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♂ Masculino |
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76 años |
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Saiyajin |
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Planeta Sadala |
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Señor del Crimen |
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Medallero | |
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Beetroot (ビートルート, Bītorūto) o mas conocido como Kumori (曇り, Kumori) nombre bajo el cual acoge el alias de El Distorsionado (歪んだ, Yuganda) es un saiyan proveniente del Planeta Sadala y un ex-sicario reconocido en el rubro de los asesinos a sueldo.
Fue creado por el usuario Kyomist10 para participar en la serie World Wikia con el rol de villano. Cuenta con su propia serie, llamada Kumori Hiden, donde se narra su biografía. Y se suman dos historias: Paseo de la Soledad y Cronicas de un Alma Decadente, remarcando momentos importantes de su vida.
Actualmente es uno de los señores del crimen mas importantes, acogiendo un nuevo alias. Siendo ahora conocido como El Anfitrión (ザ・ホスト, Za hosuto), creador y fundador de la organización de asesinos Primera Sangre.
Etimología
Kumori significa Nublado en Japonés, haciendo referencia a las últimas letras del nombre de su autor, Mist que significa Niebla en Inglés.
Desde otra perspectiva se le quiso dar un nombre con denominación saiyan. El cual corresponde a "Beetroot" que significa raíz de remolacha o remolacha en Inglés.
Concepto y creación
En las primeras fases para la creación de Beetroot, o Kumori el concepto fue el de un saiyajin cruel, bélico, un maníaco loco que podría pertenecer a las fuerzas de Freezer, pero esto fue rápidamente descartado debido a lo usado que estaba. Mi idea para Kumori no era tan clara, solo quería que fuese un saiyajin, uno parecido a "Cumber" ya que este siempre fue de mi agrado por como fue planteado. Poco a poco fui construyendo al personaje que tenemos ahora con lo que se me ocurría, hasta que una vez, cuando todavía no conocía bien DBFW lo inscribí a los GFA con la mentalidad de que ya era un personaje "terminado", que ya estaba listo. Cuando de hecho habían muchos mejores que él, la historia de Beetroot era poco clara, la rehíce muchas veces, la borraba y cambiaba muchos eventos haciéndolo inconsistente.
Pero en un momento tuve la oportunidad de conocer a Saail, y me enteré de que hacía imágenes, por esto, le pedí que me hiciera una para Beetroot y esa fue la primera que tuvo, me gustaba mucho y las ideas seguían surgiendo en base a esto, pero no eran sólidas. Por esto, volví a comenzar desde el principio, aunque mi menté se mantenía en blanco, solo con una idea, quería algo que a la gente le gustara pero que mantuviera mi esencia junto a lo que deseaba en un principio para él.
Hice uso de todo lo que tenía a mi disposición para poco a poco formar a un saiyajin, un ser trastornado, traumado por ser golpeado constantemente por la vida, un saiyajin que entendiera el verdadero significado del dolor. Ahora mismo me encuentro contento con lo que hasta ahora he logrado en Kumori.
En concreto a Kumori se le quiso dar esa vista a la locura o corrupción de la mente que puede llegar a tener cualquiera cuando se expone a los distintos golpes de la vida. A la soledad, a la traición, a la falta de alguien en quien puedas confiar. Al no querer pasar mas por esto y ser el que traiciona, el que pone la soledad, el que pone la falta de alguien, busco hacerse mas fuerte a costa de lo que sea dejando como meta en su vida ser en simples palabras el "jefe".
Podrá demostrar que es alguien duro y sin sentimientos pero en el fondo lo único que necesita es un poco de psicología de parte de un profesional. Tanto comprensión y desarrollo emocional.
Biología
Al igual que otros saiyajin, su esperanza de vida supera con creces la de los humanos, y su envejecimiento es mucho más gradual, no comenzando a manifestar signos de envejecimiento hasta después de los 80 años o más. Sin embargo, los saiyajin del Clan Maligno poseen una mutación genética que altera drásticamente su biología al ser descendientes de una rama de los saiyajin primigenios. Estos llevan en sus genes una enfermedad degenerativa que acorta significativamente su vida, reduciendo su estimativo a los 50 años en promedio. Además, esta mutación los incapacita para transformarse en Ohzaru, a pesar de poseer cola, e impide el acceso a la forma tradicional del Super Saiyajin y sus predecesoras.
En el caso de Kumori, su biología es aún más particular. Desde su llegada al Planeta Nerabyte, ya era considerado un mutante, pero la exposición prolongada a los gases tóxicos y a las condiciones extremas del lugar llevaron su mutación a un nivel completamente único. Sus órganos desarrollaron un metabolismo altamente eficiente, y su cuerpo recibiría una mejor resistencia. Sin embargo, este mismo fenómeno tiene un costo: su propio cuerpo se consume a sí mismo debido a la energía corrupta que lo invade, la cual necesita alimentarse constantemente de su anfitrión.
Su fisiología se adaptó a las duras condiciones de Nerabyte, un mundo caluroso y volcánico. Durante su estancia, su dieta consistió en carne expuesta a altas temperaturas, con un sabor similar al carbón, lo que llevó a su organismo a acostumbrarse a este tipo de alimentación extrema. No obstante, al abandonar el planeta, su sistema digestivo sufrió una crisis de adaptación, reaccionando negativamente a los alimentos comunes y causándole intensas náuseas. Con el tiempo, su cuerpo logró normalizarse y aceptar una dieta más convencional.
Además, su sistema óseo, articular y muscular está más fortalecido. Su metabolismo responde de manera diferente a la ingesta de proteínas; con una pequeña porción de alimentos es más que suficiente para desencadenar un proceso de absorción acelerado, optimizando su energía y resistencia. Esto le permite mantener su fuerza y capacidades físicas en niveles óptimos, siempre y cuando consuma los nutrientes adecuados.
Neurobiología
El cerebro de Kumori ha sufrido modificaciones significativas debido a su mutación saiyajin y a su prolongada exposición al ambiente extremo del Planeta Nerabyte. Lo que ha hecho evolucionar su sistema nervioso para operar de manera distinta a la de un saiyajin promedio, otorgándole ventajas como desventajas únicas.
Uno de los cambios más notables es su hiperactividad neuronal, lo que le otorga reflejos excepcionalmente rápidos y una capacidad de procesamiento acelerada en combate. Su mente analiza patrones de movimiento y estrategias a una velocidad impresionante, permitiéndole anticipar ataques y adaptarse a situaciones con una eficacia casi instintiva. Sin embargo, este mismo rasgo hace que su cerebro opere en un estado de sobrecarga constante, lo que puede provocar episodios de agotamiento mental o insomnio extremo, llevándolo a un fuerte mal humor que se traduce en ira.
La energía corrupta hace lo suyo, ya que también afecta su percepción y estabilidad psicológica. Teniendo que tratar con un "parásito" que altera equilibrio químico, provocando impulsos agresivos descontrolados y sin medidas preventivas que puedan calmarlo. Cuando ocurren esos momentos de ira intensa, sus neurotransmisores liberan dosis masivas de adrenalina y dopamina, llevándolo a estados de furia que pueden derivar en arrebatos extremos. Su consecuencia más obvio al terminar estos, son las lagunas mentales, y las reiteradas desconexiones de la realidad que sufre el saiyajin.
El contacto prolongado con la atmósfera tóxica de Nerabyte lo llevaría a desarrollar una hipersensibilidad sensorial, haciéndolo capaz de detectar vibraciones en el aire, cambios mínimos de temperatura e incluso rastrear feromonas o bioenergía en otros seres vivos. De esta manera, queda vulnerable a cambios abruptos en su entorno, recibiendo todos sus sensores corporales una desorientación que le lleva varios segundos hacerla desaparecer.
Otro aspecto clave de su neurobiología es su resistencia al dolor, puesto que su sistema nervioso ha aprendido a modular las señales para que no interfieran en batalla, bloqueando el sufrimiento físico en momentos de crisis. No obstante, este mecanismo de supresión tiene un precio, que es el de no saber cuándo parar; si no percibe la cantidad de daño que recibe, puede forzar su cuerpo más allá de sus límites sin darse cuenta, acabando eventualmente en un estado crítico del que no pudo recibir advertencia.
Apariencia
Aspectos
Personalidad
Anterior
En su primera fase, Kumori, conocido en ese entonces como Beetroot, era un individuo calmado, pero ante la más mínima amenaza reaccionaba sin dudar, atacando con fiereza. Creció en el inhóspito Planeta Nerabyte, un lugar donde la supervivencia era la única regla, sin el calor de una familia, sin un amigo o aliado, rodeado únicamente por criaturas que lo veían como una presa. Con el tiempo, los rostros de aquellos que le dieron la vida se desvanecieron de su memoria, dejándolo en un estado de constante alerta y desconfianza hacia su entorno.
Sin embargo, esta desconfianza quedaba en ocasiones relegada por su deseo de escapar y hallar a alguien con quien compartir su existencia. Kumori anhelaba conocer sus orígenes, y esta incertidumbre lo llevó a desarrollar una naturaleza profundamente sentimental, así que noche tras noche, soñaba con huir de aquel planeta hostil. En Nerabyte, la vida era una interminable competencia por sobrevivir, lo que lo hizo extremadamente competitivo y rencoroso; acumulando rabia con facilidad, y aunque no siempre podía controlar sus impulsos, la culpa lo carcomía tras cada arrebato. Un claro ejemplo de esto fue cuando atacó a Ezra en un momento de ira descontrolada, solo para despertar después sintiendo un vacío doloroso al no encontrarla entre sus brazos.
Su personalidad lo llevaba a tomar decisiones drásticas, a veces con consecuencias devastadoras para sí mismo. Cuando perdía algo valioso — por su propia mano o por la de otros — podía caer en un estado de desesperación y desmotivación absoluta. A pesar de esto, su voluntad era inquebrantable: rendirse jamás fue una opción para él. Persistía hasta el extremo, aferrándose a sus objetivos incluso cuando todo parecía estar en su contra.
Posterior
Kumori se considera un saiyajin de "principios", aferrado a su orgullo y a la necesidad constante de volverse más fuerte. Para él, la batalla no es solo un medio de crecimiento, sino su razón de existir, hasta el punto de vivir del asesinato y perfeccionar sus habilidades a través de la lucha. Como antiguo miembro de su raza, su personalidad está profundamente marcada por el belicismo y la violencia, eliminando sin piedad cualquier obstáculo en su camino, importando únicamente la supervivencia; los demás son irrelevantes y prescindibles.
Carece de escrúpulos y de cualquier interés por la vida ajena, prefiriendo mil veces destruir a un oponente antes que concederle clemencia. Siempre está listo para la batalla y la considera el aspecto más esencial de la existencia. Con el tiempo, aprendió que la desconfianza es más valiosa que la fe en los demás, lo que lo llevó a desarrollar una experiencia y sabiduría afiladas sobre el mundo que lo rodea. No obstante, esta mentalidad solo profundizó su corrupción, retorciendo su forma de pensar, pero fortaleciendo su confianza en sí mismo y en su inquebrantable voluntad, superando incluso a muchos de sus hermanos saiyajines. A pesar de su naturaleza oscura, Kumori dudaría, aunque sea por un instante, antes de atacar a alguien de su propia raza. No obstante, si se siente amenazado, no titubeará en eliminarlo.
Su brutalidad alcanza su punto máximo cuando se deja llevar por la furia y el rencor; es ahí el momento donde destruirá todo si se le impide cobrar venganza, dejando de importarle las consecuencias. Su obsesión por la batalla lo llevó a experimentar una ansiedad rampante, manifestada en cambios drásticos de temperamento, oscilando entre la crueldad, el sadismo y una firme convicción por la destrucción.
Sin embargo, esta no es su única faceta. Kumori se ganó su apodo debido a los drásticos cambios de personalidad que ha experimentado en combate. En ciertos momentos, muestra una inquietante lucidez, tanto dentro como fuera de su mente, adoptando una postura más calmada y estoica; en este estado, deja de lado su ansia por pelear y destruir, mostrando una indiferencia casi absoluta por lo que sucede a su alrededor.
Actual
Actualmente, Kumori se ha convertido en alguien forjado por el tiempo, la guerra y la pérdida. Ya no actúa como un peón en los juegos de otros, puesto que ahora piensa y actúa como un líder. Cada experiencia, cada traición, cada batalla ha dejado una marca indeleble en su forma de ver el mundo. Ya no es aquel joven impulsivo que recorría los universos cumpliendo órdenes sin cuestionar; ahora es él quien las da, quien traza los caminos y espera que otros los sigan sin titubear.
Aunque la sed de combate sigue latiendo en su interior, ha aprendido a reprimirla. El deseo de ver sangre correr aún existe, pero no lo que lo domina, simplemente permanece como una bestia enjaulada, la cual está lista para entrar en acción cuando se lo exija.
En comparación con su pasado, Kumori ha alcanzado una nueva dimensión de frialdad, destacando su intimidante presencia. Sin embargo, ahora posee la capacidad de perdonar — algo que antes le habría parecido impensable —, mas su orgullo le impide olvidar. Perdona, sí... pero lo hace por sí mismo, para enterrar la debilidad en un rincón de su memoria, no por el bien de otros. Sus recuerdos son cicatrices que guarda en silencio, encerradas en un baúl que rara vez vuelve a abrir.
Ha dejado de preocuparse por lo que ocurre a su alrededor; el verdadero conflicto está dentro de su mente. Los dilemas que enfrenta ya no son externos, sino internos. Carga con la responsabilidad de las vidas que ahora están bajo su protección, y aunque eso no lo ablande, sí lo ha hecho más reflexivo.
Kumori se jacta de su reputación, de los temblores que provoca su nombre. Pero lo que más perdura en él es su mirada: fría, calculadora, siempre fija... como si pudiese ver a través de las intenciones de los demás. Esa mirada no ha cambiado, y probablemente nunca lo haga.
El Guerrero
Orgulloso hasta los huesos y con un ego impresionante, Kumori encarna la figura del guerrero saiyajin en su forma más pura y compleja. Este rasgo no es solo una máscara de superioridad, sino una sombra que lo acompaña: una carga, un legado, una promesa no cumplida. Su amor por la batalla no es mero gusto por la violencia, sino una expresión de respeto por la vida que corre por las venas de su raza. Para Kumori, luchar es honrar a los que vinieron antes y demostrar que su linaje merece ser recordado.
Considera un privilegio — y a la vez una responsabilidad — llevar el nombre de su especie. No se conforma con la fama que los rodea como "grandes combatientes" o "temerarios sin igual"; solo es algo superficial. Kumori siente que debe velar por la reputación de los suyos como si fuera una llama sagrada. Él no solo pelea por sí mismo, sino por la dignidad olvidada de todo un pueblo. Cada combate es una ofrenda a ese legado.
Aun así, no es ciego y los juzga con dureza. La indiferencia histórica de los suyos hacia la construcción de una verdadera civilización, el egoísmo innato y la falta de unidad, le generan una frustración que lleva clavada como una espina. Está convencido de que si hubieran luchado menos entre sí y más como un solo frente, el destino de los saiyajins habría sido grandioso.
Kumori no busca convertirse solo en un guerrero legendario, más bien quiere ser la prueba viviente de que su especie puede superar su naturaleza salvaje y convertirse en algo más. Por eso entrena, por eso lidera, y por eso nunca deja de avanzar.
El Asesino
El camino de Kumori hacia el asesinato no comenzaría gracias a Ezra. Su destino estaba sellado mucho antes, forjado en la sangre, el hambre y la guerra. Incluso si su vida hubiese transcurrido en Sadala o en cualquier otro rincón del universo, el conflicto habría sido inevitable. Pero fue en Nerabyte, ese horno viviente, donde la muerte dejaría de ser una excepción y se convertiría en rutina. Allí, matar no era una elección... sino que era la única forma de seguir respirando.
Desde muy joven, Kumori aprendería que la vida se sostenía con garras y dientes. No solo combatiría bestias salvajes, sino que también enfrentaría a los Neratianos, celosos guardianes de su tierra que no toleraban forasteros. Sus manos, aún pequeñas, comenzaron a teñirse de los fluidos oscuros de aquellos que se interponían entre él y su siguiente alimento. No había honor, no había gloria: solo hambre y necesidad.
Su primer asesinato fue también su primera comida. Un imponente gallo de fuego, nativo de Nerabyte, lo atacaría sin piedad, dañando su piel con garras incandescentes. Kumori, ya al borde de la inconsciencia, usaría la vieja táctica instintiva: fingir estar muerto, para posteriormente atacar cuando la presa baja la guardia. El joven no sabía que ese acto significaba "asesinar", solo sabía que necesitaba subsistir. La carne del gallo le supo amarga, pero fue lo que lo mantuvo con vida. Desde entonces, matar dejaría de ser un tabú, ahora formaría parte de su dieta y de su naturaleza.
Fuera de Nerabyte, su sendero lo llevaría junto a alguien que vio en él más que una bestia salvaje. Ezra fue una guía, un reflejo, y también un detonante. Con ella aprendió que el mundo era más complejo de lo que creía, y que la línea entre el bien y el mal era una ilusión. Para Kumori, la moralidad es circunstancial: nadie actúa de forma pura cuando el filo de una espada apunta a su garganta. En su visión, toda acción puede justificarse si las condiciones lo exigen.
El gusto por matar, en algún momento, dejaría de ser solo por supervivencia. Con los años, se volvería una adicción silenciosa, un eco oscuro que se esconde tras su mirada calculadora. Hay algo en la sangre, en el calor de la lucha, en el instante en que el enemigo cae, que le recuerda que está vivo. No siempre lo disfruta, pero tampoco lo evita, ya que simplemente deja salir al demonio. Sería hipócrita decir que no todos llevamos el mismo demonios interno, solo que en su caso este ha crecido, se ha moldeado y ha aprendido a hablar.
Lenguaje Corporal
Kumori es muchas cosas, pero expresivo no es una de ellas. Su cuerpo no se presta fácilmente al lenguaje de los gestos; no hay ademanes dramáticos ni emociones desbordadas. En él, todo está contenido, medido... hasta que uno se detiene en su mirada. Porque si los ojos son la ventana del alma, los de Kumori son un abismo sin fondo.
En condiciones normales, su mirada es penetrante, afilada y autoritaria. Irradia una intensidad que, sin necesidad de palabras, impone respeto e incluso temor. Es el tipo de mirada que te hace dudar de tus intenciones antes de abrir la boca. Pero cuando el dolor lo toca, todo cambia: Sus pupilas se dilatan levemente, como si el mundo se volviera más grande de lo que puede manejar. El color de sus iris adopta un matiz rojizo tenue, casi imperceptible, como si una brasa interna se encendiera lentamente. Su rostro se tensa, el ceño se frunce con fuerza, y esa mirada — normalmente impenetrable — comienza a mutar, cruzando líneas entre la ira, la tristeza y una desconcertante fragilidad.
Y, entonces aparecen el otro lado, el más extraño: Cuando algo lo atrae, lo asombra o — aunque no lo admitiría tan fácilmente — le genera placer. En esos raros momentos, su mirada se afila de forma distinta, ya que sus pupilas se estrechan, quedan fijas y concentradas. Las cejas se alinean rectas en una expresión casi estoica, sin embargo la tensión de su rostro se disipa. La mandíbula se relaja, los labios se aflojan, y por un instante, Kumori parece humano. Se lo ve feliz, o al menos, en paz. Quienes lo conocen bien saben que esos momentos son escasos... pero cuando ocurren, son imposibles de ignorar. Porque en este saiyajin, su cuerpo puede mentir, sus ojos jamás.
Lenguaje Verbal
Kumori no es un hombre de muchas palabras, pero cada vez que habla, lo hace de manera de hablar es directa, seca y, por momentos, punzante. Cada frase que escupe parece calculada y con un filo contundente, como si no le gustara desperdiciar saliva en lo innecesario. Su voz no necesita volumen para imponerse; es grave, firme y arrastra una autoridad que no se cuestiona. Como si cada palabra fuera una sentencia, y cada silencio, un juicio.
Su tono suele ser tajante, cargado de cinismo y, a veces, con un toque de ironía que refleja su desdén por la hipocresía y las farsas del mundo. Tiene la costumbre de dejar frases que resuenan, no porque busque ser profundo sino porque sus verdades suelen ser dolorosas, incluso cuando son ciertas.
A pesar de su brutalidad, posee un léxico sorprendentemente amplio y articulado. Con el tiempo, ha aprendido a dar discursos con autoridad, dominio y ciertos matices de arrogancia, como alguien que ha liderado, sobrevivido y visto más de lo que está dispuesto a contar. Sus órdenes son claras, inapelables, y rara vez se repiten. Si alguien no entiende, no es culpa de Kumori sino de aquel que no estaba preparado para escucharlo.
En combate o en momentos de tensión donde su lenguaje se vuelve más amenazante, cargado de advertencias y metáforas viscerales. No necesita gritar para intimidar, puesto que su forma de hablar ya es, por sí sola, una promesa de violencia.
Por último, cuando entra en estados de introspección o rabia contenida, su discurso cambia: se vuelve filosófico, crudo, incluso existencial. Es ahí donde se le escapa lo que realmente piensa de la vida, de su raza, de sí mismo. Emula un tono bajo, de vulnerabilidad y cansancio, cansancio por los fantasmas que aún lo persiguen.
Ideología
El saiyano cree firmemente que, para sobrevivir en un universo hostil, debe estar siempre dos pasos por delante. Se tiene que pensar rápido, actuar con tenacidad y jamás confiar en que el entorno será indulgente; solo la fuerza garantiza la subsistencia. Para él, los títulos económicos, políticos o sociales no son más que adornos inútiles en la lápida de los débiles. Ninguna jerarquía protege a quien no tiene el poder de defenderse.
En el fondo, Kumori arrastra un temor silencioso a la debilidad, forjado a base de traumas y pérdidas. El haber crecido solo en un planeta que lo devoraba vivo, o la pérdida de muchos hombres valiosos bajo su mando, dejó cicatrices profundas. El mayor de esos dolores fue dejar ir a Ezra, y aún hoy lo considera una muestra de debilidad que lo corroe en silencio.
Todas esas vivencias lo llevaron a una única conclusión: debe pensar primero en sí mismo y en cómo será capaz de avanzar, mejorar y prevalecer por su cuenta, ya que su evolución no puede depender de nadie más. Su corazón, endurecido por la experiencia, se cerró a los sentimientos para evitar mostrar cualquier fisura. Vacilar no es opción a la hora de eliminar a un objetivo, y titubear queda en manos de los débiles al momento de la muerte.
En su mundo, sobreviven los fuertes; los demás están destinados a caer. Es por esto, que la palabra y la lealtad son muy importantes para él, y no hay espacio para promesas vacías ni juramentos sin peso. Quien se compromete frente a Kumori debe estar dispuesto a cumplir, o asumir las consecuencias de traicionar su confianza.
Motivaciones
Kumori no busca el poder solo por ambición, sino porque teme volverse irrelevante. Si pudiera alcanzar la cúspide de la fuerza, lo haría para que su existencia jamás sea olvidada. Su mayor motivación no sería el dominio por sí mismo, sino trascender. Sería su forma de gritarle al universo que alguna vez estuvo aquí, y que fue imposible ignorarlo.
De tener la oportunidad, reconstruiría desde los cimientos la gloria perdida de su raza. No descansaría hasta convertir su nombre en leyenda, hasta que su figura simbolizara lo que significa ser un verdadero saiyajin. Querría que su vida reflejara el peso de toda una civilización... una que según él, debería haber prosperado como una sola unidad.
Si el mundo le diera la espalda, Kumori seguiría avanzando, porque entendería que solo los fuertes prevalecen. No imploraría piedad ni ofrecería segundas oportunidades a quien lo traicionara. Sus acciones estarían impulsadas por la necesidad de demostrar que cada pérdida, cada traición y cada herida, valdrían la pena si al final de su camino todos recuerdan su nombre.
Y si alguna vez alguien llegara a superarlo, ese día sería el único en el que consideraría haber fallado en su propósito. Porque Kumori no viviría solo para vencer... viviría para ser eterno.
Aspiraciones
Kumori aspira a convertirse en un ser tan poderoso que la muerte misma no se atreva a tocarlo. Su anhelo no es solo el de sobrevivir, sino el de trascender, dominar y demostrar su supremacía a través de la fuerza. Para él, reconstruir la gloria perdida de la antigua edad dorada saiyajin no es solo un sueño, sino una misión personal; una deuda con su linaje y con la historia que se atrevió a olvidar su verdadero poder.
Está convencido de que todo lo que desea está a su alcance, buscando propagar sus ideales entre el uso de sus palabras y sus puños; todo para demostrar que solo los fuertes son dignos de alcanzar una vida colmada de riqueza, reconocimiento y trofeos de guerra. Sueña con rodearse de grandeza y respeto, para ser visto como un titán, una leyenda viviente... alguien tan imponente que incluso el universo piense dos veces antes de pronunciar su nombre.
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—El verdadero deseo de Kumori.
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Gustos
Íntimos
Kumori siente atracción por mujeres de cualquier raza que posean un estado físico físico estable, curvilíneas, sensuales y atrevidas. Se inclina más por aquellas que irradian intensidad, rebeldía y un espíritu aventurero.
El rechazo de Ezra fue una herida profunda en su ego, haciéndole cuestionarse si realmente era suficiente como “hombre”. Sin embargo, tras obtener poder, dinero y confianza, el juego cambiaría: las mujeres dejaron de ser un problema. Acostumbrado a pagar por compañía ocasional, no busca relaciones formales ni complicaciones emocionales, a menos que sienta un verdadero interés mutuo, lo cual es poco común. Para él, la pasión es un campo de batalla más donde también se debe demostrar dominio.
Alimenticios
Su etapa como nómada forjado en Nerabyte lo obligaría a adoptar un paladar resistente. Aprendería a sobrevivir comiendo todo aquello que pudiera digerirse, incluso si sabía a carbón o a baba metálica. La comida de los Neratianos era desagradable, pero efectiva. Hoy en día, cualquier platillo fuera de ese planeta le parece un manjar, y su estómago ya no se queja por nada. Durante su época más oscura, el alcohol habría sido su refugio favorito, convirtiéndose en una constante tentación que aún lo acompaña.
Estéticos
Creería que el cuerpo debería mantenerse en forma, no solo por eficacia en combate, sino como símbolo de poder y respeto. Le gusta mostrar su torso desnudo, como gesto de autoridad y presencia. Siempre habría sentido afinidad por los tonos oscuros y rojizos, tiñendo incluso un mechón en rosa claro como acto simbólico de libertad y renacimiento. Más adelante, transformaría por completo su imagen: cabello y cejas rojizas, cuerpo tonificado y musculatura marcada. Entrenaría a diario, no solo por necesidad, física, sino porque es parte de su identidad.
Recreativos
La mayor parte de su tiempo estaría ocupada por sus sus responsabilidades como sicario, el peso que conlleva liderar un gremio del mismo tipo y los entrenamientos. Sin embargo, en los escasos ratos libres, se permite ciertas distracciones como beber un poco. Los burdeles le parecen un escape adecuado: sin compromisos, sin ropa, sin emociones, sin nombres. Cuando busca algo más estimulante, los casinos son su destino predilecto, ya que le encantan los juegos de azar como el blackjack, la ruleta o el bacará, sobre todo por su carácter competitivo, donde el riesgo y la tensión se asemejarían a la adrenalina de la batalla.
Disgustos
Manifestación de debilidad
Kumori aborrece con fervor cualquier forma de debilidad, ya sea física, mental o emocional, que no estuviera justificada por una superación o un propósito. No soporta la idea de ver a alguien rendirse fácilmente, ni perdonaría a quien se quebrara sin luchar. Para él, flaquear frente a la adversidad sin siquiera intentarlo sería lo más despreciable de un ser vivo.
Inutilidad
Rechaza la incompetencia y el estancamiento: Si alguien no fuera capaz de aportar, de progresar o de defender su lugar, Kumori lo consideraría escoria. Detesta a quienes desaprovechan su posesión de poder o recursos, así como también a quienes dependen de otros sin esforzarse por merecer ese respaldo.
Pensamiento utópico
Los discursos moralistas o utópicos, desde su punto de vista, solo sirven para justificar el fracaso. Desconfía de quienes predican paz sin haber sobrevivido a la guerra, y desprecia cualquier creencia que niegue el valor de la fuerza o el sacrificio. Lo idealista sin hechos, para él, serían una serie de palabrerías sin sentido a las cuales hay que hacer oído sordo.
Esclavitud
Sentir que su libertad se encuentra comprometida en cualquier sentido, su instinto más primigenio saldría a la luz para romper las cadenas que lo atan. Reniega del control y la manipulación hacia su persona, y su orgullo rechaza cualquier orden dada. Solo esto es permitido si existe un motivo verdaderamente fundamentado que lo convenza.
Traición
Se ha mencionado antes que para el saiyajin, la lealtad y la palabra son primordiales en ese mundo salvaje en el que vive. Atinando en decir que solo un intenso odio les queda a quienes traicionan su confianza, ya que una promesa rota equivale a una herida mortal en combate. Y todo aquel que, sin importar el motivo, falle en su pacto sellado, será condenado al castigo.
Vulnerabilidad emocional
Posiblemente, la capacidad de sentir esta exposición emocional es lo que Kumori tanto desprecia; cosas como el dolor, el apego o la nostalgia es lo que buscaría ocultar a toda costa del público. Intentaría encerrarse en sí mismo, pues no puede permitirse perder letalidad para encontrar más humanidad, no cuando su reputación está en juego.
Frases
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—Kumori alegando sobre el pasado y el futuro.
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—Kumori amedrentando.
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Relaciones
Padres
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Ezra
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Organización
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Neratianos
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Saiyajines
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Historia
Contexto
Todo se remonta a los primeros saiyans los cuales en un principio eran una sola manada, sin embargo conforme fue avanzando su vida así también lo hizo su descendía la cual se fue repartiendo a lo largo de todo el planeta, gracias a esto sus descendientes fueron evolucionando y con ello nacieron el Clan Superior, el Clan Maligno y el Clan Sosiego. El Clan Superior era mas avanzado y había evolucionado mejor que los otros clanes, el Clan Maligno era algo primitivo pero en sus genes lleva una enfermedad degenerativa, por lo que sus integrantes solían regularmente morir a la edad de 50 años, sin embargo tenían consigo a la energía corrupta, el Clan Sosiego era pacifico pero dotado de buenas habilidades para la agricultura, así como para el control de su espíritu o la energía.
Durante mucho tiempo las guerras aquejaron a su planeta natal, pues la discordia entre ellos resultaba ser habitual, durante estas guerras pudo descubrirse un poder oculto entre uno de tantos saiyajin a aquel poder despertado lo llamaron el Super Saiyajin, muchos intentaron utilizar ese poder a su favor entre sus clanes pero era inútil, parecía ser poder de uno entre un millon sin embargo tal poder no le hizo invencible y al final aquel Super Saiyajin necesito muchos esfuerzos para ser derrotado, la guerra siguió su curso hasta que tras años de tanto conflicto un saiyan llamado Sadala decidió unificar los tres clanes en un estado monárquico, el Clan Superior ya había establecido algo parecido pero menos elaborado, aun así se unieron a el buscando apaciguar la guerra que se había llevado a muchos de sus hermanos y así también lo hicieron los otros clanes, el derramamiento de sangre ya había sido muy extenso. El proceso fue duro, tardaron en adaptarse ya que cada Clan era muy diferente, así que decidieron que conservarían sus territorios los cuales debían servir para un bien colectivo el ahora Planeta Sadala prosperaba y poco a poco los saiyajin se convertían en una raza de renombre comercial, social y cultural.
No obstante el Rey Sadala no estuvo para siempre y cuando llego su hora de partir del mundo de los vivos dejo su trono a cargo de su hijo Mushroom el cual era joven e inexperto pero la ley establecida dictaba que el trono siempre recaería en responsabilidad de la familia real y solo en casos extraordinarios esta ley quedaría anulada, algunos nobles y altos mandos se negaron a dejar que un tonto adolescente los gobernara por lo que convocaron a todos a una reunión extraordinaria, el príncipe no estaba satisfecho con lo que pasaba y decidió pasar como traidores a aquellos que no apoyaran su mandato dictando la muerte para ellos sin mas remedio, el ahora Rey solo pensaba en organizar fiestas en su honor y derrochar los fondos del planeta en estupideces, tras mucho el planeta se vio envuelto en una deuda exorbitante y Mushroom tuvo que recurrir a la ayuda de extranjeros que usarían los terrenos para producir combustible y extraer minerales el Clan Maligno no estaba satisfechos con esto pues eran los que mas se veian afectados por las decisiones tontas de su rey, ya que aun conservaban algunas de sus costumbres bohemias y dependían de la naturaleza tomando acciones correspondientes, realizando una huelga a gran escala que con un par de mentiras fueron apaciguadas.
Mushroom vio a este clan como un potencial problema así que se reunió con varios de sus hombres de confianza para determinar que harían con el monstruo poder de los Malignos, ya que ese era unos de los puntos que mas impacto tuvo en la guerra. El líder, al cual llamaban Cumber no estaba de acuerdo y su gente tampoco lo estaría, pero para evitar rupturas su poder solo debía ser regulado, se crearía una sustancia para reducir sus poderes. El rey se presento ante sus habitantes, se disculpo y pidió calma ya que según el todo duraría poco, así que invento como pretexto que para cubrir su seguridad y la de los otros Clanes aledaños a las fabricas y minas se usaría una sustancia contra enfermedades, la cual en realidad se encargaría de acelerar su final y los deterioraría hasta hacer parecer que un virus asolo sus hogares, estos aceptaron a regañadientes pues les parecía una solución algo aceptable a uno de sus problemas.
El rey y sus súbditos esperaron con paciencia a que las cosas se arreglaran, por el lado de Mushroom que los Malignos desaparecieran y por el lado de estos últimos, que su calidad de vida cambiara, sin embargo los planes que ambos esperaban no tuvieron éxito y los Malignos estallaron en rabia al comerse la mentiras enteras de su monarca, harto de esto Cumber el líder de los Malignos llevo a cabo un golpe de estado acompañado de la minoría y de todos aquellos cansados de las ineptitudes de su rey, la guerra fue tan desastrosa que duro alrededor de 8 meses incesantes, llevándose consigo a ancianos, adultos, jóvenes y niños por igual sin importar su estatus o clan. Al final Mushroom tuvo que ceder ante el pueblo y arrodillarse ante Cumber, recibiendo este el cargo de monarca y ejecutando el mismo a su predecesor sin misericordia alguna.
Pasado
Sobreviviendo al Espacio
Como antes ya había sido dicho Sadala se encontraba situada en tiempos oscuros, gobernada por un tonto playboy saiyajin. Pero la oscuridad no era muy grande y para sus habitantes era mas importante seguir adelante que dejarse acorralar por dicha oscuridad por ello Salsify y Haricot dos guerreros leales y entregados a su clan, no pararon y continuaron sus aventuras juntos, decidiendo en su momento dado llevar su aventura junto a otra pequeña criatura saiyajin al cual llamaron Beetroot, no había escogido el mejor momento para nacer pero ya que se le podía hacer, ambos estaban muy orgullosos de su pequeño y querían enseñarle todo sobre su raza para que creciera tan fuerte como ellos. Intentaban permanecer todo lo posible en casa pero se hacia difícil conseguir que comer y como sostener su familia, al caer la huelga sus padres estuvieron ayudando a que esta se efectuara y fueron fieles partidarios del líder de la misma pues estaban hartos de la vida asquerosa que su clan llevaba y no querían lo mismo para su hijo.
El luchar en contra del rey resulto ser una jugada que empeoro las cosas, pues comenzaron a ser cazados y acosados por otros por lo que tuvieron que alejarse de su hogar y ahora vivir como nómadas en su planeta, algunos intentaron escapar de tanta podredumbre y lo lograron, pero al enterarse de esto el Rey hizo que sus hombres custodiaran cualquier hangar y todo aquel que intentara escapar y estuviera autorizado para salir del planeta seria asesinado, así como todo aquel que cometiera acto de traición en contra de su majestad viéndose Salsify y Haricot obligados a permanecer en las sombras y siempre actuar en secreto, creando disturbios y revueltas a favor de los suyos, pero siendo uno de esos días Haricot capturado, Salsify intento salvarlo pero este se rehusó y le pidió que cuidara a Beetroot ya que uno de los dos debía hacerlo si el otro faltaba, al poco tiempo este fue ejecutado junto a otros 2 revoltosos mas, como muestra del poder del rey y como sus lideres solo eran un montón de charlatanes.
Salsify había quedado devastada, estuvo un par de días sin comer, hablar o hacerlo algo, solo cuidaba de su hijo, el cual estaba bastante grande y fuerte, no hacia mas que preguntar por su padre el cual podría estar en una fosa común de por ahí. La venganza la carcomía y veía a Haricot en Beetroot, no quería que su pequeño terminara igual o parecido a su padre, quería seguir luchando pero quería fuera la distracción que conllevaba tener a su lado a Beetroot, conocía a alguien fuera del planeta que quizás podría ayudarla cuidando de su hijo mientras los problemas internos se solucionaban, su colega acepto y Salsify armo un plan al cual obligo a participar a un par de personas pagándoles con comida para hacer que Beetroot tomara una nave personal y despegara a su destino sin embargo para cuando Salsify ya estaba por desactivar la conexión eléctrica del hangar Beetroot ya había sido alcanzado por los disparos de energía de los cañones de los hangares, Salsify no podía hacer mas que lamentarse y rogar que su hijo estuviera a salvo.

Se supo valer a base de la comida exótica [5] del planeta para sobrevivir a la sed y el hambre. E incluso llegó a contender con los Neratianos [6] con el fin de defender su zona de los mismos, su día a día no era otro más que ese, explorar, comer y defenderse. La monotonía se hacía aburrida y la desesperación era una agonía, rogaba por la aparición de quien fuera para lograr salir de ahí, pero las horas se hacían eternas.
3 semanas y una noche. Una noche muy problemática para fortuna de Beetroot, pues los Neratianos habían saqueado sus reservas de los pocos alimentos que poseía. El saiyan cansado y devastado situó su cuerpo sobre una roca, miro el cielo con intriga esperando llegar a avistar algo de interés, mientras una gran...¿nave? se acercaba a toda marcha. Impactando a 1 km de distancia desde la posición de Beetroot, lleno de esperanza y con una oportunidad de escapar de ese inmundo planeta, a gran velocidad surco los cielos con el uso del vuelo hasta llegar al objeto espacial, no obstante los carroñeros Neratianos ya desmontaban la nave en partes e intentaban atacar a un único sobreviviente en pie, una chica aguerrida con una ametralladora de energía en mano disparando a diestra y siniestra. El saiyajin se lanzó contra los carroñeros, ya que si desmantelaban la nave las probabilidades de salir de ahí desaparecerían. Aquella al ver al saiyan cerca del objeto espacial, dedujo sus intenciones y alegó que ni intentara encender esa chatarra pues los motores eran inservibles. Está más bien le propuso unirse para acabar con las cosas rojas y buscar una forma convencional para salir con vida de ese lugar.
No se oía nada mal su propuesta. ¿Pero que le aseguraba que decía la verdad?, por mas que se pusiera a pensar, no era momento para hacerlo así que optó por unir fuerzas con la chica. Los Neratianos al ver su cooperación decidieron retirarse y dejar las cosas ahí para no alargar más la situación aun en ventaja numérica. Con las aguas calmadas, la desconocida rápidamente corrió hacia la nave, abrió una escotilla y activo el funcionamiento de una cápsula de escape, Beet no se quedaría atrás, se tiró sobre la cápsula y empezó a golpear la misma para abrir un hueco y sacar de ahí a esa mentirosa. No iba dejar su oportunidad esfumarse así no más, al atravesar el vidrio con su mano, se hizo daño así mismo pero en ese momento no era de importancia, saco de un jalón a la sin nombre de la cápsula y la lanzó por los aires. Intento entrar, pero nada más poner su mano nuevamente sobre el objeto, un haz de energía tostó su mano.
La extraña le apuntaba con su arma humeante y el saiyan la miraba con recelo, se pasaron así unos minutos. Hasta que ambos llegaron a un acuerdo y partieron del planeta en el mismo transporte espacial.
¿Socios?...

La tal Ezra, al minuto salió disparada como carne de cañón del bar. Mientras un hombre bastante robusto salia de ahí con una cara de tragarsela entera. Beetroot corrió frente a este y le encaró, el regordete sacó un arma de plasma de su vestimenta y sin pensarlo dos veces se la puso en la frente al tipo con cola. El saiyano creía que se la descargaría toda encima, pero en su lugar le dio una bofetada que solo sirvió para avivar su furia, este no titubeo y agarró el arma con una mano, la doblo y estampo en el suelo de un puñetazo a su poseedor.
La nueva acompañante de Beetroot se puso a pensar y llego a la conclusión de que si se afiliaba con el chico con este de guardaespaldas, podría saldar perfectamente muchos negocios con el de su lado. Entre tanto en el Bar, los secuaces del kilo de grasa vencido en el suelo, salieron en defensa de su líder disparando a matar. Ezra lista para escapar agarró a Beet y lo jaló fuera del peligro hasta llegar a la nave y partir en busca de un nueva ganga.
Ya en el transporte y fuera del peligro Ezra le comentó a Beetroot lo que tenía en mente. Ella conseguiría los contactos y el los eliminaría, el saiyan quedó pensativo por un momento y se preguntó a qué se refería con eso de "Eliminar", la peliverde frente a esto lanzo una carcajada y le dijo:
Estas palabras lo convencieron e incluso le hicieron reír. Era tan cómica, extrovertida y sagaz la tal Ezra, se sentía atraído. Pero seguro solo era ese sentimiento de sentirse al lado de alguien. La única que le acompaño tantos años en Nerabyte era la soledad o en casos distintos los asquerosos Neratianos.
Marca de Criminal
Los meses siguientes Ezra y Beetroot habían reunido una fama de criminales, sicarios y asesinos tan rápido como entraron al "negocio". Muchos querían torturarlos hasta enterrarlos vivos y otros querían contratar sus servicios, la logística de la peliverde y la fuerza en combate del saiyan hacían juego perfectamente, la cercanía era tanta que Beet comenzaba a interesarse mas en aquella que llamaba compañera pero Ezra solo quería lucrarse en lujos y dinero.
Como nuevo trabajo tenían que hacerse cargo de un objetivo en el Planeta Pars. El saiyajin desconocía totalmente como y quien era la persona. Pero Ezra solo le dijo que al llegar lo único que tenía que hacer era deshacerse de los guardias y acabar con el blanco. Y así fue, sin embargo al ver a su objetivo, un pequeño asustado y gritando mama por todos lados, Beetroot quedo en shock no podía matar a un niño. Ezra le miraba a la distancia esperando a que lo aniquilara, se estaba tardando mucho era cuestión de tiempo para que las autoridades llegaran pero al no ver a este seguir con el plan, agarró su transporte y pasó a gran velocidad por el saiyan.
La chica le tomo del cuello y comenzó a zarandearlo, habían perdido la mejor oportunidad de sus vidas por su incompetencia. Este le alego que era un niño, que él no mataba niños. Y Ezra le respondió con una cachetada y le gritó que eran criminales, no las hermanitas de la caridad, él podría ser muy su "compañero" pero si le tocaba eliminarlo no lo dudaría un segundo. Aquella se retiró de la escena hacia la parte trasera de la nave, el saiyan quedó devastado, se ubicó en una esquina en posición fetal y comenzó a llorar y a golpear su cabeza contra la pared, se sentía inútil.
Ese mismo día, en horarios de la noche no soportaba la culpa y la carga que sentía. El no haber culminado el trabajo y peor aún haber hecho que Ezra le gritase esas palabras. De alguna forma debía ganarse su cariño. Así que tomo una pequeñas provisiones y una motocicleta gravitatoria partiendo en busca de aquel pequeño al que no pudo asesinar. Ezra por su parte se levantó algo hastiada no podía dormir y menos sabiendo que por culpa del tipo con cola no tenía lo que quería, la chica agarró una pantalla táctil, comenzó a deslizar su dedo sobre esta centrando su atención en unos carteles de se busca, concretamente en el suyo y el de Beetroot respectivamente, viendo una considerable cantidad de dinero en la recompensa de Beet.
Ezra repasó sus propias palabras en su mente, eran criminales. Los criminales no tienen honor. El arruino el plan y dejó escapar al objetivo, ella debía recuperar las ganancias pérdidas. ¿Porque no entregarlo y recibir la recompensa?...
Verdades y Mentiras
Beetroot había regresado a la nave, magullado, sangrando y cansado esta vez. Sus manos estaban envueltas en una sustancia que podría deducirse fácilmente como sangre y una expresión de satisfacción. Busco a Ezra por todos lados pero extrañamente no estaba dentro de la nave. El saiyan salió a inspeccionar los alrededores, pero nada más hacerlo se vio rodeado de una multitud armada con su compañera como guía, estaba totalmente confundido. Pero Ezra resolvió sus dudas..."<Seguramente no lo entenderás porque tu mente es lenta para procesar, pero nuestra sociedad hasta aquí llegó Beet.>".
Por fin lo entendió. Solo estaba mintiendo así mismo, no estaba confundido sabía que pasaba simplemente quería evadirlo. Su corazón se sentía pesado, tanto que cayó al suelo arrodillado, empezó a lagrimear. Sentía dolor...sentía rabia. Pero no debía flaquear, debía permanecer con la frente en alto y demostrar quién era el vencedor, quien era el sobreviviente. Quien era Beetroot.

Aquellos que lo rodeaban con armas abrieron fuego sin rechistar, levantado una polvareda y sonriendo convencidos de que lo habían eliminado, este esparció el polvo con una onda expansiva de ki. Su ex-compañera salió corriendo despavorida con el fin de escapar, sin éxito alguno, mientras Beetroot utilizaba el vuelo para intentar agarrarla. El saiyajin tomo a Ezra del cuello como rehén y amenazó con matarla. El Jefe de los asesinos con sorna alegó: "<Matala...Nos ahorramos el trabajo, después de acabar contigo planeábamos plantar un regalito en su nave. Pero ya que la tienes junto a ti...¡¡Hazme el favor de agarrarla duro y morir junto a ella!!>". Con estas palabras el hombre agarró un artefacto redondo al rojo vivo, lo introdujo en una especie de bazooka y libero una explosión en medio de ambos.
Estaba aturdido y desorientado, sus manos no sentían a Ezra, no había nada en su lugar. Los asesinos ya no estaban y el vacío reinaba.
El saiyan frunció el ceño, su mente comenzó a producir un hormigueo, su cabello comenzó a erizarse acompañado del negro oscuro que caracterizaba a este. Beetroot miro su cuerpo con cierto desconcierto el poder fluía por sus venas y el sentido de batalla y rabia infundía su mente, este apretó sus dientes y se centró en el cadáver calcinado de Ezra. Lanzó un aguerrido gritó a los cuatro vientos y lo último que se pudo escuchar fue..."<Ezra...>". A pesar de que lo "vendiera" sentía un hogar junto a ella...sentía amor...y todo se apagó.
Paseo de la Soledad
Este es un resumen del Paseo de la Soledad, si quieres ver completo el One Shot da click al link por favor.

Un hombre sin rumbo, perdido entre el vicio y la pobreza, falto de motivación o de fuerza para seguir viviendo. El asesino a sueldo Beetroot, ahora haciéndose llamar Kumori, vaga por la existencia sin un camino a seguir después de la traición por parte de la que fue su única aliada. En una de sus muchas noches de bebida y pena, un pequeño rayo de esperanza se le hace presente, buscar su identidad como saiyan. Un hombre le cuenta sobre un conocido perteneciente a la misma raza que el joven, al cual este visitaría después de buscarlo en varios planetas.
Al confrontarlo en busca de respuestas, se comunican a través de una batalla como los guerreros saiyan que son. El desdichado mercenario recibe una paliza, escuchando como un saiyan debe ser despiadado e implacable, mientras intenta sacar el poder que lleva dentro. No es hasta que se ve acorralado contra el suelo que encuentra la determinación en su corazón, levantándose y cumpliendo una leyenda que ni siquiera conocía. Devolviéndole el favor acabando con su vida, Beetroot ahora se sentía más ligero, listo para lo que sea. Descubriendo más sobre su nuevo poder, asesina a otro individuo de su misma profesión solo para tomar un trabajo, que consistía en asesinar a una familia entera de adinerados.
Siendo ahora la viva imagen de un saiyan que no actúa por moral o teniendo en cuenta los sentimientos o circunstancias, solo un encargo a cumplir, el reformado Kumori se convierte en el peor terror a conocer, pues no dejará trabajo sin terminar, y su trabajo es extinguir la vida de sus objetivos.
Crónicas de un Alma Decadente
Este es un resumen y contexto acerca de lo ocurrido en las Cronicas de un Alma Decadente, si quieres ver completo la historia da click al link por favor.

Kumori conforme mas avanzaba, se hacia mas poderoso, viejo y sabio, sin embargo en aquel negocio la sangre siempre brotaba de las manos de aquellos que buscaban retar a la suerte e ir en busca de mas.
Kumori para estas alturas de su vida ya era un diablo y como dicen por ahí...
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—Refrán...
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Su pequeño negocio al cual había llamado "Primera Sangre" prosperaba gracias a que el nombre de este lo impulsaba pero no era suficiente como para catalogarlo como una organización de peso, ademas dentro del bajo mundo habían muchas bandas, pandillas y otros agregados que buscaban un puesto entre los jefes de los jefes, pero Kumori poseía una pequeña ventaja tantos años de servicio como sicario le deberían servir de algo, creando después de tantos años una revuelta insostenible en el bajo mundo. Donde la pugna por el poder era una tarea ardua, pero que al final pudo conseguir.
Aunque en su "gran movida" le habían diagnosticado "Espectro Mental", una enfermedad que le hacia vivir momentos del pasado una y otra vez hasta el cansancio mental, le habían notificado que no había cura para tal mal y ademas que estaba bastante avanzada, pero el no se rendiría de una forma tan patética, trabajando aun si eso le costara su propia vida pues ahí estaba todo por lo que había luchado, su lugar tan ansiado, sin embargo había cometido uno de esos días una locura viéndose inmerso en una batalla de hace muchos años, dejando las instalaciones de su organización verdaderamente dañadas y causando muchos destrozos, siendo solo neutralizado tras varios esfuerzos.
Tomahawk el cual era su protegido y terrateniente le hizo tomar unas pequeñas vacaciones, que en realidad eran un espacio de rehabilitación, el mismo Kumori no opuso resistencia, solo se interno en aquellas vacaciones para despejar su mente, no pudiendo con tanto y teniendo que organizar la locura que poseía dentro de esta. Ademas si moriría tarde o temprano, debía concretar una cuenta pendiente sin saldar.
Mi final
[En Construcción...]
「Energía Corrupta」
Gracias a su herencia maligna, Kumori fue dotado con un ki distinto al normal, conocido como energía corrupta. Como tal, le hace producir mejores cantidades de energía y desarrollar una habilidad versada al Zenkai conocida como Rampancia. Siendo esta representada con un aura púrpura o morada.

Provoca en quien la posea aptitudes erráticas, furiosas y grotescas. Ocasiona dolores de cabeza, hinchazón, moretones o magulladuras espontaneas por la reacción "anímica" a los cambios del ki. En objetos, hace que estos colapsen, se resquebrajen o estallen al contacto. Ya que como tal esta energía busca reproducirse y alimentarse de otras composiciones para existir o habitar, en sí es estable en aquellos cuerpos en los que nace e inicia un desequilibro cuando muda de un lugar a otro.
「Rampancia」

Una habilidad innata de Kumori es la Rampancia, la cual sustituye al Zenkai. Permitiéndole aumentar sus capcidades en medio de un combate conforme avance la batalla. Mientras el combate está en su apogeo la Rampancia se irá haciendo más notoria, ampliando el rango de ataque de su portador en todos los aspectos, incluso esta puede ser alimentada por la intensidad de la batalla y la sed de aumento de poder, para que el usuario pueda obtener la victoria.
La Rampancia no evita quedar fuera de combate, lo que hace es que el estimulo dentro del mismo haga que el cuerpo y las aptitudes de quien la use aumenten. No obstante, en el caso de enfrentarse a alguien más inteligente, poderoso o con mejores aptitudes, y este decidiera incapacitarlo o derrotarlo, el efecto inmediato pasará.
El estimulo o el "incremento de poder" recibido por la Rampancia es adaptable al poder del usuario a largo plazo, este no desaparecerá incluso cuando la habilidad deje de ser utilizada.
Aun así, la Rampancia puede jugar a dos bandos en el cuerpo de Kumori, aunque en situaciones extremas pueda salvarlo gracias a la adaptación en batalla, esta también puede inestabilizar y hacerle perder constantes fracciones de su poder al no saber cómo controlarlo a la perfección. El fallo mencionado se contrarresta con la necesidad de batalla de la primera, por lo que todo resulta en un vaivén.
「Estilo de Combate」
Kumori tiene una amplia gama de técnicas y formas para luchar centradas en el estilo berserker con el fin de efectuar potentes y certeros ataques. Comúnmente se centra en el uso de la fiereza y su fuerza física, lanzando golpes alocados pero con cierto grado de intensidad, sin embargo estos golpes son lanzados cuando Kumori no muestra mucho interés frente a la situación de la batalla. Empleando los mismos ya sea en el estado de la Rampancia o con el fin de acortar el enfrentamiento desde el aspecto del combate cuerpo a cuerpo.
Puede que Kumori sea alguien sin escrúpulos e interés, pero llega a mostrar seriedad en combate cuando la situación lo amerite, formando estrategias, movimientos y técnicas para obtener la victoria a toda costa, queriendo causar el mayor daño posible sobre su objetivo. Y, de ser posible, matarlo en el acto cuando este muestra mucha resistencia o problemas. Le da igual como llegue a obtener el éxito sobre el otro, lo que cuenta es solo ganar.
「Habilidades」
Capacidades sobrehumanas: Como un saiyan, su experiencia y maquinación en batalla es extraordinaria, de hecho posee un alto grado de fuerza, velocidad, agilidad y otras aptitudes, que lo convierten en un arma viviente. Al poseer un ki lleno de corrupción, el desborde de energía es incluso impresionante, pudiendo incluso masacrar un pequeño grupo de personas si se lo propone, aunque claro que esto depende de las destrezas que posean estas personas en concreto.
Restablecimiento: Kumori posee una habilidad innata para manipular el ki desarrollando un buen grado de auto-curación aunque a esto también seria contribuible otros factores que estuvieron presentes para que se desarrollara esta, como los ya antes mencionados cambios biológicos que ha recibido su cuerpo, que han generado adaptación a heridas de corte, leves o no muy graves, incluso elaborando movimientos instantáneos del cuerpo mismo para evadir ataques enemigos.
Resistencia Maximizada: Podría decirse que este saiyan solo quiere atacar, atacar y atacar. Pero el entrenamiento que ha recibido su espíritu es muy intenso, sobreviviendo a tantos infortunios que incluso su cuerpo soporta las más graves heridas y ataques que lo puedan eliminar. Además de poseer una resistencia a altas temperaturas, estando acostumbrado a recibir olas de calor constante durante un tiempo prolongado sin recibir daños colaterales a largo plazo o que el daño del calor sea muy exponencial para su cuerpo.
Fortalecimiento de Cola: Su cola en este punto ya no es su "Talón de Aquiles" como tal, esto es gracias a los cambios genéticos que experimentó la misma. Ahora es una parte irremediable de Kumori, incluso si fuera cortada no tendría problemas en volver a crecer.
「Debilidades」
Inestabilidad psicológica: Kumori es muy frágil en cuanto a estado mental, aprender a controlarse en ciertos momentos es difícil y más cuando sus transformaciones están presentes. Sus fantasmas del pasado son un aspecto que pueden hacer que enloquezca o se ponga inestable en medio de un situación importante, como lo es un combate o una situación normal, donde cualquiera que se le atraviese puede llegar a salir herido si se le molesta demasiado.
Desgaste enérgico: En su condición frenética, cuando no usa de forma moderada e inteligente su ki, puede desgastarse y cansarse más rápido, ya que el derroche de ki es bastante amplio en comparación a una situación de estabilidad.
「Técnicas」
Técnicas Básicas
- Vuelo: Técnica de levitación o vuelo mediante el uso del ki.
- Onda de Ki: Onda de energía común la cual puede variar de poder según como manifieste el usuario.
- Onda de Energía al Máximo Poder: Versión mas poderosa de la anterior en la cual el usuario acumula una onda de energía, en una de sus manos o ambas dirigiendo estas hacia el objetivo y liberando la esfera en forma de onda de ki.
- Onda de Poder Total: Una técnica de andanada de poderosas ondas de ki alargadas que pueden ser lanzadas con una o ambas manos.
- Onda de Energía al Máximo Poder: Versión mas poderosa de la anterior en la cual el usuario acumula una onda de energía, en una de sus manos o ambas dirigiendo estas hacia el objetivo y liberando la esfera en forma de onda de ki.
- Transferencia de Ki: Capacidad que gana un individuo de otorgar energía a otros de acuerdo a como este elija.
Técnicas Propias
Estado Base
Supersaiyano Corrupto Clase 1
Supersaiyano Corrupto Clase 2
「Transformaciones」
Supersaiyano Corrupto Clase 1
Esta fue despertada por el saiyano al ver morir a su ex-compañera Ezra y sostener su cuerpo calcinado sobre sus brazos. Estimulando su cerebro y explotando tanto su energía como su potencial saiyan.
Al tener una formación diferente a la de sus "hermanos" saiyajin. Kumori adoptó transformaciones alternas a las de un saiyano normal. Siendo el Supersaiyano de Primer Grado sustituido por esta transformación. La cual dota a Kumori de atributos con un nivel de potencial superior al Supersaiyano normal.
Su cuerpo se ve beneficiado, ya que esta le hace más ágil y veloz dejando atrás esas “desventajas comunes” de su estado normal. Manteniendo las capacidades en un punto intermedio, ya que proporciona una musculatura más desarrollada y un gasto de energía menor, pero con una fuerza de destrucción con un mar de diferencia en comparación.
Sus técnicas y formas de combatir en esta transformación giran en torno a la ofensiva, buscando el mismo Kumori siempre potenciarlas para causar más daño sobre sus objetivos.
Agilidad | Velocidad | Resistencia | Inteligencia | Energía | Fuerza |
70%
|
75%
|
85%
|
70%
|
90%
|
95%
|
Supersaiyano Corrupto Clase 2
Acceder a esta transformación también proporciona un flujo de energía vital moderado aunque al usarse más constantemente, el flujo de su poder se estimula conforme avanza el combate, impulsando poco a poco sus valores a niveles más altos. Al mismo tiempo, la versatilidad de habilidades se extiende, perfeccionando las posibilidades de ataque en diferentes aspectos, a pesar de ser grande y pesado esto no le impide moverse a velocidades monstruosas. Su fuerza y resistencia que de por sí ya son sólidas le hacen un roble duro de derribar.
Kumori se siente imparable en esta transformación, y en cierto modo resulta ser así, en especial cuando logra que la Rampancia surta efecto a la par. Con esta combinación, su poder aumenta de golpe, y no solo eso, también su sentimiento de destrucción arrasador que va tras todo lo que le estorbe el paso. Cuando este estado se encuentra activo se vuelve un contendiente feroz.
Sus técnicas se basan es hacer tanto daño posible a sus contrincantes e incluso busca matarlos en el acto, la monstruosidad de las mismas son ampliamente certeras si se realizan correctamente.
Agilidad | Velocidad | Resistencia | Inteligencia | Energía | Fuerza |
70%
|
80%
|
95%
|
65%
|
100%
|
100%
|
「Poder」
- Pasado

En su pasado no fue adiestrado por alguien en la lucha, valiéndose por sí solo para aprender a contender con otros. A duras penas sabía manejar su ki para volar o, aun peor, para lanzar ondas de ki más débiles de lo normal, no sabiendo beneficiarse de las posibilidades que esto traería para sí mismo. Por lo que utilizaría las habilidades básicas de un guerrero de su clase.
De alguna forma compensaba esta debilidad con pura fuerza bruta y su resistencia, que en este tiempo era admirable y envidiable. Concluyendo que a pesar de ser todo un novato, la mayor parte de su tiempo se mantenía en buen estado físico y en constante movimiento.
Agilidad | Velocidad | Resistencia | Inteligencia | Energía | Fuerza |
30%
|
40%
|
70%
|
40%
|
65%
|
80%
|
- Actualmente

En la actualidad, ese Beetroot o Kumori inexperto aprendió a manejar su energía conforme recibía misiones de asesinato. Intentaba aprender de sí mismo tanto como de sus contrincantes y acoplarse a la batalla, desarrollando más soltura en el uso de sus distintos atributos como saiyan. Incluso llegando a manipular y contener más reservas de ki por encima de lo común.
Al ser la fuerza y resistencia sus puntos fuertes estas han llegado a sobrepasar las expectativas, solo que dejando un poco de lado la agilidad, la velocidad y demás, manteniendo solo un estado óptimo para estas cualidades. Cada día de su vida busca perfeccionar su poder y su forma de luchar para alcanzar lo que quiere, así como también no quedarse estancado, creyendo que ya fue suficiente.
Agilidad | Velocidad | Resistencia | Inteligencia | Energía | Fuerza |
60%
|
65%
|
85%
|
70%
|
85%
|
90%
|
Niveles de Pelea
「Curiosidades」
- Para las primeras construcciones del articulo de Kumori se uso como referencia a: Cumber y a Broly, dos representaciones de saiyanos con poderes inusuales y ese estilo característico de berseker.
- Su técnica Vendetta comparte nombre con un movimiento de tipo siniestro de la cuarta generación perteneciente principalmente a los vídeojuegos de pokemon.
- Glitch funciona parecido a una de las habilidades de Obito con su sharingan. Y similar al Don de Mirio Togata, pertenecientes al manga de Naruto y Boku no Hero, respectivamente.
「Combates」
Oponente (s) | Acompañante (s) | Resultado | Descripción |
---|---|---|---|
Neratianos | Ezra | Victoria | Este encuentro con los Neratianos sirvió para que ciertamente Ezra y Kumori pudieran unir fuerzas. |
Matón Regordete | [-] | Victoria | Luchar contra este fue el comienzo de una sociedad, que sirvió para que Ezra tomara a Kumori como su "socio" e indirectamente guardaespaldas. |
Guardias | [-] | Victoria | Fueron los primeros objetivos indirectos del sicario frente a uno de sus tantos trabajos que fue acumulando, pudo derrotarlos con facilidad pero no pudo completar el trabajo que tenia previsto. |
Banda de Cazarrecompensas | [-] | Derrota | Su primer derrota fue a manos de una banda de cazarrecompensas contactados por su ex-compañera, Ezra, al este fallar en el trato que tenían como aliados. Quedó seriamente herido debido a un artefacto que estalló, matando a Ezra en el proceso y haciendo que concentrara su furia, despertando su transformación. |
Saiyajin Desconocido | [-] | Victoria | En busca de saiyanos con los cuales relacionarse para conocer más acerca de su raza, Kumori entabló conversación con un guerrero saiyajin desconocido con el cual se vio envuelto en una batalla. |
Sicario | [-] | Victoria | Kumori durante su viaje tuvo que enfrentar a este individuo para recibir el trabajo de asesinato a un importante personaje adinerado, matando al sicario en el acto. |
Patrulla Galáctica | Organización de Sicarios de Kumori | Derrota | Una ardua batalla librada entre la patrulla galáctica y la banda de sicarios de Kumori, causando gran parte de muertes y arrestos dentro de la organización del saiyan y su posterior derrota, así como perdida de su brazo frente a un patrullero de Super Elite. Acabando en la cárcel más cercana para su pronta recuperación, siendo incorporado a la cárcel principal de la patrulla galáctica eventualmente. |
「Soundtrack」
「Galería」
General
Otros
Linearts
Fanarts
Miscelaneos
「Participación en Eventos」
Imagen | Oponente | Jornada | Resultado | Rendimiento |
![]() |
Riesig (DBF) | Primera | Victoria | 88,8% |
![]() |
Zalitai (DBF) | Segunda | Victoria | |
![]() |
Ibil (DD) | Tercera | Victoria | |
![]() |
Aster (WW) | Quinta | Victoria | |
![]() |
Vetrom (SR) | Sexta | Victoria | |
![]() |
Gints (WW) | Séptima | Victoria | |
![]() |
Maasda | Octava | Victoria | |
![]() |
Crim (WW) | Novena | Victoria | |
![]() |
Shinfinite | Final | Derrota (Segundo Lugar) |
Imagen | Oponente | Jornada | Resultado | Rendimiento |
![]() |
Umbra | Primera | Victoria | 75% |
![]() |
Vetrom (SR) | Segunda | Victoria | |
![]() |
Chell (WW) | Tercera | Victoria | |
![]() |
Kurima (DBF) | Cuarta | Derrota | |
![]() |
Normand | Quinta | Victoria | |
![]() |
Tagoku (CW) | Sexta | Victoria | |
![]() |
Zalitai (DBF) | Séptima | Victoria | |
![]() |
Crim (WW) | Final | Derrota (Segundo Lugar) |
![]() |
Oponentes | Rondas | Resultados | Rendimiento |
Sous | Primera 1 vs. 1 |
Victoria | 75% | |
Cidboo (WW) Grandius (CW) Rhodex (DBF) Kimmy (WW) |
Quinta Tipo Podio |
Victoria | ||
Rice (WW) LZR (CW) Ánima (DB:S) |
Undécima Tipo Podio |
Victoria | ||
Blade (WW) | Semifinal 1 vs. 1 |
Derrota |
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Oponente | Ronda | Resultado | Rendimiento |
Aerith | Quinta 1 vs. 1 |
Derrota | 0% |
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Oponentes | Ronda | Resultado | Rendimiento |
Umbra & Shinfinite | Quinta 2 vs. 2 Con Dysnomia |
Derrota | 0% |
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Oponente | Ronda | Resultado | Rendimiento |
Crim (WW) | Segunda Batalla Universal |
Derrota | 0% |
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Oponentes | Resultado | Rendimiento |
A.R.E.S. (WW) Bara (DBF) Arctic Lorraine (Halley) Azeirf (DBF) Draigond Nix Umbra Shuma (DBF) Hakury |
Derrota | 0% |
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Oponentes | Resultado | Rendimiento |
Umbra Riesig (DBF) Ma-Bá (CW) Shuma (DBF) Amón (DB:S) Daiju Yonedge (WW) Misht |
Derrota (Segundo Lugar) |
50% |
「Agradecimientos」
- Gracias a Nem, a Cif, a Gond, a Leah, a Rhodex y por supuesto a Saail, que fue el primer dibujante de este personaje. Por hacer imágenes de Kumori e impartir esa habilidad del dibujo que tienen hacia otros que no se les da muy bien o que no pueden plasmar como ustedes lo hacen.
- Gracias a Maka y Gond por ayudarme con técnicas y varios aspectos de las habilidades a mejorar.
- Y la verdad muchas gracias por las recomendaciones que alguna persona en cierta ocasión me pudo dar, las ideas o la confianza que depositaron en este personaje.
「Referencias」
- ↑ Segundo lugar de los Golden Freezer Awards 2021.
- ↑ Subcampeón de la 4º Promotion League One.
- ↑ Subcampeón de la 2º Metro League.
- ↑ Hogar de los Neratianos. Cuerpos antropomorfos rojos, llenos de desesperación y sed de vida. Algo bélicos y territoriales
- ↑ Rapiña Volcánica, Ballena Cálida y Perro Carbonero
- ↑ Ocupantes del Planeta
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