Descripción[]
Gishiri es un gran planeta artificial donde existen numerosas culturas definidas por su gran cantidad de especies, que han convivido desde hace cientos de años tras haber sido dadas a luz. Dicho mundo se ubica en la galaxia oeste del Universo 6, siendo Kabocha su planeta más cercano, pero se caracteriza por no tener contacto con el resto del universo debido a varias circunstancias que lo han llevado a ser prácticamente un entorno aislado, como si de una jaula monumental se tratara.
Características[]
La palabra "Inusual" se queda algo corta cuando se describe a mayor detalle la existencia de tan extraño planeta a la deriva. No es que por dentro sea demasiado diferente, o no a primera vista, pero existen pequeños detalles que pueden llevar a los viajeros que se enteren de estas tierras a sentir una inmensa curiosidad, pues, en primer lugar, incluso si lo buscaran sería una tarea imposible para muchos el avistarlo o tener una interacción con alguno de los nativos.
¿Y a qué se debe?, ¿Por qué si hay civilizaciones capaces de recorrer el vasto universo no son capaces de hallar una localización en particular si se lo proponen? La respuesta a esa incógnita puede ser tan rara como la misma pregunta, y es a causa de la protección que tiene desde que las primeras plantas comenzaron a florecer, una barrera que lo inhibe e impide adentrarse si no se te reconoce como alguien que pertenece a allí, provocando que de acercarte, seas enviado al extremo contrario de la barrera sin que te des cuenta, dificultando mucho saber que siquiera hay algo allí si solo estás viajando a través de la zona por casualidad, al menos que quienes lo hagan estén atentos a los cambios diminutos en la vista dentro del espacio.
Por otro lado, tenemos un caso totalmente opuesto, en el que se la ha imposibilitado a los nativos salir por mucho que quieran, enviándolos de regreso apenas hacen el intento de cruzar ese umbral, por lo cual es un camino sin salida al menos que se consiga un método que les de permiso para salir temporalmente ese gran muro que evita el intercambio entre Gishiri y el exterior, o que se abra por la fuerza, si es que los externos quieren arriesgarse a ser descubiertos con facilidad.
Poniendo a un lado la protección "natural" que rodeándolo, en el interior se pueden conseguir condiciones ambientales muy variadas en lugares cercanos, así como una distribución de la tierra un tanto desconcertante. Lo que sí es una constante, son los fuertes vientos que golpean las regiones altas del mundo, y una fuerte gravedad que provoca un patrón de evolución donde las nuevas especies sean más pequeñas, así una baja de tamaño a lo largo de los siglos en algunas de las originales, que debido a cuan adaptadas se encuentran, han logrado sobrellevar las condiciones cambiantes dependiendo de la zona.
Habitantes[]
Como ya se ha mencionado, existe mucha vida avanzada distinta poblando el planeta, cada una con sus costumbres, apariencias y visiones del mundo que los rodeas, sin embargo existen un grupo de especies que se han alzado por encima de las demás debido a sus números, fuerza, poder político, o ventajas desde su nacimiento, pudiendo hacerse con una mayor cantidad de territorio que el resto, y en algunos casos, resguardándolos como ciudadanos relativamente separados del resto, pero al fin y al cabo, viviendo en sus tierras.
Las más prominentes serían los Arahi, quienes se establecieron muy antiguamente y ganaron un asombroso poder sobre los demás debido a que son quienes controlan tanto la religión como la mayor parte de avances tecnológicos en el planeta utilizando la inteligencia innata que poseen, que los convierte en una sociedad de inventores.
Luego, tenemos a los Krammells, los pacíficos habitantes que tuvieron el honor de haberse extendido primero por Gishiri, y una raza tradicionalista que prefiere mantenerse alejada de sus vecinos para enfocarse en su propia sociedad, que conserva el área habitable más grande entre todas gracias a que se les fue concedida desde que existen.
Los Sardea; guerreros por naturaleza que se han expandido en base a conquistar y suprimir a quienes se oponen al imperio que han formado desde su tardía aparición en el mundo, puesto que ellos son una evolución de otra especie que actualmente se ha visto muy reducida en su estado primordial.
Siguiendo, tenemos a la raza Mantón, un grupo de personas con costumbres apegadas a la meditación y la armonía del arma para conseguir poder físico. Estos tiene una sociedad tribal con parecidos a la forma de vida de un monje, por lo cual gozan de la mayor longevidad en su continente.
Los Kraruks, quienes tal vez sean los más recluidos de todos en su continente, pues permanecen en las montañas cercanas al territorio mantón sin bajar a tener contacto con los otros, puesto que han sido condenados a permanecer allá, o de lo contrario sufrirán consecuencias demasiado mortales, por lo cual toda persona que quiera tener contacto deberá ir con ellos directamente.
Y por último, están los Gyadas, cuyo nombre es más una malinterpretración de la palabra "Ghiyada" por parte del resto, pues al vivir en un continente aparte apenas existen registros de interacciones entre estos seres y el resto, más allá del trágico suceso donde ellos se unieron a un grupo de gobernantes para crear una entidad que protegiera el planeta, sin embargo se desconoce por qué decidieron incluirse pese a su poco interés en aventurarse fuera de sus tierras, y la renuencia a aceptar invitados.
Más allá de esas seis razas, existen varias otras como los Gunkan, que son la versión original de los Sardea que no evolucionó, y a su vez, los únicos que viven cerca de los enigmáticos Ghiyadas. Los Kruisans, que no son otra cosa que híbridos de Krammells y Arahi que han evolucionado ligeramente con el tiempo, volviéndose más grandes con el tiempo mientras viven en su muy pequeño país protegido por ambos gobiernos, que mantienen una muy buena relación. También hay otras especies únicas y derivaciones que o tienen números muy bajos desde siempre, viven en territorios de otros gobiernos, o han sido conquistados por los Sardea y anexados al imperio, como es el caso de los Sketis, otra tribu de mucha antigüedad que es conocido por sus artes curativas, llegando en algunos casos a ser capaces de revivir a los cadáveres que no recibieron mucho daño.
Geografía y territorios[]
Al tratarse de un ambiente artificial, puede resultar algo confusa su estructura y la división de los territorios, pues el planeta tiene tan solo 2 continentes: un mega-continente que abarca a la mayoría de especies, y otro de menor tamaño que resguarda solo a dos razas inteligentes, sin contar una isla separada del resto de extensiones de tierras, así como isletas repartidas alrededor del vacío océano. Hablando específicamente del primero, lo primero que se debe resaltar es que el continente tiene una forma semi-circular, con una larga cordillera redondeándolo en casi todo el borde, exceptuando el extremo horizontal y alargado del Norte, que es una de las regiones más bajas y planas que existen en Gishiri, llena de húmedos bosques llenos de vida que se extienden desde las costas dominadas por los Arahi, hasta la zona conocida por ellos como Twisted Woods, que roza con el gran país céntrico de los Krammells, quienes viven en un entorno parecido a los anteriores, solo que las temperaturas que alcanzan sus terrenos con por mucho más frías, llegando en algunos casos a estar por debajo de los cero grados en ciertas épocas del año, congelando los numerosos ríos, lagos y aguas subterráneas que se extienden a través del continente.
Rozando al Este, se halla el imperio Sardea que ha absorbido muchos otros países pequeños desde su creación hasta convertirse en el gobierno con una extensión territorial más cercana a los Krammells, prácticamente rodeándolo desde el Noreste hasta el Sureste, razón que les da paso a distintos entornos como bosques, praderas y montañas, pero más importante conectando con una concentración de pequeños países del Sur que en su mayoría han hecho una alianza con ellos, así como un país mediano donde residen los Za'Mars; criaturas insectoides con una poderosa fuerza vital. Todo este territorio se caracteriza por ser sumamente rocoso y seco, pero rico en minerales o gemas extrañas.
En última instancia está la zona del Oeste, que está en su mayoría gobernada por dos grupos: los Kraruks que viven en el borde del continente, rodeados de pequeñas montañas con cuevas y grandes árboles donde ellos construyen sus hogares, aprovechando que el territorio se presta para refugiarse, así como cazar aprovechando la gran concentración de maleza y árboles con muchas ramas. Únicamente deben tener cuidado con las lluvias en la región cercana a donde vive la gente Mantón, quienes poseen una mayor presencia en esta dirección debido a su dominio de toda la parte Noroeste, donde se hallan los picos más altos del mundo y el sol abrasa la piel de los no acostumbrados en las temporadas más calurosos, principalmente cuando se está en los puntos más alejados del suelo, puesto que hay poca cobertura, y para moverse de un punto a otro es necesario saber acerca de los numerosos puentes naturales o artificiales que conectan las montañas cuya vegetación y terreno presentan varios colores cálidos. Montañas que al bajar te pueden llevar tanto a otro grupo de cuatro países que se ubican al Sur de ellos y al este de los Kraruks, con los Krammells yendo al Sureste, y con los Arahi al moverse al Este, pero encerrando entre los últimos dos una pequeña zona verde cercana a los Kruisans a la que llaman "El Paraíso", un entorno oculto donde parece que la vida ha evolucionado de una forma distinta, por lo cual es considerado sagrado para todos, y solo un grupo de Mantónes se dedican a cuidarla.
No obstante, todavía queda el otro continente al Oeste donde solo viven dos razas inteligentes: los Ghiyadas que rodean toda la gran extensión de tierra con sus distintas tribus limitadas al territorio caluroso de ambiente tropical con acceso a las playas poco profundas que se adornan por pequeñas isletas y palafitos construidos por sus mismos habitantes, quienes se limitan a eso; vivir en los bordes del continente pese a tener mucho lugar para propagarse gracias a sus creencias religiosas que les impiden acercarse al área con frondosos bosques cubriendo la sagrada montaña, protegida por los Sarabis, quienes no son otra cosa que los principales participantes de seguir una gran rebelión contra la deidad de Gishiri, siendo reducidos a unos pocos encargados de proteger el cristal donde está el alma de este último, mientras los pocos que no participaron evolucionaron en los Sardea.
Historia[]
Nadie sabe hace cuanto pasó. Sería incorrecto decir que fue hace mucho, o que aun no ha pasado, pues el concepto del tiempo no existía en ese universo gris donde solo había una entidad sin nombre. Un único ser con todo el poder pero sin nada con qué aplicarlo.
En aquella realidad perdida solo se podía contemplar la nada mientras el ser pensaba en cómo sería un mundo donde hayan más como él, un lugar donde se sienta acompañado.
Eventualmente, el vacío lo comenzó a consumir. Pero por más que estuviera angustiado, no sabía como interpretar sus propios sentimientos porque no sabía qué eran las emociones en si mismas, explorando así entre distintas posibilidades para no caer en la locura y desesperación más absolutas. Sin embargo, todos sus intentos de llenar el mundo eran inútiles; al cabo de un tiempo logró crear objetos tangibles y criaturas con las que interactuar, pero todas eran tan monótonas como el espacio; tan grises como él.
Sin vida.
Poco a poco empezó a sentir algo fácil de identificar: terror.
El terror, se convirtió en tristeza, melancolía, auto desprecio.
¿Por qué no podía crear algo bueno con sentimientos felices?
¿Era porque él no tenía emociones reales?
¿O era porque él no podía ser feliz?
Las dudas lo agobiaban a cada instante, y al final cedió. Decidió que si no podía crear a nadie vivo, debía fragmentarse o morir para acabar con todo.
Bajo ese pensamiento enterró ambas manos en su pecho, las presionó y sintió la agonía del dolor por primera vez mientras la realidad misma se desgarraba como su caja torácica que poco a poco se abría en dos partes, revelando una luz cegadora. Un destello que dio final al universo con él. Por primera vez, se sintió liberado
Continuará...