persona cuya principal impresión de su apariencia es bien clara: es atemorizante. Pero no es un terror que se difunda por ser increíblemente imponente en porte, ya que comparándola con otros saiyajin de su mundo, su estatura está por el promedio—siendo esta 178cm exactos—, y su nivel de masa muscular tampoco es tan impresionante, podría decirse que tiene un aspecto de músculos definidos, pero viéndose delgada aun así.

Nebula posee unos rasgos faciales que son muy finos, desde la forma de los ojos, la nariz y la forma pequeña del rostro, la llevan a verse muy juvenil, y lo harían más de no ser por unos detalles que son imposibles de pasar por alto. Pues las bolsas en sus ojos, la acumulación de sangre en forma de venas enrojecidas, los signos generales de un mal descanso prolongado en el tiempo y ese tono de piel sombrío, gris casi incoloro; sin duda son elementos que alteran el producto final, volviendo de unas facciones que podrían ser tiernas, algo más perturbador a la vista.
Y no se termina ahí el tema. Pues el enmarañado cabello de la androide lo único que logra es acrecentar estas características antes mencionadas. Corto, con un pequeño fleco descontrolado y un montón de mechones saliendo de donde quieren, sin un orden específico y mucho menos algún tipo de sentido. Es la clase de estilo que se esperaría de alguien que no ha tocado un peine en toda su vida, y quizás sea eso algo cierto. Pero no se puede negar el hecho de que este brilla y reluce con una intensidad poco frecuente también, pudiéndose notar varias tonalidades de negro azabache entre todo ese embrollo.
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Además de poseer características que ya son bien sabidas en los guerreros saiyajin, como un metabolismo muy rápido, gozar de buenas condiciones de salud física y un cuerpo pensado para el combate cuerpo a cuerpo, Nebula cuenta con un sistema muy particular debido a la experimentación que se hizo en su cuerpo desde muy temprana edad. La inyección de una sustancia con hormonas especiales de su propia raza, esto para aumentar aún más sus características biológicas en pro de soportar los brazos metálicos; y aunque solo las recibió por un periodo de tiempo, en su cuerpo esto dejó secuelas como: la pérdida de coloración en la piel, hiposfagma—acumulación de sangre en los ojos, lo cual por suerte no le causa problemas en la vista más allá de algo de irritación—, impedimento de un desarrollo correcto de crecimiento—haciéndola quedar por debajo de la media—, y sumado a lo anterior, problemas para un desenvolvimiento adecuado en las cuerdas vocales.
Ahora, con respecto a sus brazos: debido a su peso, son estos una carga extra muy grande para un cuerpo, aún para uno saiyajin. Pero gracias a los efectos de las sustancias, Nebula logró adaptarse y su cuerpo no sufrió lesiones o deformaciones. Las prótesis están conectadas al tronco a través de válvulas artificiales que dejan correr el ki de su propio cuerpo a través de estos brazos, y así puedan funcionar con alguna fuente de energía. Para evitar que estos pudieran ser "apagados" fácilmente, no se colocó ningún sensor externo; pero entonces, ¿cómo es que reciben órdenes del usuario? Lo que hacen es interpretar la energía que llega como órdenes de movimientos complejos, un proceso bastante complicado pero que logra hacerse a una velocidad instantánea gracias a la tecnología de su sistema y a la misma práctica de Nebula. Dicho funciona de la siguiente manera:
El usuario da una orden específica > a la vez, expulsa energía hacia la prótesis, para poder realizar la orden > el mecanismo dentro de la prótesis capta la orden y la ejecuta.

Y la movilidad de las prótesis se asemeja muchísimo a la de miembros biológicos, con la única contra de que los hombros no tienen gran rango de movimiento. Un detalle a resaltar es que, no hay manera en la que tenga sensibilidad sensorial sobre las prótesis, así que por bueno que sea su funcionamiento, esto condiciona bastante. Tampoco lo tiene en las zonas más cercanas, donde los nervios se han visto demasiado tocados por las cirugías y el tratamiento de reemplazo articular.
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Personalidad
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Personalidad |
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Siendo una persona tan ausente todo el tiempo, pareciera como si nada te importara en realidad, como si fueras una cáscara vacía. Es tan extraño para mi pensarlo, tratar de comprenderlo... Pero en el fondo, sé que también estás buscando sentir; ansías la felicidad. De otro modo, no hubieras permanecido a mi lado por tanto tiempo. |
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Nebula se presenta como todo lo contrario a lo que se espera de un saiyajin típico; ella es monótona, fría y sin nada en su carácter capaz de indicar alguna señal de vida por su parte, y a simple vista, su semejanza con un robot es mucho más predominante que con alguien de su misma raza. No es alguien que demuestre emociones de forma clara, ni interés por básicamente... nada. No tiene aficiones, ni ninguna otra cosa considerada como una "pasión".
Tan solo se deja llevar por la corriente, sin ninguna preocupación grave. Sin gustarle tener demasiada carga encima, responsabilidades, expectativas de otros, nada de eso es de su interés y prefiere evitarlo para mantenerse en esa zona de confort que si bien no la lleva a sentir la vida de forma intensa, tampoco la lleva a sentir tristeza ni agonía, tratándose así de una línea recta, un punto nulo. Así es como prefiere sentirse Nebula, prefiere evitar cualquier sobresalto, cualquier muestra de algo que sea distinto a lo que ya está acostumbrada, porque sabe lo difícil que eso sería, y cabe la posibilidad de que no logre asimilarlo y se termine decepcionando demasiado de haberlo intentado.
Por eso, se ha hecho con la idea de que las emociones no son para ella, de que no puede llegar a sentir como el resto, no puede alegrarse ni sentir una tristeza profunda. Es como si tuviera un bloqueo permanente que lo impide, y a menudo, en su mente, ella compara esa sensación con la de estar muerta en vida. Sabe que hay algo que falta en ella, no sabe cómo arreglarlo, así que simplemente se resigna a lidiar con ese hecho y hacerse con la idea de que en realidad "no tiene importancia".
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Hay algo a destacar de lo antes dicho para darle una respuesta al comportamiento nulo de este personaje: la negación constante a demostrar emociones. No es como si Nebula fuera incapaz de hacerlo, porque no es un robot ni una creación artificial, el dilema es que la misma Nebula se percibe de ese modo. Nunca se ha podido tomar a sí misma como una saiyajin más, ni siquiera como un ser vivo corriente, sino que la palabra "artificial" es justamente la que está grabada en su cabeza; está segura de hay una parte de ella que permanece sin vida, aunque no sabe bien cómo explicarle esa idea a alguien más.
Y esta paranoia es en buena medida, el resultado de todos los hechos de su pasado. Del trauma que significó la pérdida de su madre, toda la experimentación en su cuerpo y la insistencia del mundo en verla de ese modo: un experimento, una creación mecánica con un solo fin. Y en el afán por defenderse de la carga emocional, sin darse cuenta, Nebula terminó creando lagunas mentales en sus recuerdos más horribles y apegándose a la idea de que efectivamente, no estaba hecha para tener emociones.
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Tus brazos, quizás sea cierto que no puedes sentir nada con ellos. Y eso te lleva a pensar que hay una barrera entre lo que tú puedes sentir y lo que otros pueden. Pero eso no es verdad. |
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Pero gracias a las personas con las que forma lazos, y una en especial, es que puede llegar a dejar un poco de lado esta visión pesimista de su inconsciente, y empezar a creer que ella también forma parte del mundo, que puede sentir afecto por otras personas y demostrarlo. Todavía lleva consigo ese estigma que la atormenta de vez en cuando, pero también la certeza de que la felicidad no es algo inalcanzable. Y hay lapsos pequeños en los que incluso se termina olvidando de cualquier otra cosa y apreciando genuinamente el momento.
Nebula en realidad es una persona bastante serena, algo seria de más y con un fuerte sentido de la lógica, tanto así que su propio escuadrón la termina viendo como la voz de la razón entre tanta impulsividad. No suele perder la paciencia rápido, aunque sí se percibe claramente cuando se agota, no teniendo reparo en demostrar su fatiga mental; no le gusta tener que lidiar con problemas complejos, menos los que requieran intercambiar diálogo extenso. Pues por más paciencia que tenga, su mente se agota muy fácilmente y luego le cuesta pensar con claridad. Por eso desiste por completo a la idea de estar a cargo en cualquier situación que requiera un sentido de liderazgo, pues aunque podría concluir este trabajo de buena forma, no es la clase de presión que le agrade.
Se siente más cómoda actuando como alguien servicial; suele ser atenta a las necesidades de sus cercanos y comprometerse a las cosas que accede. Aún así, su manera de ser evita que caiga en espirales de ansiedad, estrés o cualquier tipo de descontrol, prefiere llevar un ritmo calmado de vida, sin importarle ir más lento que el resto o tener comportamientos que a los ojos de otros sean anormales; no es apegada a la tradición, ni a las expectativas de gente que no le interesa. únicamente se limita a preocuparse por un reducido grupo de personas a la que considera su familia, y dentro de este sí que le intriga saber sus opiniones. No es tan desinteresada de todo como para no preocuparse de lo que piensen, sobre ella, sobre sus puntos en común y en contra; y eso es porque Nebula sigue siendo bastante insegura de su propia persona, con cierto miedo al abandono y temor de no alcanzar a cumplir con lo que esperan de ella y volverse una carga.
Y si bien puede parecer algo falta de empatía o que esta va destinada solamente a las personas que conoce, en realidad, con el pasar del tiempo, experiencias adquiridas y luego de llegar a entender un poco más a fondo de qué se trata todo ese mundo de emociones y sentimientos, ha podido desarrollar la capacidad de ponerse en los zapatos del otro. Y más allá de eso, cuando se trata de presenciar acontecimientos fatales, su mente se devuelve a fragmentos de su pasado horribles, ocasionando que todo eso le siente peor.
Nebula ha aprendido a ser más sincera consigo misma, a exteriorizar todo su mundo interno por más descabelladas que puedan parecer algunas de sus ideas; no es como si se abriera a todos, pero al menos ha decidido tener confianza en algunas personas. Y aunque todavía parece tener bastantes problemas para distinguir bien sus propias emociones, ponerles un nombre y en general, comprender todo lo que se haya dentro de su cabeza, al menos tiene la ilusión de poder mejorar en eso.
Pero también es cierto que dentro suyo siguen existiendo secuelas de traumas que muchas veces amenazan con manifestarse de la peor manera, en pesadillas, y a veces, cuando está despierta. Aún le queda por elegir entre lidiar con eso o ser sometida por sus propios fantasmas.
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Luego de la masacre efectuada Nebula fue privada de su libertad sin ninguna opción a una segunda opinión, aunque era más que obvio lo que había hecho, de hecho, la saiyajin terminó por resignarse y no opuso resistencia ante su encarcelamiento. Encerrada y atada por todas sus extremidades lo único que le quedó fue pensar, reflexionar consigo misma lo que había hecho y darse cuenta que a pesar del dolor que le pudo haber causado matar con sus propias manos a sus compañeros quienes fueron los únicos que no le dieron la espalda, no había cometido un error.
Después de todo seguía viva, lo que significaba que los altos mandos aún tenían la idea de su utilidad y que seguramente era una "pérdida" matarla como castigo, perdiendo tantos años de avances tecnológicos y científicos. Eso no hacía más que generarle rabia, no había podido completar su objetivo puesto que los saiyajines que peor le hacían a la especie y a la sociedad seguían sueltos allí, tomando las decisiones que afectaban al resto sin ningún tipo de vergüenza ni pudor.
De todas formas no fue poco el tiempo que tuvo para recapacitar, fueron tres largos años donde meditó y los sentimientos de arrepentimiento iban y volvían, tal vez no era tan artificial y carente de emociones como ella creía... Pero cuando esta idea llegaba a su cabeza la ira volvía a apoderarse de ella, si aquellos pretenciosos reyes no velaran por sus propios motivos e ideales seguramente hubiese tenido una vida en paz, sintiendo y expresando como el resto, pero ya era tarde, y solo le restaba esperar por una nueva oportunidad para terminar lo que había empezado.
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Su etapa como gobernante del Imperio saiyajin fue su forma de expresarse abiertamente hacia el resto por primera vez en su vida, pero no expresarse comunicándose y hablando con el pueblo de Nuevo Sadala, al contrario, su manera de mantenerse cercana era otra, puesto que quería reivindicarse de lo que había sufrido y darle a entender a su raza que aquello que habían vivido bajo otros mandatos no era lo correcto.
Se mostró mucho más comprensiva que otros reyes, comenzando por quitar ese título de "reina" para ser una simple gobernante que el pueblo no tenía la obligación de adular ni mucho menos, ella quería ser la guía en un camino que los llevara a la prosperidad y tranquilidad. Había vivido y escuchado de cerca a los altos mandos anteriormente para saber cuál era el camino que no quería conducir, no quería regresar a esa etapa donde la especie se dividía por estamentos por el simple hecho de haber nacido de unos padres o de otros, comenzó a creer e inculcar la igualdad en el planeta, tirando por los suelos aquella ideología que se había querido instaurar hasta ese entonces.
No quería ser imparcial en su pensar, pero era más que obvio que sus decisiones solían beneficiar más a aquella clase media que tanto había sido pisoteada por los mandatarios egoístas y engreídos, lo que la transformó en una gobernante adorada por el pueblo y los más necesitados, lo que realmente le gustaba, al fin trabajaba y obraba por sus propios motivos, y aunque no era únicamente por intereses propios, sabía que los que tanto la habían atormentado no la volverían a pasar tan bien como querían.
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Creo que nunca te he visto decir más de dos oraciones seguidas juntas... Y siempre con ese tono, no entiendo si estás siendo irónica o no. Sólo quisiera que por una vez, alzaras la voz. |
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Nebula no se distingue por ser la persona más habladora, ni la que da respuestas más desarrolladas. Muchos de sus diálogos bien se podrían resumir en un "..." infinito, y habrá gente por ahí que siga con la duda de si siquiera es capaz de hablar.
Pero si llegan a descubrirlo, seguramente el resultado se trate de algo inesperado. Pues la voz de esta saiyajin es más aguda que grave y más dulce que contundente, muy opuesta a lo que se esperaría por su apariencia. Cuando habla, lo hace notablemente bajo, no tanto como para decir que está susurrando, pero sí lo bastante para sentirse como un tono adormilado y un poco apagado, sin potencia. Pero a pesar de todo, no se esfuerza en sonar más imponente, sino que simplemente dice las cosas con el timbre de voz que le nace, ya sea más o menos agudo. Y en un ambiente agradable, cuando se encuentra con amigos o con la suficiente confianza para soltarse, su tonalidad se puede volver un poco más viva. Llega a elevar un poco más el volumen— lo cual solo logra que se escuche más aguda, pero le da igual—, y se distingue mucho más la connotación con la que dice sus oraciones. Eso no quiere decir que siempre sea del todo clara en esto, pues todavía no sabe como formular el sarcasmo o la ironía para que se escuchen distintas de sus frases habituales—llevando esto a muchas confusiones y disputas, en especial con su querida comandante—. También parece costarle un poco las entonaciones de las preguntas, y algún otro mal hábito por allí, como el de tomarse demasiadas pausas.
Su manera de comunicarse, por otro lado, es directa y muy cortante. En su vocabulario no hay lugar para darle vueltas al asunto ni extenderse de más con detalles innecesarios, simplemente va al grano sin adornar nada. Tiene una forma de expresarse que va más por el lado formal, pero no del todo; no es como si utilizara términos demasiado refinados, sino más bien que no suele marcar confianza entre ella y su interlocutor casi nunca, y deja su diálogo como algo más distante. Evita usar apodos, muestras directas de cariño o con insinuaciones que puedan incomodar o malinterpretarse incluso. Y en su lugar, está acostumbrada a utilizar honoríficos en casi todo momento para referirse a sus colegas de escuadrón o superiores, tales como "Señor" o "Compañero".
Realmente es muy raro que llegue a soltar insultos, pues tiende a evitarlos para no darle un sentido brusco de más a sus palabras, viéndolo innecesario. Pero si llegara a explotar, seguramente dejaría salir algunas maldiciones que lleva guardadas y en algún que otro momento ha tenido una pizca de ganas de dejar que fluyan. Y si de cosas inusuales se trata, antes de ha mencionado que no es propio de Nebula darse rienda suelta a halagos o muestras de cariño verbales, pero en escenarios indicados podría llegar a darse y que acabe por decir algo más cursi de lo que esperaría.
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La androide es experta en tener una única expresión facial para todas sus emociones básicas, con variaciones muy ligeras. Se trata esta de un ceño fruncido que bien se podría tomar como enfado, pero tampoco se ve lo suficientemente agresivo. Y en un principio parece no tener la capacidad para modificar a voluntad sus expresiones, apenas de alzar o mover un poco las cejas para tratar de acentuar sus intenciones, pero no ir más allá. Pero con el tiempo, se llega a ver que en verdad sí es capaz de hacerlo.
Similar ocurre con sus movimientos, que son robóticos y muy poco fluidos. Pero aquí no se puede culpar del todo a Nebula, ya que sus brazos siempre se van a mover del mismo modo en que lo hace una máquina—pues a pesar de la precisión que puedan tener, se sigue notando la diferencia entre una extremidad biológica y este mecanismo—. Pero en sí, la androide no ayuda demasiado; permanece siempre rígida, con poses toscas que recuerdan a los soldados militares.
También tiene alguna tendencia extraña provocada por sus alucinaciones momentáneas: quedarse viendo a la nada, observarse las manos como si tuviera algo extraño en estas, y evitar hacer contacto visual con otros miembros de su raza.
Pero retornando al cierre del primer párrafo, en realidad Nebula ha llegado a mostrarse animada frente a ciertas personas; un relato que pocos podrán contar, acompañado de la gran satisfacción que resulta verla en su estado más pleno. Y es que, cuando se olvida de los pensamientos recurrentes que tiene, se puede tornar mucho más expresiva; haciendo muecas, sonriendo y quizás hasta riéndose eufóricamente. Aunque eso se ha visto en una única oportunidad.
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Siempre he dicho que lo que te hace falta es un poco de pasión. |
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Nebula aparenta ser la clase de persona que no tiene ningún gusto particular, desinteresada por todo, como ya se ha mencionado al inicio. Y aunque batalle por hacer creer esto y remarcar su nulo interés hacia todo lo convencional, argumentando que las cosas que suele hacer no son por gusto, sino simplemente por hábito, en el fondo es inútil tratar de ocultar que sí disfruta de muchas cosas, solo que quizás no se ha llegado a dar cuenta todavía.
Y algunos ejemplos de esto están en su afición hacia la pintura, algo que ya se sabe practica a diario; también su gusto por tocar el piano, que al hacerlo para sus amigos le resulta muy satisfactorio. Y así muchas cosas que ella tiende a ver solamente como una "costumbre" muy arraigada de sus años de entrenamiento, pero que sí les ha adquirido un gustito personal. Tan solo tiene problemas para distinguir entre lo que le gusta y lo que le es indiferente, por más extraño que eso pueda parecer. Pero quizás si logra rebuscar un poco y darse cuenta de esos pequeños detalles, llegue a descubrir su verdadera pasión.
Por otro lado, está un poco más segura sobre las cosas que no le gustan. Toda su vida ha tenido problemas para comprender los gustos típicos de los saiyajin hacia los extremos como las batallas brutales y los excesos en vicios de todo tipo; y ya con ver a su propio escuadrón actuar de forma totalmente incoherente al estar bajo el efecto de esos excesos, sabe que es algo de lo que prefiere alejarse. No va a tolerar nada que la lleve a perder algo de su estabilidad mental porque entiende lo arriesgado que eso sería.
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Nebula solía ver la vida desde una perspectiva bastante nihilista, pues a sus ojos no tenía ningún tipo de libre albedrío, y toda su vida ya estaba planteada con un objetivo fijo, le gustara o no: servir a la raza saiyajin. Y eso la llevaba a sentir que estaba concebida como una máquina, sin amor, sin preocupación por parte de nadie, así que si existencia no iba a tener un propósito más allá.
Llegó a pensar que hiciera lo que hiciera, todos la veían del mismo modo, incluso sí misma. Hasta que ciertas personas le brindaron otra perspectiva; se dio cuenta que podía sentirse humana, y así su visión del mundo se volvió mucho más esperanzadora. Ahora pensaba que sí había un propósito propio en su vida, a pesar de que aún desconocía cuál era, esa "pasión" son nombre era todo lo que necesitaba para no dejar de intentarlo.
En esos años, desarrolló también un pensamiento claro acerca del valor de la vida y el modo de vivirla. Y es que Nebula nunca se había sentido parte de su propia raza, y había pensado que se debía sólo a cuestiones banales, pero iba más allá de eso. Ella no sentía ningún apego hacia la tradición, ningún signo patriótico, nada; el orgullo saiyajin jamás había estado en sus venas, ni el coraje para luchar, pues aquello sólo lo podía ver como uno de los tantos actos impulsivos de los saiyajin. Era imposible que se identificara con eso.
Pero sobre todas las cosas, no estaba nada de acuerdo con su forma de demostrar poder: sometiendo a los demás y quitando vidas inocentes para mantener todo bajo su control. Cada vez veía más a los saiyajin como los responsables de atrocidades diversas, de mucha devastación en el mundo y un gobierno que era todo menos eficiente. Sabía que el orgullo y egoísmo nato de estos guerreros podía llegar a límites imperdonables; trató de ignorar esos hechos, viéndolo como algo fuera de su alcance por completo, pero llegó el momento en el que ya no quería formar parte de aquel sistema.

Había encontrado un objetivo, y por más autodestructivo que fuera, ya no había marcha atrás. Había decidido llevar a cabo el exterminio de los saiyajin.
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Aunque actúes como si fueras de piedra la mayoría del tiempo, no me vayas a negar que también tienes tus inquietudes. Todos las tenemos, y algunas están... más presentes que otras. |
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Sería inútil tratar de poner sobre la mesa algún miedo casual hacia cosas sin mucha importancia, ya que Nebula no es alguien que se asuste si no existen detrás de ese temor, razones profundas. Y en muchos casos, su "temor" se caracteriza más que por ser un miedo como el que se le tendría a un fantasma o a un ente desconocido, donde es pura adrenalina, un terror más psicológico: los temores de Nebula son aquellos que logran desencadenar en ella emociones demasiado fuertes, desconocidas aún, emociones para las que no se siente preparada, porque no tiene idea de cómo tomárselo. Así es, lo suyo se puede simplificar como un "terror a la ambivalencia emocional". Por lo que tiene lógica que se fuerce tanto a contener sus emociones, evitando este tipo de catástrofes.
Y si eso no parece lo suficientemente aterrador, se le puede sumar el plus de que por lo general, esos temores van acompañados de imágenes de sus pesadillas frecuentes, imágenes que considera espantosas por las malas sensaciones que le provocan. Pero Nebula no le tiene miedo a sus pesadillas en sí, sino a ese malestar ambiguo que despierta en ella y que parece ser imposible de quitar. Y aunque para esto pueden haber muchos ejemplos, algunos que despiertan esta clase de sentimientos intensos en ella y la retornan a sus recuerdos serían: el ver sangre, la violencia extrema, y los paisajes lluviosos.
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¡Con un demonio! Puedo dejarte pasar muchas cosas, ¡excepto tu falta de orgullo! Se supone que perteneces a una raza guerrera. |
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Nebula ha crecido sin una idea muy formada sobre la lucha, tan solo llegaba a verlo como algo estadístico que se basaba en entrenamientos y alguna estrategia, pero no veía en eso ningún significado más profundo. Y nunca logró hacerlo, de hecho, ya que de adulta seguía manteniendo esa visión, solo que ahora le tenía un poco más de rechazo a la idea de los combates porque veía a sus compañeros muy "poseídos" por su instinto salvaje al momento de batallar. Llegó a la conclusión de que pelear era la forma más fácil de hacer que alguien perdiera el control de sí mismo, como un vicio más, así que decidió alejarse de ese mundo lo máximo posible por voluntad propia. Sin duda, jamás entenderá qué tiene de grandioso el colocar su puño sobre el rostro de alguien más.
Aun así, pelear es una parte de su trabajo, así que tiene que hacerlo. Se ha resignado a no darle mucha importancia, y al hecho de que quizás hay algo en ello que ella no disfruta, pero los demás sí. Y a veces, puede ver un poco de esa emoción reflejada en sus oponentes. Le llega a dar algo de envidia.
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Ya sé que eres de pocos amigos, pero podrías ser más sociable con nosotros al menos. No es mucho pedir... |
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Siendo alguien que se agota fácilmente al tener que entablar un diálogo extenso con otras personas, prefiere mantenerse al margen con desconocidos y no meterse en una conversación que después no va a saber cómo cortar. Podría decirse que no es muy buena teniendo que lidiar con esa clase de situaciones, no le gusta ser el foco de una charla ni participar demasiado durante ella, sino que solo suele acotar algo cuando le parece apropiado—si es que llega a pensar algo interesante que decir, de otro modo, solo escuchará—; y eso pasa incluso en las juntas de su propio escuadrón.
En conclusión, nunca va a ser quien dé el primer paso en una situación social, porque se siente más como una observadora que una participante como tal. Por otro lado, cuando se encuentra con su grupo más cercano, esto podría cambiar un poco. Pues al estar en un entorno cómodo para ella, se suelta más y deja la lógica un poco más de lado; eso sí, nunca tanto como para acompañar a sus compañeros en sus vicios, pues Nebula en ese sentido siempre será como la amiga que no puede beber porque sabe que le toca estar al volante. Pero sí logra participar de la misma forma que el resto y sentirse parte de un conjunto en vez de alguien que solo ve lo que sucede a su alrededor.
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Chopa |
Él en un principio le tenía mucho miedo a la androide por la impresión que daba, pero se fue dando cuenta de que en realidad resultaba fácil hablar con ella, y que era todo menos agresiva. Nebula lo veía como un sujeto agradable, algo cobarde quizás, pero eso no le interesaba demasiado, lo veía lógico. Chopa a veces llegaba a ser medianamente afectivo con ella, con muestras de afecto como abrazos, que a veces Nebula evadía o dejaba ser, pero no solía corresponder de manera directa.
Su amistad se basaba en charlas con el resto del grupo más que cualquier cosa, pero también tenían su diálogo interno entre ellos dos. Chopa acostumbraba a arreglar los brazos de Nebula cada vez que se dañaban, y eso los volvió más cercanos. Este primero también solía desahogarse un poco con ella, contarle sus inquietudes o hablar de cualquier tema banal; aunque Nebula por su lado no se abría tanto personalmente, pero sí comentarle alguna duda que le apenaría preguntar directamente a Echalote o a su otro compañero, que eran más toscos de paciencia.
Su relación personal era una amistad bastante estrecha, aunque a simple vista no lo parecía por la introversión de la androide; también eran muy buenos compañeros el uno con el otro, ayudándose en labores para terminar más rápido. Chopa le inculcó un poco a Nebula el valor del trabajo en equipo y de ofrecer ayuda, cosa complicada en un mundo formado por guerreros orgullosos. Dentro de su grupo, la amabilidad del soldado saiyajin siempre la hizo sentirse menos extraña.
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Korn |
Una parte de su personalidad le recordaba en algo a la propia capitana, siendo alguien muy terco y violento. Así que con frecuencia se veía en la obligación de intervenir en los roces que estos dos tienen debido a su carácter, y evitar así que llegasen a los golpes.
Nebula se llevaba bien con él, a pesar de que no compartían muchas cosas en común, por no decir casi nada; pero le agradaba que el saiyajin fuera sincero con su tropa y no se callara sus opiniones, aún si eso derivaba en problemas—bueno, en realidad eso no le agradaba tanto, ella hubiera querido que Korn aprendiese a controlarse mejor—. Le llegaba a resultar cómica en especial la relación de este con la comandante, sabiendo que siempre estarían discutiendo pero al final seguirían siendo buenos amigos, y eso era algo que Nebula podría ver y apreciar: la cercanía que el soldado tenía con la comandante.
Entre ellos no solían hablar demasiado fuera de sus misiones, solo en ocasiones en las que Korn le replicaba por, según él "dejarse mandonear por la comandante", aludiendo que debería luchar por el cargo de líder y esa clase de cosas. Nebula no se lo tomó nunca en serio, especialmente porque muchas de las veces que parloteaba así, estaba ebrio; pero entendía que el saiyajin se preocupaba por su bienestar y por ver que se sintiera cómoda en su puesto. Y dentro de ese grupo, la honestidad del guerrero siempre la hizo sentirse a gusto.
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Echalote |
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Su forma de hablar, sus gestos y su mirada, todo en ella parecía ser como una gran explosión de adrenalina. Y algo la hizo sentirse momentáneamente atrapada por ese despliegue de emociones intensas, como una carga negativa que estaba siendo arrastrada hacia una positiva por simple inercia. |
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Su primer acercamiento se había dado por un malentendido de la saiyajin al pensar que Nebula la estaba despreciando, pero al descubrir que genuinamente ella no estaba interesada en batallar, le resultó shockeante. Echalote no podía comprender cómo había alguien tan desinteresada de su orgullo como saiyajin, y Nebula no comprendía cómo alguien podía ser tan insistente con eso al punto de la obsesión. Pero aunque chocante, también les atraía eso que desconocían, y existía en ellas esa necesidad por conocer más de la otra parte que era tan diferente.
Y así fue; terminaron por formar un lazo muy estrecho. Echalote fue la primera persona en intentar acercarse a Nebula y romper su burbuja, siempre incitándola a ser más demostrativa, dándole participación dentro de su equipo y confianza en ella para tareas importantes. Siempre se esforzaba por hacerla ver que dentro suyo había más para ofrecer que una máquina de combate, y constantemente le reiteraba que valía la pena intentarlo, que no se iba a rendir con ella hasta ver que fuera feliz.
Nebula sabía que la comandante tenía un carácter fuerte y muy decidido, siempre había admirado la seguridad con la que se plantaba a decir las cosas, a pesar de que estuviera equivocada, y aún si los retos que tenía en frente eran imposibles. A veces su intensidad rompía los límites de agresividad, especialmente con ella; malentendía sus palabras o sus acciones y despertaba su ira, a veces decía estar harta de la androide y le deseaba la muerte. Pero Nebula sabía que no lo decía en serio, la apreciaba y se preocupaba por ella más que cualquier otro lo había hecho, y por un momento realmente tuvo la ilusión de quedarse a su lado.
Pero también sabía que su manera de pensar y la de la comandante eran muy diferentes, eso las llevaba a discutir, en ocasiones de manera intensa. Habían temas que evitaban tocar en profundidad para no arruinar las cosas, pero en algún momento se iba a volver demasiado evidente; Echalote solía hacer la vista larga a los signos de discordancia de Nebula, pensando en algún momento cambiaría de opinión. Nebula trataba de obligarse a pensar del mismo modo que ella esperaba, pero era imposible obviar el malestar que eso le provocaba. No iba a haber forma en que ninguna cediera a sus propios ideales, y eso se encaminó en la pregunta de qué era más importante: ¿los ideales o el lazo que compartían? Era demasiado complicado, ninguna estaba dispuesta a abandonar su forma de pensar, pero tampoco estaban dispuestas a cortar su vínculo, mucho menos a enemistarse por mucho que eso hubiera facilitado las cosas. Jamás se iban a poder odiar mutuamente, pero tampoco estaban hechas para seguir un mismo camino.
Pero dentro de ese grupo, la brillante presencia de la saiyajin a su lado siempre la hizo sentirse querida.
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Rensou |
El rey de los saiyajin parecía haber tenido algún tipo de cercanía con Yuzu en el pasado, quizás más de lo que se podría esperar, al juzgar la forma nostálgica en la que siempre vio a Nebula, quien se asemejaba mucho a su madre.
Contrario a lo que se esperaría del mandamás de su raza, el hombre desde el inicio sintió un afecto remoto por Nebula, producto de ese misterioso vínculo con la fallecida saiyajin. Así que siempre intentó mantenerla a salvo, pero debía encontrar un punto medio entre su deber como rey, la progresión de su raza y el afecto hacia la niña. En el fondo, quizás sabía que tomaba el camino equivocado con ella, que provocaba su sufrimiento, pero se esforzó por darle un hogar, de tomar el lugar de un padre para la huérfana. Mientras mantenía su culpa enterrada.
Nebula al inicio lo veía con malos ojos, le parecía igual al resto de científicos que siempre andaban detrás de ella. Pero con el tiempo se acostumbró a su presencia, se dio cuenta que era un sujeto más bien inofensivo en el fondo, sin malas intenciones. No le gustaba nada aceptarlo ni pensarlo de más, pero posiblemente una de las razones de que ella adquiera un carácter más dócil que otros saiyajin, era por la influencia del rey, de cómo se mostraba ante ella en la comodidad de su castillo. Siempre había sido amable y empático, algo protector, pero con un fuerte carácter cuando se colocaba su capa. Así era como lo veía. Sin embargo, en realidad ella nunca llegó a notarlo como un padre, porque había cierta confianza que no le podía permitir, no sabiendo el cargo que portaba. Porque dentro suyo también existía ese temor de que en realidad solo se estuviera ganando su confianza para sacarle provecho.
De todas formas, una vez Rensou encaminó al grupo de rebelión, liberando a Nebula de su encierro, la joven comenzó a tener una opinión cada vez más positiva de él, viendo que realmente hacía todos aquellos actos que muchos se podrían cuestionar por una razón, siendo esta el cariño que le tenía a la raza saiyajin y la casi obligación que sentía de protegerlos y procurar lo mejor para ellos.
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Jagai |
Realmente entre ellos nunca ha habido una interacción muy positiva. El Consejero del rey desde el inicio vio a la androide como una herramienta útil y nada más, no teniendo ningún reparo en hacerle saber cuál era su único propósito. Mientras que Nebula jamás le prestó demasiada atención, pero sí prefería mantenerlo lejos; hasta la cyborg se podía dar cuenta del cinismo que mantenía con ella, algo que solía considerar "normal", pero se fue dando cuenta que no todos la veían como una simple máquina.
Pero una vez Jagai se hizo con la corona y comenzó con su proyecto se convirtió en el enemigo número uno de Nebula, la saiyajin no toleraba los ideales del rey y necesitaba hacer todo lo posible para terminar de una vez por todas con aquel camino en el que ella había sido involucrada en contra de su voluntad.
A medida que Nebula fue comprendiendo más acerca de lo que este saiyajin había hecho como gobernante del planeta, su objetivo era más y más decidido, sabiendo que de una vez por todas estaba actuando por sus propias razones y no por una orden superior.
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Yuzu |
Su madre ha sido una figura que en la vida de Nebula destacó por su enigmática ausencia. Pues para iniciar, ella jamás pensó que tuviera algo a lo que llamar "una madre", ni un pensamiento claro de qué significaba esa clase de relación. Lo único que siempre supo fue de una mujer que se le aparecía en sueños, todas las noches, como una clase de ritual. Siempre dándole una sensación cálida antes de desaparecer y dejarle un vacío. Pero al despertar, esa imagen estaba borrosa, y jamás pudo darle un rostro preciso a esa mujer, por mucho que lo intentara. Se volvió algo a lo que le dedicó bastante tiempo, la curiosidad era demasiada hasta para ella, y no podía simplemente ignorar ese hecho; tenía el presentimiento de que si descubría de quién se trataba, esos extraños sueños desaparecerían para siempre.
La idea era algo que podía llegar a causarle una mezcla extraña de sensaciones, especialmente en sus primeros años. Lo poco que recordaba de la mujer, era extrañamente similar a ella, la perturbaba, pero de a poco le comenzó a dar igual, como si se hubiera hecho a la idea de que era imposible que tuvieran algún tipo de parentesco.
El vacío que le provocó la falta de una figura materna en su vida no era algo a lo que soliera prestarle atención, pues le parecía común entre los suyos. Pero al enterarse de la verdad, un montón de emociones la golpearon repentinamente, como si hubiera encontrado dentro suyo la causa de todos sus males. Porque no conocía a su madre, no sabía nada de ella, ni siquiera su nombre, pero el único recuerdo que tenía de ella había logrado dejarle una marca tan profunda de la que era imposible desprenderse.
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Para hablar de la saiyajin de los brazos metálicos primero se debe establecer un contexto de su especie, los saiyajines del Universo 5, una raza que también posee especímenes en otros universos pero que en este se destacan por muchos aspectos. Poseen una sociedad notablemente marcada por sus estamentos sociales, los cuales son hechos en base al poder de cada saiyajin una vez nace, y lo peculiar es que no existe clase baja, sino que se dividen en clase media y alta, también conocida como la élite.
Se rigen por un sistema monárquico, con un rey a la cabeza de la raza y un grupo de saiyajines que conforman los escuadrones de élite, realizando las tareas que la realeza requiera. El clasismo en Nuevo Sadala es real y bastante importante, ya que la sociedad ve como tabú la existencia de relaciones entre los saiyajines de clase media y los de élite, ya sea que se trate de un compromiso como si es una unión con el fin de procrear, algo que dictaminan que está prohibido.
En el Universo 5 han formado un imperio que domina cada rincón que hayan encontrado e invadido, autodenominándose como la raza emperadora del cosmos y creyendo que no hay forma de que los superen. Eso sí, han buscado la forma de asegurar esto, formando alianzas con otras razas y reinos, como el mismísimo Reino de los Demonios, con los cuales tienen acuerdos de mutua ayuda en caso de necesitarlo. Tecnológicamente están bastante avanzados, contando con grandes naves capaces de albergar una buena tripulación y hacer viajes de largas distancias, así como también armaduras muy resistentes y scouters.
La especie, en su mayoría cree en la existencia del Legendario Super Saiyajin, contando esa leyenda generación tras generación, y estando cada guerrero deseando ser la esperanza de la raza y ser aquel ser mítico que consiga la dichosa transformación.
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Planeta Nuevo Sadala, año 779. No son pocas las historias y leyendas que comienzan a ser contados en esta fecha y este lugar...
Nebula creció en el Planeta Nuevo Sadala en un ambiente bastante hostil, como fruto de una pareja que nunca debió procrear, siendo un saiyajin de élite y una saiyajin de clase media, llamada Yuzu, algo totalmente inaceptable para aquella especie. Esto causó que la corona persiguiese a dicha familia. El padre falleció en una misión como soldado de élite, aunque no serían pocas las sospechas ante tal hecho, mientras que su madre...
Yuzu sería la única que se interpondría entre tal pensamiento y la inocente vida de una niña, defendiendo a su hija aunque eso le costase la vida. Y finalmente eso le costó...
Era una noche de fuertes tormentas y lluvias torrenciales, la pequeña saiyajin era dejada en una habitación, a solas, mientras su madre se preparaba para afrontar un acto que no podía concebir en su cabeza, pero que debía hacer frente de todas formas. Nebula no entendía la situación, tan solo tendría unos dos o tres años, es de esperarse. Pero a pesar de su corta edad, el trauma que le generaría ver a su madre bañada en sangre sería para toda la vida.
Yuzu no pudo hacerle frente a unos demonios que habían sido enviados por el mismísimo asistente del rey, Jagai, por lo que la sangre corrió por su cuerpo, cayendo al suelo sin lograr su cometido, y lo que fue peor, su hija habría visto aquella escena. Aquellas imágenes de la mujer que juró protegerla, teñida de un rojo intenso y gritos que lo único que le causaban era un trauma mayor...
Ese día, la vida de Nebula daría un giro de 360 grados, ya que al ver como había sobrevivido al ataque de dos demonios, aunque con ello perdiera sus dos brazos, haría que el rey Rensou y Jagai vieran en la saiyajin un gran potencial, uno más allá de lo imaginado. A sabiendas que una niña huérfana y bastarda no podría adentrarse en la sociedad de Nuevo Sadala, verían la oportunidad perfecta para comenzar un nuevo experimento en busca del legendario Super Saiyajin.
Lo primero que harían los científicos sería cambiar sus destruidos brazos por un par de prótesis metálicas de avanzada tecnología, y a partir de allí no habría día de su vida en el que la niña no se viera rodeada de examinadores y eruditos de la raza, que veían como el proyecto avanzaba de forma eficiente, por primera vez luego de 19 intentos fallidos. No tenía descanso alguno, y lo peor de todo era que nunca fue tratada como una niña, sino que era un objeto, un soldado creado con el mero objetivo de ser una guerrera de élite y progresar como especie tanto imperial como tecnológicamente.
Claro está que Nebula nunca fue comunicada de lo que estaba ocurriendo, ella no sabía que las prótesis habían sido colocadas con ese objetivo, ni sabía que el resto de niños vivían diferente a ella. No se le permitía preguntar nada, y mucho menos jugar, o incluso sonreír...
Su cabeza estaba llena únicamente de pensamientos inculcados, ideas sobre el poder, la supremacía de su raza, la necesidad de acabar con los malvados saiyajin híbridos y la famosa resistencia. Escuchaba acerca de eso, pero sintiéndose totalmente ajena. Pues aunque hablasen sobre la importancia del progreso y de la nueva tecnología que en ella estaba siendo probada, que podría convertirse en el arma más valiosa de la milicia saiyajin, al final las palabras que le dirigían siempre eran las mismas: "Experimento Nº20, Nebula", "saiyajin artificial", "androide", "alteración genética". Nacida y formada únicamente para servir a la raza.

El rey de los saiyajin llevaba ya un tiempo viéndose impresionado por el éxito de la androide, y luego de descubrir que era estéril y no podría dar descendencia de la forma tradicional, no dudó en adoptar a la saiyajin que le pareció digna de continuar con el poderoso linaje. Había pensado esperar más tiempo, pero viendo que la niña no estaba recibiendo los cuidados adecuados y muchas veces había llegado a estar en peligro de muerte por la negligencia de los científicos, decidió que lo mejor iba a ser llevarla a vivir con él.
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Esta es tu casa a partir de ahora, así que siéntete libre de explorar todo lo que quieras— trató de no sonar tan duro como cuando hablaba con sus subordinados, pero era difícil—. Tú... puedes confiar en mi también, a partir de ahora. |
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Era amable con ella, y le brindó toda la comodidad que el gran castillo le podría ofrecer. El hombre parecía tener sentimientos encontrados con la pequeña, siempre viéndola como si le recordara a alguien más. Pero siempre supo guardar bien su distancia ante la frialdad de Nebula, quien no se sentía del todo en confianza con el rey.
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Dentro del castillo había una biblioteca enorme que guardaba un montón de documentos históricos y libros de historia de su raza; Nebula a veces buscaba una forma de matar el tiempo cuando no se encontraba en exámenes físicos ni al ojo de los científicos chupasangre, para evitar pensar en otras cosas; y leer era una de esas ideas que no sonaban mal. Lo intentó, pero mientras más rebuscaba, releía documentos e intentaba unir las piezas, se daba cuenta que algo le hacía ruido. Todas historias de conquista, idolatrando a su raza, a los pasados reyes y toda la tradición que había prosperado desde hace décadas. La androide jamás se había sentido atraída por la tradición de los suyos, y aunque se forzó a dar esos acercamientos más íntimos con el pasado de su raza, era inútil; seguía sin poder entender de qué se trataba todo eso del orgullo y de la sangre ardiente. Ella se había criado en soledad, dentro de cuatro paredes, era imposible que la narración de una conquista sanguinaria le provocara más que repelencia y una sensación de no pertenencia.
Aún así, había alguna que otra cosa interesante en esa biblioteca si rebuscaba bien. Libros de geografía, mapas, manuales de viaje, un montón de cosas útiles para los saiyajin al momento de salir de campaña y no perderse en el camino. Había llamado especialmente su atención una guía para orientarse a por las estrellas, a través de la cual descubriría el significado de su propio nombre. Nunca había pensado que el universo podía exceder tanto los límites de su planeta... aun así, supo que era mejor para ella no meterse demasiado en el asunto. De todos modos, tarde o temprano todo iba a ser conquistado por los saiyajin, y todo se reduciría a una serie de escombros.
Pero ese no fue el único intento de "pasión" que había llegado a tener, si es que podemos llamarlo de alguna manera. Con una corta edad comenzó a pintar de forma asidua, haciendo retratos o pinturas que cualquiera podría ver como arte abstracto, pero que en la incomprendida cabeza de la saiyajin eran imágenes borrosas de su pasado, y que entre unas y otras solo tenían dos cosas en común, una mujer y el predominante color rojo.
Los años no dejaron de pasar, al igual que las pesadillas que la atormentaban en las noches. Esas imágenes traumáticas le producían un insomnio que cualquiera podría notar con esas pronunciadas ojeras, pero que nadie lograría entender, ni la misma Nebula. Y el problema yacía en que aquel rostro de la mujer con la que soñaba, que la despertaba de sus cortos períodos de sueño, o que la dejaban paralizada por unos segundos si veía algo que le sorprendiese, era un rostro irreconocible para ella.
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Unos años pasarían, y la saiyajin continuaría realizando chequeos y estudios diarios, que habían generado que poseyera un control muy bueno de sus implantadas prótesis, pero que a su vez, causó que en el planeta ya se escuchase un rumor de una saiyajin modificada por los científicos, lo que ponía al resto de guerreros en un estado entre la intriga de saber si esto era real y el resentimiento al saber que un experimento de tal calibre podría dejarlos atrás en los mismos escuadrones por los que tanto anhelaban ingresar.
Las pruebas para formar los nuevos escuadrones de élite comenzarían, habiendo guerreros muy fuertes en las primera pruebas. Pero cuando fue el turno de Nebula... El silencio era total, nadie abría la boca cuando era turno de la saiyajin, pero, por el contrario, cuando su momento finalizaba, la voz y los comentarios llenos de recelos abundaban en la raza, no podían entender ni querían aceptar que algo así fuese real.
Luego de numerosas pruebas, tan solo unos pocos saiyajines quedaron calificados para la fase final, donde se enfrentarían en combates 1 vs 1 para así probar su nivel en batalla y ver de que estaban hechos. El punto de inflexión sería marcado luego de que Nebula ganase sin dificultad varios combates, llegando el encuentro frente a la saiyajin más fuerte, después de ella, claro está.
La joven no mostraría emoción alguna una vez ingresaba a la plataforma, mientras que por el contrario, Echalote, su contrincante, parecía algo emocionada, totalmente opuesto al miedo que habían sentido los anteriores rivales de la saiyajin. El combate comenzaría con un duro intercambio de golpes, dejando ver desde el comienzo que esta chica no era como cualquier otro guerrero, incluso sorprendiendo a Nebula al impactarle un par de golpes en su rostro.
Esta última entendería que debía tomarse el combate en serio y lanzaría un golpe al rostro de su oponente, impactando y manchando este de sangre, lo que la dejaría anonadada al recordar aquellas imágenes de esa mujer desconocida para ella y quedado shockeada momentáneamente. La saiyajin reaccionaría recién luego de recibir otro golpe, atacando sin pensarlo dos veces, causando que le rompiera varias costillas a Echalote y posteriormente, la noquearía, ganando el combate aunque este no le hubiese agradado por su desenlace.
Luego de que los máximos rectores de la especie observaran todo el transcurso de la selección, Nebula sería premiada con una insignia al resultar vencedora, pero cuando esta se marchó, prefirió pasar por el sector de heridos y dejar la insignia junto a una Echalote inconsciente, a pesar de los reclamos de los que parecían ser sus amigos, Korn y Chopa, para después marcharse.
Pasarían los meses y al castillo llegaría Echalote, ya recuperada, reclamando una revancha a Nebula, estando bastante enojada al pensar que la saiyajin le había tenido alguna especie de piedad al darle la insignia que consiguió aquel día, pero las frías respuestas de la joven la dejarían sin palabras, y sin revancha.
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No te confundas... pelear, a mi no me interesa. Por eso... te di esa insignia. |
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Posteriormente se revelaría que Nebula formaría parte del Escuadrón Nº 11, y por casualidades del destino, si podemos decirle de alguna manera, sería junto a Chopa, Korn y, por supuesto, Echalote... estando esta última dispuesta a seguirle insistiendo por un ajuste de cuentas, pero también parecía tener otras intenciones detrás.
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Te falta pasión. Pero si te unes a nosotros, prometo ayudarte con eso. ¿Qué dices? Podemos convertirnos en los número uno. |
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Corría el año 798, el escuadrón ya había hecho varias misiones, aunque estaban frustrados de que no se les asignase ninguna importante. Habían formado una buena relación entre todos, Echalote actuaba como la madura cuando tenía que controlar a los inquietos de Chopa y Korn, y Nebula se intentaba mantener alejada de estas interacciones, pero también se notaba que se sentía cómoda allí, al menos más que en su infancia rodeada de científicos.
Las relaciones de Nebula con los chicos estaban progresando, Chopa había expresado que había reparado sus brazos en alguna ocasión luego de aprender bastante al respecto, cosa que la saiyajin agradecería; con Korn hablaba poco, pero estaban de acuerdo en que su comandante a veces se volvía un fastidio; mientras que su vínculo con Echalote era más bien peculiar. Desde su primer encuentro, ella había aparecido como una especie de guía para Nebula. Porque aunque la cyborg se ahogara en sus propios pensamientos, en la inmensidad de su propio mundo y los recuerdos borrosos, la saiyajin tenía la capacidad de mantenerla alejada de eso, al menos por un rato. Podía hacer que se olvidara de todos sus conflictos y concentrarse en ser de ayuda para su equipo. No todo estaba perfecto siempre, pues a veces las cosas se tornaban difíciles, pero Nebula sentía que poco a poco empezaba a comprender eso que la comandante le había dicho cuando se unió al Escuadrón.
Luego de cruzar varias palabras de apoyo entre las saiyajines, Echalote comprendería más a su compañera, prometiéndole que estaría para apoyarla toda la vida, formando un compromiso entre ellas, algo que Nebula no comprendía mucho de momento pero que aun así agradecía, ya que su compañera de escuadrón era de las pocas personas que cuando se encontraba junto a ella sentía que era querida...
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No voy a detenerme hasta haber llevado a este equipo a la cima de todo, aún si tengo que insistirles todos los días para que muevan el trasero— ablandó un poco la mirada—. Nebula, quisiera que permanezcas a mi lado, porque no sería lo mismo sin ti aquí— miró al frente, apoyándose en la pared—. Eres tan diferente que a veces no te comprendo para nada, pero me das aliento. |
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Permanece a mi lado hasta el final. Y te prometo que podrás llegar a ser muy feliz. |
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Llegaría el día que se les asignaría una misión relativamente importante, erradicar a los habitantes del planeta Kanassa, algo que en cierta medida los haría emocionarse, o bueno, casi a todos. Pues Nebula se sentía excesivamente abrumada ante la idea. En el viaje, Nebula y Echalote entrenarían sin cesar, como de costumbre, pero también tendrían sus momentos de distracción, como por ejemplo cuando Nebula demostraría saber tocar el piano, o cuando charlando entre todos la androide se enteraría de como su compañera entrenó meses para pedirle la revancha solo para resultar con su propuesta rechazada, no pudiendo evitar reír ante lo hilarante que su comandante era a veces.
Una vez se encontraron en suelo kanassa, organizaron su misión, la cual era eliminar todo rastro de vida kanassiano, algo que acostumbraba a hacer la raza saiyajin con los distintos planetas que invadían. Dicha misión comenzaría con éxito y sin ningún problema, separándose y matando sin pena ninguna a los residentes del planeta que solo rogaban porque los dejaran con vida, fracasando en el acto.
Pero todo cambiaría cuando Nebula, mientras destruía una ciudad local, observaría a una madre kanassiana protegiendo a su hijo, provocando que volviesen a su cabeza las imágenes de su madre resguardándola, pero potenciando aquella confusión que inundaba su cabeza al no recordar quien era aquella mujer. Por esta razón Nebula se interpondría en el ataque de Echalote hacía la madre y su hijo, lo que daría pie a una discusión entre ambas. A veces era de ese modo, sus ideales chocando en los momentos menos oportunos; Nebula haciéndole saber lo mal que le parecía seguir pretendiendo que el genocidio era una forma adecuada de seguir progresando, y Echalote objetando que aquellos no eran sino formas de vidas que no merecían su atención, mucho menos algún tipo de piedad. Pero aún al calor de la disputa, se notaba que habían cosas que querían decirse, pero no podían llegar a un acuerdo.
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¿Y qué harías... si a mí me mataran?— Esta vez, su tono fue más sereno—. A mí, a toda la tropa. ¿Esa sería una pérdida para ti? |
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Lo sería— no tardó en responder, con toda seguridad—. Jamás dudes que lo sería. Tengo prioridades, eso no significa que no tenga sentimientos: por los muchachos, por ti...— se acercó, y apoyó las manos en ambos hombros de la androide, aun sabiendo que no tenía sentido hacerlo—. Todo lo que hago por ustedes, no te atrevas a ponerlo en duda. |
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Y la escena sería rota antes de llegar a un punto en común, desviando a ambas por un camino distinto. La de las prótesis se encontraría con un kanassiano, al cual subestimaría al luchar con él, posiblemente aún confundida con todo lo que rondaba por su cabeza, causando que se llevase un golpe que la marearía aún más, dejando en su mente un sinfín de imágenes que solo le traían dolor, muerte y sangre. Era la maldición que le había dejado el sujeto.
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"Haré que revivas cada una de las atrocidades que han cometido ustedes los saiyajin, a lo largo de toda su historia; cada una de las vidas que se han cobrado. Espero que esas pesadillas te persigan hasta el día de tu muerte." |
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Echalote llegaría en su rescate pero al verla a la cara no podría evitar pensar en cómo los saiyajines causaban este tipo de imágenes sangrientas, le dolía el simple hecho de imaginarlo. Estaban ambas de regreso en su planeta, con Nebula descansando en el hospital, así que la comandante trató por todos los medios de hacerle llegar sus intenciones. No podía rendirse con eso.
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Todo lo que te dije antes es verdad, Nebula— aseguró, devolviendo una expresión más seria—. ¿Alguna vez te dije cómo conocí a los hermanos?— Nebula negó con la cabeza, y ella rió —. Estábamos en los escuadrones infantiles, y me tocó colaborar con otro grupo. Ellos eran tan vagos como ahora, y me dieron demasiados problemas, pero nos hicimos amigos— hizo una pausa para recordar algunas cosas—. Me han seguido desde entonces. Y tú también elegiste seguirme. No podría defraudarlos. |
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Pero a pesar de sus esfuerzos, no podía contrarrestar aquellas imágenes en la cabeza de su cadete.
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No puedo hacerlo... En realidad... no puedo acompañarte más... Lo siento. |
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De regreso en Nuevo Sadala, Nebula rondaría, perdida y ahogada en sus pensamientos, sin saber que hacer mucho de su vida. Sin prestar mucha atención a sus al rededores ingresaría en un laboratorio que había visitado numerosas veces, aquel donde la vieron crecer, pero las imágenes que se encontraría serían la gota que colmaría el vaso.
En el centro de una sala, rodeado de científicos y examinadores se encontraba un niño, pero no era un niño común y corriente, se trataba de uno con los mismo brazos que ella cargaba... Comenzaba a entender... Desvió su vista hacia la mesa que tenía a su lado, observando unos papeles que eran titulados con el nombre de "Experimento Nº 50, 49, 48" y así bajando hasta llegar al suyo, "Experimento Nº 20: Único caso exitoso hasta el momento".
Todos sus recuerdos, borrosos, comenzaron a verse más claros. Comenzaba a entender poco a poco el como su vida había sido manejada por unos simples saiyajines que hicieron con ella lo que quisieron, le arruinaron la vida. La rabia subía poco a poco hasta apoderarse de su ser, ya no iba a controlarse más.

Sin dudarlo un segundo atacó a los científicos que poco pudieron hacer, por no decir nada, matando a cada uno de ellos en el acto. Pero esto no terminó aquí, todo lo contrario, su cabeza se había aclarado por primera vez en su vida y ahora sabía cuál era su objetivo real, debía cortar con esto de raíz, y para hacer esto tenía que matar a todos y cada uno de los saiyajines, para así terminar con este legado de una vez por todas.
Salió del laboratorio y voló sin rumbo por el planeta, matando a todo saiyajin que se le cruzase por el camino, no lo dudaba ni un mísero segundo. Mientras volaba, llena de ira, se encontraría con sus compañeros y amigos, Chopa y Korn que descansaban plácidamente, pero que cuando entendieron la situación se pusieron alertas.
Está de más decir que poco pudieron hacer frente al portento físico y técnico que representaba la saiyajin en batalla, matando a los dos sin que pudieran oponer ningún tipo de resistencia.
Por su parte, Echalote habría regresado de Kanassa luego de haber asesinado a aquel sujeto que causó traumas y dudas en Nebula, haciéndolo lo más rápido posible al tener una sensación de que algo malo estaba ocurriendo en Nuevo Sadala. Y cuando llegó se dio cuenta que así era, encontrando los cuerpos moribundos de Chopa y Korn, en un mar de sangre.
Los saiyajines se disculparían por no lograr haber hecho nada para evitarlo, explicando que Nebula era la causante y falleciendo instantes después, en brazos de su capitana.
Sin dudarlo, iría en busca de su compañera de escuadrón, encontrándola y viendo que el estado en el que estaba ya era irrecuperable. Nebula le explicaría que ya tenía su mente más clara, contándole que la mujer que siempre estaba en sus pesadillas era su madre, y aquellos asesinos que llenaban las imágenes de sangre, los saiyajines... Por fin tenía todo más claro.
Echalote, intentando ayudarla y que recapacitase, le preguntaría si la veía a ella como un monstruo, pero la joven no podría mantener su vista en los ojos de la comandante, solo veía un rostro desfigurado y sádico, como el de todos los de esta raza que tanto mal habían causado a propios y extraños, ya no había vuelta atrás.
Entendiendo que no había forma de hacerle cambiar ese pensamiento, ambas sabrían que solo una podría seguir en pie y cumplir con su cometido, entrando en una feroz batalla.
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Entonces... así son las cosas— rió con amargura—. Nunca esperé conseguir mi revancha contra ti. |
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Los golpes eran intensos y notablemente veloces, los choques eran despiadados y no parecía que se tuviesen nada de piedad ni que se echasen para atrás a pesar de haber sido compañeras, amigas o incluso estar comprometidas. La capitana insistiría que no importaría lo que pasase, que ella no la odiaría a pesar de los resultados de toda la situación, aunque su contrincante no podría entenderlo mucho, ella había matado a sus propios amigos.
Lograrían asestar muchos golpes la una con la otra, hasta que con un hábil movimiento Echalote alcanzaría a cortarle uno de esos brazos metálicos a su oponente, pero cuando tuvo la oportunidad de matarla, no lo hizo. Este acto causaría que su rival respondiese rápidamente atacando sin cesar, hasta romper varios de sus huesos y herir de forma grave, hasta dejar a la saiyajin tirada entre las rocas..
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Siempre pensé que las cosas iban a terminar de otra forma. Creí que podía hacer que sintieras la misma pasión que yo, si te enseñaba cómo veía el mundo... fue demasiado crédulo de mi parte. |
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No es tu culpa... siempre ha sido de esta forma. Desde el momento en que todo pasó, he estado muerta por dentro, lo sé. Mi sangre es fría. |
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Sin embargo... estoy feliz por eso. Por primera vez desde que te conozco... veo algo de pasión en tu mirada... Así que más te vale... no darte por vencida. Por mi parte... estaré esperando una revancha. |
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La muerte de Echalote ya era inevitable, la sangre brotaba de todas partes de su cuerpo y nada podía hacer frente a ello. Con la frente en alto, la saiyajin moriría expresando que por primera vez veía pasión en el rostro de Nebula, en su mirada, y otorgando la venda morada que siempre portaba, para finalmente despedirse...

No pasó mucho tiempo para que la corona actuase, aunque esta había cambiado de portador, ya que Rensou no habría soportado que con todo lo ocurrido los altos mandos se siguiesen negando a cortar el problema de raíz y matar a la que ya era conocida como una genocida. El ahora rey Jagai ordenó a todos los escuadrones la búsqueda de Nebula pero encontrarla no fue difícil, yacía de rodillas, a unos escasos metros del cuerpo moribundo de Echalote, sobre un mar de sangre formado por las heridas de ambas, con un brazo herido y el otro desprendido de su cuerpo.
Sin pensarlo dos veces los soldados actuaron y retuvieron a la saiyajin que poca oposición pudo realizar, ya era tarde y nada podía hacer. La realeza decidió que la mejor opción era encerrarla y aprisionarla, pero no en Nuevo Sadala sino alejada de toda sociedad y todo saiyajin al que pudiese atacar como hizo anteriormente.
Y allí permaneció por un buen tiempo, alejada de todo rastro de vida mientras no fuese para alimentarla... Atada con cadenas en cada una de sus extremidades... Y totalmente sola...
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La saiyajin pasó condenada a una prisión de máxima seguridad con varios custodias y aislada completamente de la sociedad, donde fue privada de su libertad permanentemente luego de la masacre ocurrida. El nuevo rey Jagai se haría cargo de que pasara los peores momentos de su vida, manteniéndola viva pero encadenada en cada una de sus extremidades.
Como se mencionó, Jagai se haría cargo de la corona, pero su mandato no estaría exento de controversias, ya que luego de lo sucedido con Nebula comenzaría un proyecto obligatorio de mejoras y avances tecnológicos impulsado por lo lejos que llegó el experimento con la saiyajin—sumado al hecho de que ahora tenía todos los recursos del planeta a su entera disposición para ser explotados—. Los científicos se centrarían en prótesis y agregados metálicos en distintas partes del cuerpo, incluso añadiendo acero kacchin. Dicho proyecto se implementaría obligatoriamente en bebés saiyajines elegidos a dedo por el rey y sus manos derechas, así como a soldados ya consagrados, aplicando desde brazos y piernas completamente nuevas como detalles de protección en abdomen y cráneo.
Mientras tanto Rensou observaría todo, a la lejanía y ya retirado, pero viendo como la sociedad se torcía bajo la demencia y desesperación de su nuevo gobernador. Padres viendo como su hijo era llevado sin opción de protestar, y siendo que en muchos casos los niños no lograban sobrevivir. De hecho cabe recordar que Nebula había sido la primera en sobrevivir a tantos experimentos y que gracias a ella y su desarrollo los estudios mejoraron.
El rey anterior decidiría que no soportaba ver a sus compatriotas sufriendo, tomando riendas en el asunto a pesar de estar ya retirado. Se reuniría con antiguos compañeros, soldados, científicos, civiles y formaría un grupo para analizar la situación y evaluar cual sería la mejor salida, comprendiendo que la locura de Jagai solo podría ser erradica de raíz y esto significaría quitarle el trono.
Pasarían 3 años de escabullirse, reclutar gente e intentar salvar a algunos civiles de las garras del emperador, reuniendo una buena cantidad de saiyajines para comenzar la rebelión. Aunque para efectuarla haría falta un detalle más, una persona más que podría lograr que el plan fuese realidad.
Ese detalle era, como se puede presuponer, la saiyajin Nebula, y era tal lo infiltrado que estaba el grupo de rebelión en los altos mandos y escuadrones de la corona que no fue una tarea muy difícil. Al tener a uno de sus custodias de su lado pudieron aprovechar los momentos de menor resguarda en la cárcel donde estaba encerrada y deshaciéndose de algunos pocos soldados, noqueándolos o llevándolo consigo para evitar que la noticia se propagase rápidamente.
Llegaron a la zona más profunda, liberando las cadenas que ataban a la joven de cada una de sus extremidades, mientras ella poco podía hacer o entender pues estaba en una condición deplorable y sin forma de reaccionar. Finalmente, cargando su cuerpo a los hombros lograron salirse con la suya, volviendo con el grupo con la misión cumplida.
Nebula lograría vislumbrar todo luego de unos días donde sería alimentada y cuidada de la mejor manera posible, sorprendiéndose de haber sido liberada y aún más viendo quién lo había hecho, reconociendo a Rensou después de tanto tiempo. El antiguo rey y el resto del equipo preferiría no atosigarla, continuando con sus planes mientras los médicos y científicos la ayudaban a recuperar su condición física y mental.
Pasaron semanas en las que la saiyajin volvería a ser la de antes del incidente, en principio no quiso aceptar nuevas prótesis de brazos después de haber perdido las suyas, pero luego de escuchar lo que ocurría en el exterior decidió que lo mejor era estar al ciento por ciento para enfrentar al tirano y su régimen dictatorial y perjudicial para la especie.
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Ahora mismo, tengo la cabeza fría pero... teniendo a ese tipo en frente, dudo mantener el juicio. |
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El que hayas perdido el juicio una vez solo alimentó más las ideas peligrosas de los altos mandos. Y no creo que quieras convertirte solo en una máquina de destrucción. |
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Poco a poco volvió al entrenamiento pero notando que era diferente, nadie la forzaba a hacerlo, nadie la obligaba a cumplir con misiones o tareas, lo estaba haciendo voluntariamente por primera vez en su vida lo que generaba un sentimiento aún más fuerte con ese grupo y un deseo mayor de terminar con las aspiraciones de Jagai. No podía decir que sus motivaciones eran tan altruistas sin embargo, pues si en un pasado había sido guiada por la necesidad de encontrar un propósito, lo que la llevaba a avanzar ahora mismo era el mismo sentimiento de rabia acumulada. Todos los recuerdos que permanecían como manchas negras en su consciencia le provocaban emociones que todavía no era capaz de poner en palabras, así que quizás ponerlas en acciones sería lo adecuado.
Rensou había notado su cambio de conducta desde sus años de vida en el castillo, e intentó acercarse a ella. No estaba en condiciones para el combate o ayudarla en su entrenamiento, no a su nivel, pero estaba dispuesto a despejar sus dudas sobre el pasado o lo ocurrido en el transcurso de sus años de ausencia; incluso si lo único que quería era desahogar sus propios sentimientos. Para su sorpresa, la saiyajin ya no lo ignoraría como había hecho en su infancia, donde únicamente lo pasaba por alto, sino que ahora le dejaba ver con claridad lo que pensaba. Le guardaba rencor a él también, era evidente, pero de alguna forma también parecía que su vínculo había avanzado a un punto más orgánico.
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No lo entiendo... Tú estabas a cargo de todo, eras igual de culpable que ese sujeto. Entonces, ¿por qué elegiste cuidarme en mi infancia? ¿Por qué vienes a intentar salvarme justo ahora? ¿Por qué intentar detener a ese tipo a este punto y no antes?— Se lo había preguntado de la nada un día, al terminar uno de sus entrenamientos. |
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Son buenas preguntas...— suspiró—. Conocí a Yu... a tu madre— se corrigió— cuando estaba entrenando dentro de un escuadrón. Yo era el líder pero ella siempre me estaba corrigiendo y desobedeciendo. Formamos un buen equipo— el viejo sonrió, metiéndose de lleno en sus propios recuerdos. Era algo que llamó la atención de Nebula—. Pero ella se metía en demasiados problemas así que la cambiaron de escuadrón para que no interfiera con el entrenamiento del futuro rey. Decidí no seguirla por el bien de mis obligaciones y... Me di cuenta que yo no servía como líder, sólo era bueno dentro de nuestro equipo. |
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¿Qué pasa con el consejero? |
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Creí que tener a alguien más duro que yo como mano derecha era lo que necesitaba para finalmente hacer mis sentimientos a un lado y centrarme en mi trabajo... Qué error, no funcionó. No puedes deshacerte de ellos, tampoco elegir quedarte solo con una parte. Es un poco... |
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¿Contradictorio...?— Murmuró Nebula. |
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Creo que lo tienes. |
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No puedo entender por qué mis compañeros podían matar a la ligera y después ser amables conmigo. Es contradictorio— confesó. |
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¿Odiaste a tus compañeros al ver lo que hacían? |
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No. En ningún momento. |
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Eso es igual de contradictorio, ¿no te parece? Pero así somos los saiyajin. No es mentira que muchos seamos asesinos, tampoco es mentira que sintamos cariño por algunas personas. |
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Sus palabras en ese momento habían quedado resonando en la cabeza de Nebula. A partir de ahí, fue surgiendo como costumbre del antiguo rey el contarle historias de su juventud, muchas de las cuales involucraban a su madre, y la saiyajin por su lado pudo abrirse a contar algunas de sus propias experiencias. Su relación parecía haber llegado a un punto de entendimiento finalmente, donde Nebula había pasado de verlo como alguien con quien mantener formal distancia a alguien a quien pedirle un consejo.
Por su parte, Jagai tardaría en darse cuenta que Nebula había escapado de su prisión, ya que no habían dejado a testigos conscientes para que se lo comentasen, pero luego de un tiempo sin noticias mandaría a algunos soldados a averiguar qué ocurría, quienes regresarían con la novedad de su huida. Rápidamente el rey pondría a todos sus escuadrones en búsqueda de la saiyajin, incluso cancelando misiones externas y perdiendo seguridad en zonas tales como el mismo castillo de la realeza pero daba todo por encontrarla.
De todas formas fue imposible, de hecho el caudal de soldados que poseía disminuyó, ya que algunos fueron derrotados por el grupo de rebelión y otros fueron convencidos por el mismo para integrarse al equipo y derrocar al tirano. Jagai comenzó a desesperarse pero poco podía hacer, sospechó de muchas personas debido a la falta de sujetos conocidos para él, pero aun así nunca estuvo cerca a encontrarlos.
Y así llegó el día, el día en el que el equipo dirigido por Rensou y con Nebula como estandarte de la liberación decidiría actuar y ponerle fin a ese mandato que tanto hizo sufrir a sus similares. La estrategia fue simple, puesto que tenían soldados infiltrados en el ejército de Sadala, por lo que conocían perfectamente la situación y los números de guerreros que manejaba Jagai en cada instante, mientras que el antiguo rey también conocía a detalle todo el castillo y las zonas circundantes, por lo que adentrarse no sería para nada difícil.
Dos grupos de saiyajines saldrían a la superficie y se encaminarían a pie hacia el castillo, únicamente con el fin de atraer a los soldados de la realeza hacia fuera del mismo y ganar tiempo, cosa que sería completamente efectiva puesto que al visualizarlos a lo lejos los altos mandos mandarían a lo mejor que tenían a terminar con los "rebeldes".
Por otro lado otro grupo mucho menor acompañaría a Rensou y Nebula a adentrarse directamente en las instalaciones de la corona, a través de pasajes y escondites de los que únicamente el líder sabía, logrando ingresar con total facilidad y sin inconvenientes ni confrontaciones. Finalmente el grupo de civiles, médicos y científicos preferiría mantenerse alejados del enfrentamiento para no tener bajas innecesarias.
Nebula y compañía lograrían llegar al castillo, donde los pocos soldados que aún resguardaban el edificio quisieron confrontarlos pero fueron muy superados en número y poder, siendo quitados del camino sin problema alguno. De esta forma fueron quedando cada vez menos rebeldes pero avanzando veloz y profundamente, hasta que la puerta de entrada a la sala del trono se apareció frente a ellos. Los líderes del grupo no lo dudaron y avanzaron, traspasando la puerta, pero ni bien lo hicieron la entrada se cerró de forma hermética, no permitiendo que el resto del equipo avanzase.
De esta forma ambos se situaron frente al trono, donde el actual rey, Jagai, los esperaba pacientemente. La joven se llenó de rabia e impotencia al verlo a la cara y observar cómo se sentaba en dicho trono sin ningún tipo de vergüenza, atacando sin dudarlo a pesar de que su compañero le pidió que fuese prudente. El emperador no pudo evitar recibir un golpe en el pecho y uno en el rostro que lo hizo caer de su asiento, pudiendo recomponerse rápidamente.
A continuación la saiyajin retrocedió, poniéndose al lado del ex-rey, pero su irritación no había bajado nada. Rensou intervino y le recriminó a su antiguo compañero por qué había tomado esas decisiones desde que estaba al mando.
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Yo fui el único que quiere el progreso para nuestra especie, ustedes no lo entienden, una vez completemos el proyecto la raza saiyajin será invencible. Colonizaremos todos los planetas circundantes, nuestro Imperio será el más grande del universo. ¿Es que acaso soy el único que ve los beneficios de esto? |
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Nebula no soportó más y volvió al frente, enrabiada y exponiendo casi a los gritos, cosa rara en ella, que ese proyecto nunca iba a traer progreso al planeta. Recordaba su infancia y todo por lo que tuvo que pasar por un simple experimento y el jolgorio de altos mandos y científicos y su ira aumentaba más y más. Le costaba expresar lo duró que había sido para ella, el solo pensar que desde su encierro se le había hecho lo mismo a un sinnúmero de saiyajines más le hacía detestar a aquel sujeto que los observaba con total soberbia y creyendo que tenía razón en cada palabra que decía.
Sin dudarlo volvió al ataque, esta vez de forma mucho más feroz y salvaje, pero Jagai pudo huir de sus embestidas una y otra vez, logrando establecer cierta distancia antes de que Nebula frenara su insistencia. El rey sonreiría de forma arrogante y se quitaría su capa que portaba, dejando ver un cuerpo muy particular, con brazos metálicos por encima de sus propios brazos, como si de dos extremidades extras se tratase. Además dejó ver una protección metálica transparentada, probablemente de acero kacchin, en su abdomen.

La joven reaccionó sorprendida al ver esto, primero un sentimiento de confusión se apoderó de su pensamiento, pero al entender la situación la irritación volvió a aflorar, realmente el emperador no entendía absolutamente nada de lo que ella había vivido y le generaba una ira inconmensurable que lo tratase como un juguete más. Debido al shock no estuvo muy atenta al ataque de Jagai quien utilizó su extremidad postiza para dar un golpe en el tórax de la guerrera, quien fue sostenida por Rensou para que no cayera.
Sin perder tiempo ambos se pusieron en posición de combate aunque era claro que sería Nebula quien comandase el enfrentamiento, Rensou servía más de apoyo pero más que nada fue solo un espectador de la lucha. La saiyajin logró conectar una gran cantidad de golpes, incluso probando con técnicas como su Carbonizador o haciendo uso del Desgaste Cinético, pero las mejoras tecnológicas de Jagai hacían que estos ataques que solo son útiles al contacto con la piel fuesen un desperdicio de energía.
De todas formas era Nebula quien capitalizaba cada choque, llevando una clara ventaja y apenas sufriendo daños mínimos, pero lo cierto es que decidió que iba a terminar el combate de una vez por todas. Tomó una posición acorde y embistió de frente a su oponente, conectando dos puñetazos de lleno y luego finalizando el combo con una patada en las costillas, aprovechando que el rey caía a causa del impacto utilizó su Impulso Saturniano, apareciendo instantáneamente para volver a conectar una seguidilla de golpes y lanzar un ataque de ki que casi liquidaría el combate.
Jagai, que yacía en el piso tomándose su abdomen por el dolor que le causaron los golpes, comenzó a pedir piedad pero la saiyajin estaba lejos de tenérsela, por lo que caminó lentamente para dar por finalizado todo, hubo algo en esa situación que la hizo querer ver el rostro en agonía de su atacante de cerca. Cuando hubo acortado la distancia lo suficiente como para liquidar todo con su Bomba del Zar vio como su rival la tomaba por sorpresa realizando una técnica que efectuaba una pantalla de luz que cegó momentáneamente a la guerrera.
Fueron simplemente unos segundos, pero ese tiempo bastó para que Jagai lanzase una técnica con la poca fuerza que le quedaba, cargando ki con sus dos brazos reales y apoyándose de las extremidades artificiales. Nebula no pudo reaccionar a tiempo por lo que el ataque se dirigió hacia su persona, cerró los ojos esperando el impacto, cosa que no sucedió, y extrañada por ello procedió a abrirlos, encontrándose con la imagen que menos deseaba ver.
Antes de que el ataque llegase a destino, Rensou se interpuso llevándose todo el daño y protegiendo a aquella joven que vio crecer desde bebé en su castillo. Nebula tardó en reaccionar, cayendo de rodillas mientras veía como la única figura paterna que tuvo moría a sus pies y por su culpa; no pudo evitar que esa escena le retornara el recuerdo de sus amigos, y yendo más atrás, la muerte de su propia madre. Situaciones que se le escapaban de las manos, eso solo hacía crecer más su rabia.
Los ojos del antiguo rey se cerraban lentamente, mientras giraba su cabeza para ver a la guerrera por última vez. Esta última tomó su cabeza y volvió a observar a Jagai, quien parecía feliz con lo ocurrido y aprovechaba el tiempo para recomponerse de los golpes recibidos.
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Lamento haberte hecho pasar por tanto. Si hubiera tomado otras decisiones en el pasado, quizás...— Rensou forzó el aire de sus pulmones—. Pero esto es todo lo que puedo hacer por ti ahora. |
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¿Por qué me proteges? ¿Es por arrepentimiento? |
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Al inicio era así, pero... esto lo hice solo porque quería. Porque... te guardo cariño. Y apuesto a que los sentimientos de tu madre y de tus compañeros eran tan reales como los míos. |
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Esa última frase había traspasado a la saiyajin como un rayo luminoso. Se encargó de quebrar un muro dentro suyo, como si finalmente hubiera caído en cuenta de algo.
La ira y tristeza inundaron la cabeza de Nebula, no podía quitarle los ojos de encima a los últimos momentos de Rensou pero tampoco podía ignorar la presencia de Jagai allí, sus ojos se tornaron rojos de la furia y las venas de todo su cuerpo palpitaban cada vez más rápido. Sus músculos se tensaron y un aura comenzó a expandirse alrededor de su cuerpo mientras apretaba los dientes... El cabello comenzó a erizarse levemente mientras desaparecía el iris de los ojos.
Un grito que se escuchó en todo el castillo potencio tal manifestación de poder, cuando el aura comenzaba a apoderarse de toda la sala y el piso comenzaba a generar un cráter a su al rededor, elevando algunas rocas o ladrillos como si levitasen. El color dorado comenzó a exhibirse tanto en el aura como en el cabello que alternaba entre su clásico color negro y ese amarillo intenso que dejaba ver que lo que estaba ocurriendo no era algo típico. Las iris regresaron pero tomando un color turquesa mientras el cabello se tornaba completamente dorado y el poder que emanaba la guerrera en esa sala se sentía por todo Sadala y aún más allá... Nebula había completado su transformación en Super Saiyajin.


La saiyajin completamente enrabiada saltó al ataque una vez más frente a un Jagai que había quedado estupefacto ante tal muestra de poder y energía. Un puñetazo impactó de lleno en el rostro del tirano, pero la guerrera no permitió que este cayera al suelo para darle una patada que lo elevaría por los aires para posteriormente volver a conectar una gran cantidad de golpes en unos escasos segundos, profundizando más y más las heridas de su oponente.
La sangre del rey comenzaba a teñir los brazos metálicos de Nebula, aquellos brazos que habían sido dados por la misma realeza y hoy destruían tal estamento desde lo más alto. Jagai comenzó a pedir piedad mientras caía al suelo nuevamente, viendo como otra vez la Super Saiyajin se acercaba, esta vez lentamente pero sin poder hacer nada, con sus extremidades destruidas y sin energía para volverla a tomar por sorpresa.
Nebula, con lágrimas en unos ojos que se habían vuelto celestes, apretó los dientes y se dispuso a terminar todo de una vez por todas, volvió a girar su cabeza para ver el cuerpo sin vida de Rensou para no perder la decisión. Cerró los ojos y cargó ki en su mano derecha pero Jagai vio la oportunidad y alzó su dedo índice preparándose para atacar con sus últimas fuerzas.
Sin perder tiempo se decidió en lanzar el rayo de energía pero en el último segundo la saiyajin tomó su brazo y lo apretó con una fuerza inimaginable, neutralizando el ataque y abriendo los ojos con una mirada intimidante, viendo como aquel sujeto no había perdido ninguna oportunidad para atacarla a pesar de todo lo que le había dicho. Entendiendo que ya no había retorno suspiró y lanzó una gran onda de ki, terminando con la vida de su adversario.
Nebula no soportó más y cayó hacia atrás agotada, regresando su cabello y ojos a su tonalidad normal y disminuyendo su ki hasta ser el usual para ella, es decir, volviendo a su estado base. Pasaron minutos, incluso horas y la joven solo observaba el techo destruido del castillo, mientras su cabeza estaba en otro lado, pensando en lo que acaba de ocurrir y en lo que podría significar para la raza saiyajin la caída del Imperio que tanto mal le había hecho. El cansancio propiciaba su delirio pero para su fortuna la puerta se abrió de una vez por todas, llegando parte del grupo de la rebelión a la sala.
Los recién llegados presenciaron la escena incrédulos, aunque algunos se veían venir un desastre de tal calibre al sentir las energías que provenían desde el castillo. Algunos ayudaron a recomponerse a Nebula mientras el resto admiraba el cuerpo muerto de Jagai, orgullosos de lo que logró la joven, pero al ver a Rensou sintieron una tristeza inmensa, arrepintiéndose de no haber estado allí para proteger a su verdadero líder. Luego de que pasaron unas horas y los médicos lograron ayudar a Nebula en su recuperación, esta les comentó lo ocurrido aún dolida por la muerte de su compañero.
Y así pasaron algunos días donde el planeta Sadala se mantuvo en un descontrol inmenso, el pueblo saiyajin por fin se rebeló al enterarse de la muerte de Jagai, impidiendo que el resto de altos mandos se hiciese cargo de la raza como si nada hubiese ocurrido, mientras que el relato de lo que pasó ese día en el castillo pasó de boca en boca, admirando a propios y extraños sobre lo que aquella joven guerrera había hecho por ellos.
Una vez la saiyajin completó de sanar se realizó el funeral a Rensou, un gran rey para el pueblo saiyajin pero una mejor persona, que supo liderar el equipo que liberaría a sus compañeros de aquel régimen que tantos problemas les causó. Todo el planeta se reunió en las puertas de un castillo destruido, donde se le haría un homenaje y numerosas dedicatorias y discursos, aunque Nebula prefirió mantenerse oculta, pasando desapercibida, sabiendo lo que se hablaba de ella luego de la masacre.
Pero se llevó una gran sorpresa cuando, luego de que prácticamente todo el mundo diese su discurso y aplaudiese dando su respeto al fallecido mandatario, Spinak, un retirado quien supo ser mano derecha de Rensou en sus etapa inicial en el trono y había sido partícipe del batallón, decidió que era hora de revelar la presencia de Nebula. La joven no comprendía que ocurría pero nadie parecía estar extrañada ni enojada de escuchar su nombre, al contrario, la reacción de los presentes había sido opuesta a la que había imaginado. Una vez subió al escenario donde se encontraban se quitó la capa con la que se ocultaba, dejándose ver por todos después de tanto tiempo.
A continuación Spinak decidió tomar riendas en el asunto y la presentó frente a todos, aunque no quedaba ni uno que no tuviese conocimiento de su existencia. Fue presentada como la salvadora del pueblo, quien le hizo frente al rey Jagai y sus soldados y los liberó de tal tiranía, siendo aplaudida por todos los saiyajines presentes mientras se le iluminaba el rostro y dibujaba una sonrisa que mezclaba felicidad y confusión.
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Nebula, la salvadora del Planeta Sadala y la raza Saiyajin, ¿quiere ser nuestra nueva emperadora |
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La pregunta la dejó completamente atónita, el público gritaba pidiendo que diera un sí como respuesta pero ella no comprendía como siquiera había podido salir a la luz después de lo que había hecho años atrás. Niños la saludaban con una sonrisa, familias completas estaban allí esperando este momento y no pudo hacerlos esperar más, asintiendo y siendo nombrada como la nueva Reina de Nuevo Sadala.
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Los días posteriores a su nombramiento como emperadora fueron complicados, ella aún no se daba cuenta lo que había ocurrido pero a pesar de esto se encontraba entre emocionada y pensativa. Poco a poco fue conociendo sus tareas como gobernante, aunque ella no estaba de acuerdo en muchas de ellas. Para comenzar, el castillo fue derrumbado luego de su pelea con Jagai, por lo que los altos mandos dejarían de tener ese lugar tan atesorado con el que veían por encima al resto del pueblo.
Nebula decidió que no sería una gobernante más del montón, de esos reyes soberbios que nunca miraron al pueblo para tomar decisiones, al contrario, se mostró mucho más cercana a la clase media e intentó romper con esas diferencias que había entre aquellos saiyajines y los de la élite. Esto generó que los saiyajines que habían formado los altos estamentos hasta ese entonces rechazaran el mandato de la guerrera, queriendo hacer todo lo posible para bajarla del trono, pero su determinación y el apoyo de la gran parte del planeta causaron que fuese imposible y no tuvieran otra opción más que rendirse.
De esta forma los altos mandos fueron desterrados, alejándose de las grandes concentraciones de gente para pasar a estar aislados de la raza saiyajin, lo que propició aún más el cariño de los saiyajines por la nueva emperadora.
Una vez asentada con la corona, Nebula se sintió mucho más cómoda, y sobre todas las cosas, libre, puesto que a pesar de que hacía todo esto por el bien de su especie y de que ellos no pasaran por las mismas situaciones que ella vivió a causa de reyes anteriores, también se sentía que no estaba obligada a tomar ninguna decisión en específico por primera vez en su vida. De hecho, le comenzó a agradar la idea de estar al mando, sus decisiones eran apoyadas y tanto emperadora como pueblo trabajaban casi que a la par para darle lo mejor a las nuevas generaciones.
Una de sus primeras decisiones fundamentales fue abolir con el proyecto que le cambió la vida, aquel que experimentaba en saiyajines bebés para crear guerreros fuertes. Decidió que no castigaría a los soldados y científicos que estaban involucrados puesto que no había sido decisión de ellos hacerlo, sino que eran órdenes de arriba, pero aprovechando tantos años en tecnología y el trabajo en cuerpos saiyajines, crearía un sector de cuidados y primeros auxilios con los que todo el pueblo obtendría un progreso considerable en su salud.
Y así fue como la saiyajin Nebula, aquella pequeña a la que se le arrebató todo por un simple capricho de la realeza, aquella joven que fue criada con el fin de pelear y nada más, y aquella mujer que fue encerrada por un arrebato de ira que los mismos altos mandos causaron, comenzaría un nuevo camino, uno donde la libertad sería un guía y la tranquilidad de ser ella misma por primera vez en su vida la acompañaría en su deber como Emperadora de Nuevo Sadala...
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Con el pasar de los años, la realeza y todo el pueblo de Nuevo Sadala comenzó a catalogar este acontecimiento con un nombre, hasta el punto de enseñarlo en las escuelas. Obviamente muchos datos serían modificados y no se mencionaría nada de las razones del actuar de Nebula, dejándolo como un ataque de locura e incluso usando el hecho para tapar la muerte de niños en otros experimentos.
- Tipo: Masacre.
- Nombre: El día de la Lluvia Roja.
- Fecha: 16 de junio de 798.
- Ubicación: Planeta Nuevo Sadala.
- Perpetradora: Nebula
- Víctimas: Saiyajines de Nuevo Sadala.
- Cifra de víctimas: ~ 45.
- Desarrollo: Nebula, "Experimento Nº 20", atacó a nuestros científicos en un arrebato de locura y rabia, matando a todos los que se encontraban en el Laboratorio Central, a su vez, asesinó a sus tres compañeros de escuadrón, el Escuadrón Nº 11, Chopa, Korn y Echalote. Se estima que varios niños saiyajines con los que se está experimentando también fallecieron en este hecho. El acontecimiento es llamado en Nuevo Sadala como "el día de la Lluvia Roja" por la sangre que derramó del cuerpo de nuestros saiyajines inocentes.
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- Coordinación Visomotriz: Las prótesis de Nebula no le permiten el sentido del tacto, por lo que ha tenido que adaptarse a tener una precisión visual increíble. También a ser muy asertiva al momento de utilizar más o menos fuerza para una tarea.
- Memoria Motriz: Yendo de la mano con lo anterior, se ha tenido que valer mucho de todos los mecanismos de memoria que su sistema le puede ofrecer, no sólo el visual, sino también recordar los patrones de movimiento exactos, los niveles de fuerza y presión de sus manos, cualquier detalle de ejecución a base de pura prueba y error, aprendiendo a prestar atención a cada mínimo detalle para volver a replicarlo.
- Absorción de Energía: Los brazos de Nebula, además de tener la capacidad de almacenar energía de su propio usuario, también la pueden drenar de otros seres vivos; así como lo hacían muchos de los androides de la franquicia, solo que no de la misma manera. En vez de tener sensores en las palmas, el metal de sus extremidades es capaz de filtrar la energía que recibe del exterior; esto sucede a través de impactos fuertes como golpes, movimientos que le permitan una cercanía con la energía del contrario para poder "robársela". Así que si el otro está en movimiento, expulsando energía constantemente, eso también hará más fácil el trabajo. Por ende, esta es una habilidad pasiva que sirve mucho para prolongar la resistencia en combate y debilitar lentamente al rival.
- Cambios de Temperatura: Otra característica de sus miembros metálicos, es la capacidad de modificar este rasgo; puede hacer que sus brazos adquieran calor extremo o frío helado, y esto no tendría ninguna repercusión en ella ya que no lo sentiría—tampoco dañaría el metal, ya que este resiste bien—. Entonces, no tendría problemas en usar esta táctica indefinidamente. Claro, el cambio de temperatura es algo paulatino y que cuesta un poco de su propia energía, así que tampoco es conveniente en todas las situaciones.
- Efecto Reflector: Gracias a las propiedades del kacchin forjado, Nebula puede hacer que los ataques débiles de ki o con propiedades de luz reboten sobre sus brazos, redirigiéndose en dirección opuesta. Esto sin dañarse las prótesis.
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- Articulaciones de los brazos: Las uniones entre sus piezas metálicas que funcionan como articulaciones, puede que sean elásticas y con un punto a favor ya que no requieren mantenimiento con aceites para funcionar correctamente, pero también son mucho menos resistentes que el resto del recubrimiento. Así que pueden ser dañadas o hasta cortadas y así desprender las partes de las prótesis.
- Bloqueos mentales: Nebula suele tener esa especie de bloqueos mentales en combate, algo que no es de extrañar si hablamos de una persona que fácilmente se puede llevar una sorpresa al haber vivido dentro del castillo por toda su vida, teniendo pocos combates a vida o muerte.
- Sangre y traumas pasados: De la mano con lo anterior, y sumado a los traumas infantiles que tuvo a lo largo de toda su vida, Nebula suele espantarse y reaccionar abruptamente al ver sangre correr por el cuerpo y rostro de sus contrincantes, o en el suyo propio.
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Nebula no es una amante de los combates, por lo que su estilo llega a sentirse un poco impersonal. Más que sentir el combate fluir a través de su cuerpo, de sentir la adrenalina, Nebula se limita más bien a analizar su entorno y hacer lo que crea más conveniente. Tampoco es que se trate de una analista maestra, pues desconoce muchas de las bases de las artes marciales y las ideas que tiene sobre el dominio del ki y cómo contrarrestarlo también son algo pobres—recordemos que ella maniobra el ki de una forma diferente, a través de sus brazos—. Tampoco es lo que podríamos llamar una buena improvisadora, ya que no es de tener ideas ingeniosas en el momento oportuno.
Lo que sí es al momento del combate, es una buena observadora. Nebula se ha acostumbrado a prestar especial atención a detalles, y a pesar de no saber nada de combate técnico, puede distinguir cosas como el cansancio de un oponente, sus niveles de ki, qué tanto han subido o bajado, qué tan pesados son sus golpes, esa clase de estadísticas que se sacan en base a comparativa, producto de su gran memoria motriz. Y por supuesto, además de ser especialmente atenta a detalles de su oponente, también sabe cómo usar su propio cuerpo en combate. Sabe sus rangos de movimiento, niveles de energía y absolutamente todos los límites de sus propias capacidades, lo que le facilita mucho la tarea de revisar sus opciones.
Al momento de la batalla, se caracteriza por ser muy paciente. Ella espera su momento, busca una oportunidad ideal para atacar, y no simplemente se lanza a la ofensiva porque sí. Es común en ella mantenerse al menos una parte del encuentro a la defensiva, o ir variando ente defensa y ofensa, pero pocas veces una total ofensiva. Esto lo hace solamente en casos donde sabe que el combate es fácil de ganar y no tiene mucho sentido extenderlo.
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En cuanto a su trabajo en equipo, podríamos decir que no es perfecto pero que, a medida que fue involucrándose más en las misiones de su escuadrón, ha ido mejorando. Suele analizar las cosas y observarlas a detalle, por lo que visualizar a sus oponentes enfrentándose a sus compañeros es una buena forma de ubicar sus puntos débiles. Esto no quiere decir que le guste quedarse atrás de su equipo, pero, como se mencionó anteriormente, es bastante paciente y prefiere aprovechar un buen momento en una abertura del rival para terminar el combate lo más pronto posible.
No es la mejor comunicándose con el resto, algo que ya se podía intuir, y a la hora de combatir esto se acrecienta, pasando a ser observadora y silenciosa para no perderse ningún detalle. Así como intenta comprender los movimientos de sus rivales, hace lo propio con sus compañeros, por lo que no hace falta mucha comunicación si se tiene a Nebula en el equipo. De esta forma es capaz de analizar si alguno de sus compañeros está en problemas o puede recibir un golpe fatal para aprovechar todas las circunstancias y evitarlo de lleno, aunque siempre y cuando con esto pueda ganar ventaja en su propio combate.
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La transformación de Super Saiyajin la dota de un poder inalcanzable para cualquier otro saiyajin, pero no por eso son únicamente ventajas las que obtiene, al contrario. Nebula en este estado suele perder un poco su paciencia y cordura que tanto se destaca en su estado base, llegando a actuar de forma impulsiva si la rabia la consume y evitando el regular la fuerza de sus golpes que, sumados a la potencia que brinda la transformación, pueden ser letales.
De todas formas, la guerrera entiende el poder inmenso que le brinda el Super Saiyajin, por lo que en caso de mantener la calma vuelve a ser la Nebula observadora y con más razón aún, pues de encontrar un punto débil y poder aprovecharlo como se debe, los combates logran ser terminados de la manera que más le gusta, rápidos y concisos.
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Luego de años en su cargo como gobernante de Nuevo Sadala, el mantener un régimen y orden para la raza no fue lo único que aprendió. Sus años de entrenamiento fueron dejados de lado ya que no era mucho el tiempo que tenía para centrarse en mejorar físicamente, pero sí pudo ampliar más su mente en cuanto a lo teórico y creativo se refiere.
Como emperadora aprendió numerosas formas de combate, tanto individuales como en equipo, ya que el observar el aprendizaje de los soldados de su ejército le brindó de mucha información y de perspectivas que nutrieron su conocimiento en batalla y permitieron que esa Nebula observadora que tan analista y cautelosa fue durante tantos años necesitara aún menos tiempo para desarrollar sus estrategias y encontrar las debilidades de su oponente.
Así es como fue perfeccionando su estilo de combate, que no perdió su esencia y que tan conocido fue en el planeta, llegando incluso a ser enseñado como mandamiento en el ejército el no actuar de forma impulsiva, cosa opuesta a la que se enseñaba en mandatos anteriores.
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Nebula concentra su energía en los dedos de su mano, y al acercarse lo suficiente a su oponente, lo impacta brutalmente en las zonas alrededor de los ojos y sobre la frente. Además del golpe propiamente dicho, terminará por liberar algo de energía contra su oponente a través de sus dedos, dañándolo más profundamente. Dependiendo del nivel de fuerza que use para ejecutar esta técnica, podrá provocarle una ceguera temporal o en situaciones extremas, una lesión permanente de la vista que va desde cataratas a ceguera completa. Frecuentemente utiliza esta habilidad para comenzar un combo de golpes o continuar su arremetida con otra de sus técnicas, ya que sirve como distracción o generación de una abertura en la defensa del enemigo.


Nebula se toma un par de segundos antes de atacar, usando su energía concentrada dentro de los brazos para activar su sistema de calentamiento y elevar la temperatura de estos. Se lanzará a golpear, y aunque los primeros golpes seguramente sólo causen alguna quemadura leve, haciéndole pensar al rival que no es la gran cosa, Nebula dará un último golpe, ya con la temperatura de sus brazos al límite. El contacto del metal en este estado contra la piel es capaz de ocasionar una quemadura de quinto grado. No es poco decir que en caso de que Nebula alcance un estado donde pierde su cordura llega al punto de utilizar esta habilidad para calcinar completamente las extremidades o partes en específico del cuerpo de sus adversarios.


Nebula concentra ki en ambas manos al estilo del Resplandor Final, pero con la diferencia de que una vez este impacta en su objetivo se realiza una explosión de características masivas, claro está, dejando a la saiyajin en un estado bastante deplorable una vez la utiliza. Suele ser su última esperanza y no la utiliza prácticamente nunca ya que el gasto de energía que conlleva la deja totalmente vulnerable ante ataques posteriores, razón por la que no la utiliza si sus oponentes son numerosos.


Utilizando sus dedos anulares concentra ki de forma que puede lanzar numerosos rayos de ki con una velocidad que lo hacen prácticamente imposibles de esquivar, aunque la joven debe focalizarse de tal manera que suele ser un blanco fácil para ataques externos. Buscando esa concentración fija su mirada en un punto, perdiendo la perspectiva de su alrededor momentáneamente con el fin de que su técnica sea lo más precisa y veloz posible siendo que la energía se acumula hasta que no se puede contraer más en ese pequeño punto, saliendo con una rapidez inimaginable.


Colocando sus dos manos, abiertas y unidas, a la altura de sus hombros, comienza a crear una esfera de ki con la que toma todo el ki absorbido. Finalmente, con un ataque muy potente ya concentrado, lanza un rayo de ki que en muchos casos puede ser mortal, incluso dañando zonas completas de planetas. Nebula toma una pose un tanto peculiar para realizar esta técnica, encorvándose y colocando una pierna delante de la otra con bastante distancia entre ellas, esto con el objetivo de tener una postura que evite que al lanzar el ataque su cuerpo se mueva y cause daños más allá de su objetivo.

Utilizando ambas manos, las posiciona una hacia delante de su cuerpo y otra hacia su espalda y comienza a girar lanzando ondas de ki, con la particularidad que están salen una tras otra y en gran cantidad, creando una avalancha de ondas capaces de infringir daño en todas las direcciones. Nebula ha sido capaz de practicar esta técnica al punto que puede lograr que las ondas de ki salgan de la forma más aleatoria posible, que sumado al giro a gran velocidad, forman un ataque impredecible, rápido y, por lo general, efectivo. No es fácil para ella esto último ya que requiere gran coordinación y entendimiento de su entorno para cubrir un área lo más grande posible y dejar casi nulas las posibilidades de escapatoria.


Nebula se encarga de bajar la temperatura de sus dedos a una lo suficientemente baja para congelar casi que al contacto. Una vez hizo esto se dispone a atacar normalmente y cuando tiene la oportunidad, ataca a los ojos del rival, buscando congelar la córnea de estos y así bloquear la vista de su oponente. La desventaja que esto posee es ese período de enfriamiento donde sus brazos y más precisamente, sus manos, quedan prácticamente sin uso hasta que la acción se complete.

Nebula estalla su aura sobre uno de sus brazos, que concentra toda esa energía. A unos metros sobre el aire, apunta a su enemigo con dicho brazo y en el radio de su oponente se formará un círculo marcado de energía que se levantará como una pared de ki, impidiéndole escapar. Saldrán disparadas ráfagas de ki dentro del radio delimitado por el círculo, como una lluvia cromática en sentido inverso. Cuando Nebula cierre su mano, el radio entrará en colisión y explotará, pero dicha explosión se mantendrá controlada dentro de las paredes de ki.

La androide extiende un dedo y agita el brazo al frente, formando un pequeño tajo de energía giratorio. El tajo va a ir creciendo a medida que tome distancia, así que seguirá agrandándose mientras no impacte contra nada; eso lo vuelve más complicado de evadir. A pesar de ser energía, la textura de esta técnica es como el corte de un arma blanca, parecido al Kienzan.
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Nebula concentra las luces externas en sus dos brazos, cruzados por delante suya, para finalmente reflejarla dicha luz en dirección a la mirada del oponente y así cegarlo y poder escapar o contraatacar. Esta técnica fue la primera que desarrolló la joven al experimentar con su brazo metálico, aunque su perfeccionamiento requirió mucha práctica y necesita de factores externos como el lugar donde se esté llevando a cabo el combate para adaptar su funcionamiento.

Utilizando la capacidad de absorber energía, Nebula concentra todo su ser en esta función, precisamente en su brazo derecho y así poder utilizar su cuerpo como canal y desviar el ataque enemigo. Con su brazo derecho recibe el ataque el cual pasa por todo su cuerpo y sale desde su brazo izquierdo, así evitando los daños. Cabe aclarar que esta habilidad depende de cuál sea la técnica o energía en particular a desviar, funcionando de gran manera con ondas o rayos de ki, incluso aunque sean de una gran potencia, pero complicando su uso cuando se trata de un ataque que engloba un volumen mayor.

La saiyajin busca absorber la mayor cantidad de ki posible mientras se desarrolla el combate, para posteriormente utilizar la capacidad de devolver el ki, pero para distribuirlo por todo su cuerpo, principalmente para la capa más externa de su piel. Con esto crea un reforzamiento en la piel capaz de resistir de mejor manera los ataques enemigos, principalmente los físicos, y puede concentrarse con mayor facilidad en ataques mayores.
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Canalizando energía en sus pies, puede utilizarla como propulsor para aumentar su velocidad a la hora de atacar cuerpo a cuerpo o para esquivar ataques enemigos, pero también es capaz de direccionar dicho impulso hacia sus rivales y causar quemaduras importantes, teniendo que ser utilizado a corta distancia. Suele combinarla con otros ataques de energía, logrando esquivar o posicionarse en la mejor zona para luego atacar, todo a gran velocidad.

Nebula entrará en un intercambio de golpes, con la intención de salir beneficiada de ello. Pues al estar su rival atacando y moviéndose constantemente, liberará energía, energía que Nebula podrá ir drenando con cada golpe que le vaya a acertar, y al pasar de los minutos, aún si al inicio se trataba de una situación reñida, Nebula podrá sacar ventaja, ya que esa misma energía acumulada volverá sus golpes mucho más contundentes. Eso sí, la saiyajin no puede almacenar esa energía por mucho tiempo dentro de sí, por lo que no es una buena estrategia para ella acumular lo ocurrido en un combate anterior, por el contrario, es preferible que se centre en lo que ocurre en la pelea actual.

Nebula observa y analiza el estilo de pelea de su contrincante, hasta poder concentrar ki en la zona donde su rival fuese a golpearla, una vez este lo hiciese el golpe no surtiría efecto por la energía acumulada, utilizando esta misma para responder rápidamente y atacar al máximo. De esta manera crea una doble protección que va causando que su rival se desespere al ver que sus golpes no surten efecto, lo que favorece aún más a la saiyajin puesto que un guerrero nervioso suele acudir más asiduamente a los golpes con los que se siente cómodo, repitiendo patrones y generando que la androide sepa bien que zonas resguardar.

La saiyajin utiliza sus brazos de forma opuesta a como suele hacerlo, es decir, en vez de absorber la energía de su oponente, Nebula llena a su oponente de la misma, provocando una especie de sobrecarga en su cuerpo que puede causar que este quede inconsciente al ser abrumado por tanto ki. Es una de las formas favoritas de Nebula para derrotar a enemigos débiles, ya que no es mucha la energía que tiene que utilizar para sobrecargar seres que de por sí no son de un muy alto nivel que digamos.


Luego de un combate intenso, Nebula utiliza los cambios de temperatura de su cuerpo para relajarse, primero, cerrando heridas al usar temperaturas bajas y congelar la sangre que por ellas sale, y luego utilizando temperaturas altas y así relajar músculos contracturados en las partes afectadas. También es útil en caso de cortes abiertos o incluso lesiones musculares, utilizando esto para manejar el flujo de su sangre y evitar hemorragias internas o externas.

Nebula crea grandes ondas de ki, y, utilizando la capacidad de reflejar cualquier tipo de luz u onda en sus brillantes brazos, comienza a formar un espectro de luces a su al rededor que confunden a su contrincante. Esta técnica solo es útil si se encuentra a una distancia suficientemente cerca para que las ondas de ki sean útiles y lo suficientemente lejos para que el reflejo llegue a confundir al rival. Requiere una gran concentración y coordinación, la cual Nebula ha llevado a otro nivel al incluso poder acercarse mientras la realiza, confundiendo al rival hasta el punto de estar tan cerca como para golpearlo antes de que lo note.


Esta técnica suele ser pocas veces usada por Nebula ya que requiere suficiente concentración para realizarla como para analizar la situación. Primero utiliza la capacidad de cambiar la temperatura de sus brazos, haciendo que uno funcione con temperaturas frías y otro con calientes. Posteriormente busca lanzar fuertes kiais en distintas direcciones con toda su potencia, creando ráfagas de vientos intensas que se van intercalando, y sumado a los choques de temperatura que se producen, terminan por formarse un tornado que Nebula es capaz de, incluso, direccionar.
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El Super Saiyajin es una transformación legendaria en cualquiera de los universos, la inmensa diferencia que hace el hecho de utilizarla le ha hecho ganarse numerosas leyendas e historias que relatan a los saiyajines que han logrado hacer uso de la misma, o que dicen haberlo hecho. La saiyajin Nebula pasó por muchos momentos difíciles desde su infancia, desde el quedarse huérfana hasta haber sido privada de su libertad por lo que en cuanto al apartado emocional se trataba de una joven de apenas 19 años que había vivido en su vida todo tipo de situaciones, conocido todo tipo de personas, y también perdido a dichas personas, por lo que su inestabilidad sentimental era significativa.
La muerte de Rensou fue simplemente un detonante que acortó el tiempo de espera de un suceso inevitable para la guerrera, logrando escalar en unos minutos una gran cantidad de poder, precisamente siendo cincuenta veces más fuerte que en su estado base. En esta transformación presenta los cambios que todos conocemos, pasando a tener un cabello dorado, el cual se eriza considerablemente, sus ojos se tornan celestes y la musculatura se tonifica en gran medida.
En esta transformación la saiyajin pudo vencer al rey Jagai y derrocar a su Imperio de tiranía, logrando convertirse en la salvadora de Nuevo Sadala y de esta manera dejando atrás todos esos fantasmas y temores que habían invadido su cabeza desde pequeña.
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A una corta edad Nebula ya mostró indicios de ser una saiyajin prodigio, con un gran poder base y una notable resistencia a causa de su sangre mestiza entre castas. Esto facilitó y de hecho promovió la decisión de la realeza de utilizarla como experimento. A una corta edad, su poder comenzó a desbordar, dejando salir todo su potencial en acompañamiento de las prótesis que solo ayudaban a resaltarlo.
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Luego de atravesar su desarrollo físico, la saiyajin se mostró más y más fuerte, de la mano de un proyecto que progresaba de forma exitosa y mejorando sus capacidades de combate. Era una saiyajin a temer en todo Nuevo Sadala y su poder ya era el más alto entre todas las tropas.
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Fueron pocas las veces que Nebula se vio forzada a utilizar más de su nivel promedio, siendo que por lo general este era suficiente para hacerle frente y vencer a cualquier oponente. Por esta misma razón nunca fue capaz de controlar tal cantidad de energía manteniendo a su vez un control mental. Cuando desató todo su poder superó cualquier escala vista hasta el momento, intimidando a cualquiera que se le pusiera enfrente.
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Es más que conocido el aumento de poder que genera la transformación en Super Saiyajin. Este estado le brinda a la joven la capacidad de aumentar cincuenta veces su poder base, pasando a ser una guerrera mucho más temible, lo que es bastante decir para Nebula que ya poseía un nivel por encima del resto de saiyajines.
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"Experimento Nº 20" recibió el nombre del experimento que utilizó a Nebula como sujeto de pruebas. Las razones eran claras, la chica había presentado una gran resistencia al sobrevivir al ataque de 2 demonios a pesar de poseer una corta edad, además de ver una gran oportunidad al ser una chica fruto de una pareja que no debió haber existido al ser de madre de clase media y padre de élite.
Esto causó que el rey aceptase las plegarias de Jagai y la utilizasen para continuar con sus experimentos, luego de 19 casos donde el sujeto terminó falleciendo, en su mayoría por malas prácticas provenientes de los saiyajines del sector intelectual.
En principio se colocaron 2 prótesis metálicas, una en cada una de sus brazos, realizadas a detalle y con gran precisión, las cuales fueron cambiadas mediante la niña crecía y se las adecuaba a su cuerpo, hasta llegar a unos brazos óptimos en todas las condiciones. Dichos brazos eran evaluados casi diariamente por todo tipo de examinadores, haciendo pruebas físicas como levantar cierta cantidad de peso o impactar algunos golpes, como también en su funcionamiento, articulaciones, velocidad de respuesta, entre otros.
A su vez, mediante se observaba que el proyecto de los brazos avanzaba de forma exitosa, también se le fueron añadiendo funciones extra, con el finde lograr que Nebula se convirtiese en un guerrero de élite capaz de salir de cualquier aprieto o problema en batalla y fuera de esta. Con esto se le colocaron a los brazos la capacidad de aumentar o disminuir su temperatura exponencialmente, o la capacidad de reflejar la luz, por ejemplo.
Las evaluaciones continuas en ella no cesaron hasta que Nebula logró ingresar en el escuadrón de élite, ya que este le requería una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, aumentando el período entre sesión y sesión. Eso sí, los científicos no se detuvieron aquí y buscaron crear un ejército de saiyajines como la guerrera, fallando en otras 30 oportunidades hasta que Nebula descubriría todo.
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Arco | Rival | Resultado |
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Pruebas del escuadrón | Saiyajines varios | Victoria |
Pruebas del escuadrón | Echalote | Victoria |
Misión Kanassa | Pueblo kanassiano | Inconclusa |
"El Día de la Lluvia Roja" | Korn y Chopa | Victoria |
"El Día de la Lluvia Roja" | Echalote | Victoria |
"Liberación" | Jagai | Victoria |
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Imagen | Oponente | Resultado | |
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4º Promotion League One | |||
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Rokoshi (DBF) | Victoria | |
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Yudai | Derrota | |
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Crim (WW) | Derrota | |
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Allium (FW) | Derrota | |
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Darkhan (WW) | Derrota | |
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Ƶhivago/Legión (WW) | Victoria | |
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Shinfinite | Victoria | |
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Normand | Victoria |
Oponentes | Resultado | ||
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1º Teamkaichi Budokai | |||
Rediktum & Shouyu (CW) | Derrota | ||
1º Torneo Fanon del Poder | |||
Lucas Carmona | Victoria | ||
Rokoshi (DBF) | Victoria | ||
Sadness (WW), Koshu (DBF) y Enfers (CW) | Derrota | ||
2º Torneo Fanon del Poder | |||
Praiz (DBGS) & Debbido - Dragon Ball NW & Sadness (WW) | Derrota | ||
Pyrofarer, Fern du Moshui (DBF) VS ╠ Klepsei ╣ | Victoria | ||
4º Torneo Fanon del Poder | |||
Saetia | Victoria | ||
Rice (WW) y Neru | Derrota | ||
Lucas Carmona | Victoria | ||
Crim (WW) y Makako (WW) | Tercer Puesto | ||
5º Torneo Fanon del Poder | |||
Nexialist | Victoria | ||
Alanis y Caliban | Victoria | ||
Aerith y Koshu (DBF) | Victoria | ||
Nori | Victoria | ||
Aerith y Koshu (DBF) | Campeona |
Oponentes | Resultado | ||
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Golden Freezer Awards 2019 (Mejor Anti-héroe) | |||
Koshu (DBF), Rice (WW), Otal (CW), ►Farnat◄ y Gond (WW) | Derrota | ||
Golden Freezer Awards 2022 (Mejor Neutral) | |||
Omega (CW), Otal (CW), Makako (WW), Crim (WW), Nexialist, Nydaq, Ophoni y Neru | Segundo Puesto | ||
Black Freezer Awards 2023 (Mejor Neutral) | |||
Crim (WW), Selanne, Gond (WW), Koshu (DBF), Otal (CW) y Shiver | Segundo Puesto |
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Arte de Dragon Ball Squad Eleven: Rise
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Avatares en B&C
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- Nebula sufrió grandes cambios desde que Saail es dueño de la misma, pasando a ser un personaje completamente opuesto.
- Dejó de ser una heroína para ser una villana.
- Dejó de tener una paleta de colores variada y colorida (rosado, celeste, etc) a tener una mucho más oscura.
- Ella no utiliza el mismo tipo de camiseta pegada a la piel igual que el resto de sus compañeros, sino que tiene una especial que se acomoda a la forma de sus hombros para no entorpecer el movimiento de los mismos.
- Algunos datos mostrados en el One Shot:
- A pesar de protagonizar este, su primer diálogo lo tiene hasta casi la mitad del escrito.
- En un momento se menciona que ella sonríe por primera vez en el año 798, es decir, a sus diecinueve años de edad. Se puede especular que también es la primera vez que llega a reírse.
- Nebula suele utilizar una manta negra durante sus viajes. Para evitar que la luz se reflecte en sus brazos y mantener perfil bajo. Sin embargo, se la quita para pelear. Esta se llega a ver tan solo una vez en el OS.
- Y otros acerca de su relación con el resto de su escuadra
- Korn y Chopa llegan a tararear la melodía que suele tocar Nebula en el piano, eso quiere decir que ya la han escuchado varias veces hasta saberla de memoria.
- En el artículo de Echalote, indica que su edad es de veinte años, por lo que le llevaría un año a Nebula.
- Alrededor de todo el artículo del personaje hay algunos detalles hechos a propósito, en espera de que algún lector se llegue a dar cuenta. Y aún si fue el caso, o no, aquí una lista de esos símbolos—se invita a tomarse el tiempo de leerlos y pensar sus significados, ya que no todos estarán explicados, o bien podrían interpretarse de otra forma—:
- Los colores que representan a la raza saiyajin del U5 son el morado y el amarillo, y en el diseño del artículo se combinan esos colores, solo que el morado específico de Nebula es de tono opaco y oscuro.
- Los encabezados principales tienen como ícono el emblema de la propia raza—que en este universo no es únicamente un emblema de la realeza, sino también de la élite—. Un signo que, aunque a Nebula no la representa, es obligada a cargar con él de forma obligatoria.
- En los sub-encabezados, está la cinta propia de los comandantes de escuadrones. Sin embargo, no se le ve el logotipo amarillo, precisamente porque este ya está siendo usado en los encabezados principales, es decir, la cinta fue separada del emblema principal.
- Las frases ubicadas en la sección de la personalidad son casi en su totalidad dichas por otro personaje, y se distinguen por tener unas comillas de color violeta más claro. Esto se hizo con la finalidad de acentuar el lazo estrecho entre estos personajes y el valor que ha tenido en el desarrollo de la personalidad de Nebula.
- En contraste, las citas que son extractos o propias de Nebula, se distinguen por tener unas comillas más opacas.
- En la división de la personalidad principal, con los títulos de "La Sangre Fría" y "La Sangre Caliente". Estos hacen referencia primeramente a como se refieren los saiyajin a los de raza pura: Sangre Caliente, y a los que son híbridos: Sangre Fría. Sin embargo, toma otro significado en la historia de Nebula, ya que esta utiliza el término "Sangre Fría" para referirse a sí misma como alguien que no encaja dentro de su raza. Así que "La Sangre Fría" se está refiriendo a la parte de su personalidad que se siente robótica, pues poniéndolo de la forma más literal: por sus brazos no corre sangre caliente, estos son fríos. Mientras que su contraparte, "La Sangre Caliente", alude al desarrollo que llega a tener a lo largo de su historia, que la hace sentirse más viva.
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- ↑ Campeona del 5º Torneo Fanon del Poder
- ↑ Ganadora de la categoría "Mejor Neutral" en los Golden Freezer Awards 2024.
- ↑ Segundo puesto de la categoría "Mejor Neutral" en los Black Freezer Awards 2023.
- ↑ Segundo puesto de la categoría "Mejor Neutral" en los Golden Freezer Awards 2022.
- ↑ Tercer puesto del 4º Torneo Fanon del Poder
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