Este es el segundo capítulo de la serie Dystopian Tales cuyo título es "El oficio del asesinato".
Capítulo[]
PLANETA THOSERN, GALAXIA DEL SUR.
Vemos una gran revuelta fuera de un castillo, toda clase de seres mágicos, bestias y guerreros se encontraban reunidos a la espera de irrumpir al castillo, aunque algunos más hábiles ya lo habían logrado.
Dentro de una cueva cercana, entre la oscuridad un hombre se encuentra caminando en círculos con sus brazos detrás de su cuerpo. Evidentemente se encuentra muy nervioso.
???: Oh, rayos... No... Es todo mi culpa... ¿Mía?, esto no hubiese pasado de no ser por ti.
Nadie más estaba con él, por lo que se encontraba hablando consigo mismo.
???: Tengo miedo, si no se soluciona quedaré así por siempre... No debí hacerlo... ¡Tú quisiste!
El sujeto continúa caminando y quejándose, la poca luz no nos permite ver sus rasgos físicos.
Entre la multitud fuera del castillo, en un costado, vemos a un misterioso sujeto con una capucha que lo tapaba por completo, sigilosamente camina hacia la cueva.
Alguien se percata de esto, lo vigila de reojo. El encapuchado entra a la cueva y aquel que lo vio lo sigue sin levantar sospechas.
La persona dentro de la cueva nota la presencia del encapuchado y se asusta por miedo a que lo ataque.
???: ¡¿Quién está ahí?!... Oh, ya veo...
El encapuchado no dice una sola palabra, se queda quieto frente a él.
???: Te estaba esperando, "Hit el infalible".
Hit se quita su capucha y deja ver su particular y morado rostro.
Hit: Así que... Tú eres el famoso Taracer.
Taracer: Es un honor para nosotros encontrarnos ante semejante leyenda como lo es usted.
Hit entrecierra levemente sus ojos luego de notar que Taracer habló de sí mismo en plural.
Hit: Para serte sincero, no esperaba para nada a alguien de tu especie.
Taracer ríe tímidamente, da un paso adelante y deja ver su apariencia: piel verde opaca, escamosa como la de un reptil.
Taracer: Esta no es mi forma original, actualmente estoy ocupando la forma de la extinta raza Kanassa.
Taracer le muestra su mano a Hit, la cuál tiene un extraño anillo en su dedo índice.
Taracer: Está descompuesto.
Hit: Entonces, esto de aquí es el anillo mórfico. ¿Qué le pasó?
Taracer: Larga historia... En resumidas cuentas intenté prolongar el tiempo de metamorfosis del anillo...
Hit: Felicitaciones, lo lograste.
Taracer: ¡¿Pero a qué costo?!, ¡¿A quedarme en ésta maldita forma por quién sabe cuánto tiempo?!... Mi vida corre peligro, mi poder actual en esta forma no me permite protegerme de aquellos que quieren arrebatarme el anillo.
Hit: Para eso estoy aquí, te llevaré a un lugar seguro.
Taracer: Todos afuera quieren matarme, pero tú... Eres un verdadero asesino, un sicario despiadado... No te olvides que soy un Kanassan, si bien es imposible para mí ver concretamente el futuro, puedo separar dos posibles realidades.
Hit: ¿Cuáles?
Taracer: Una en la que me salvas... Y otra en la que te contratan para asesinarme y obtener el anillo.
Hit lo mira de reojo, no responde a las palabras del kanassan.
Taracer: Pues, supongo que es algo que me deparará el destin-.
Hit: Hay alguien aquí.
Hit interrumpe a Taracer, se da vuelta y ve a alguien espiando, el cual sale corriendo gritando que el anillo se encontraba allí.
Taracer: ¡¡Maldición, nos encontraron!!
Hit: Tenemos que irnos.
Hit se dirige fuera de la cueva, el kanassan se mantiene dubitativo unos segundos hasta que decide ir con él.
La aglomeración de personas se centra en la entrada a la cueva. Cuando Hit sale, algunos comienzan a nombrarlo con mucho temor.
Una bestia corre desesperada a atacar a Hit, el cual sin inmutarse utiliza su técnica "Mirada congelante" mediante un salto en el tiempo, perforando los puntos vitales de su rival, generando así su muerte instantánea.
Los guerreros se hacen para atrás, pues valoraban lo suficiente su vida como para batirse en un duelo ante el asesino legendario.
Hit los observa por unos segundos, mira a Taracer y camina hacia delante con sus manos en el bolsillo, Taracer lo sigue. Todos retroceden y los dejan pasar.
Taracer: Quizá no sea oportuno, pero... ¿Quién te contrató para rescatarme?
Hit aguarda unos momentos, luego habla.
Hit: La Patrulla Galáctica.
Taracer: Oh, conozco al líder, siempre quiso que me una a ellos.
Hit aguarda en silencio, como si no le importase.
Llegan a un lugar donde hay una pequeña nave.
Hit: Súbete.
Taracer: ¿Siquiera cabemos ambos ahí?
Hit y Taracer entran, se encuentran un poco apretados.
Encienden la nave y despegan rápidamente, en cuestión de segundos desaparecen de la atmósfera ante la mirada de los que buscaban el anillo.
ALGÚN LUGAR EN LA GALAXIA DEL OESTE.
Entre las resplandecientes estrellas cruza la nave de Hit a toda velocidad. Ya han pasado varios minutos desde que escaparon del planeta Thosern.
Taracer: Es un poco decepcionante saber que el asesino legendario se transporta en una nave diminuta.
Hit: No la necesito, puedo sobrevivir en el espacio sin ningún problema.
Taracer mira momentáneamente a Hit, luego fija su vista en el espacio.
Una brillante luz es percibida por los ojos de Taracer. A medida que pasan los segundos se hace más grande.
Taracer: ¿Qué es esa luz?... Un momento...
Hit: No mentí cuando dije que tu búsqueda tenía un gran valor.
Cientos de naves espaciales, algunas realmente grandes, acechaban a Taracer y Hit. Comienzan a disparar desesperadamente antes de que Hit pueda hacer su salto temporal.
Taracer: ¡Se acabó, destruirán la nave!
Hit se ve obligado a maniobrar y aterrizar en un planeta cercano, las naves lo siguen de cerca mientras continúan disparando. Hit y Taracer entran en la atmósfera del planeta, su nave comienza a arder en llamas y su panel de control explota.
Taracer: ¡¡El choque me destruirá, esta forma no es lo suficientemente resistente!!
Hit lo mira, mantenía su calma. Toma a Taracer de su brazo, con su otra mano rompe el cristal y salta de la nave junto al kanassan.
Aterrizan en un pueblo. Taracer mira al cielo y ve las naves acercándose a ellos, los pueblerinos corren despavoridos.
FIN DEL CAPÍTULO.