El evento de oro finalmente había salido a la luz, en donde se disputarían un total de tres encuentros para obtener un preciado título en cada uno de ellos. Esta vez sería el de "héroe", enviando a los candidatos a una plataforma circular de piedra flotante, la cual poseía detalles romboides marcados de manera simétrica; por debajo solo se encontraba la misma nada y más allá se podía apreciar el área de los espectadores. En el borde y separados a una misma distancia aparecerían un total de seis competidores.
Los presentadores realizarían un ademán con la mano, indicando el inicio de la reyerta; las reglas eran claras, cualquier acción estaba permitida sin embargo solo se llegaba a tomar en cuenta la descalificación cuando eran echados de la plataforma.
El humano apodado como Saiyan Madafaka es quien inicia al incitar al Vegeta de la realidad número veinte a que lo ataque, burlándose de la pérdida de su ojo derecho.
— Ven, tuerto. ¿O acaso el mal gusto por combinar la ropa te ha vuelto lento? — Diría el pelirrojo, totalmente seguro de sí mismo.
— Te arrepentirás, insecto. — Remataría el orgulloso saiyajin al transformarse en el estado auto-denominado como Super Vegeta.
Y hablando de personajes sin extremidades funcionales, el Kori Kaiser se volvería a topar con un viejo conocido, Sugoki.
— ¿Te parece bien si repetimos el resultado anterior? — Comentaría NZHN bastante confiado respecto a cómo terminó su anterior combate, implementando el Ice Rain.
— Creo que el resultado será diferente, después de todo, no cometo dos veces el mismo error. — Añadiría el tsufurujin quien lanzaría el Holobyl, esperando contrarrestar las habilidades de hielo.
Mientras esto sucedía, una confiada Androide 21 se acercaría con sumo sigilo al yadratiano, quien no entendía para nada su situación, solo recordaba cómo había sucumbido ante la metamorana y luego su mente se había puesto en blanco. Una onda de ki fue disparada contra él, haciéndolo entrar en acción y desviándola sin problemas. La arremetida de golpes que luego continuaron contra este le habían dejado un margen poco estrecho para poder pensar, reaccionando con una fuerte patada que gracias al peso de sus grilletes la enviaría fuera de la arena, desapareciendo en el vacío.
— Yo... lo lamento. — Consternado por su actuar, Klepsei quedaría pensativo solo unos segundos para luego encontrar consuelo en que fue en defensa propia.
El combate reñido se daría entre Vegeta y Saiyan Madafaka, quienes se encontrarían bastante igualados físicamente, el primero actuaría empleando una Espada de Ki con la intención de darle fin a su rival y continuar con el siguiente; curiosamente, el humano logró detener el ataque con una mano, y al posicionarse justo delante lo enviaría afuera de una patada. El príncipe asustado por el resultado emplearía el Shunkanido, reapareciendo justo detrás y devolviéndole el golpe, esta vez asegurado puesto que el pelirrojo no encontraría forma de salvarse. La escena fue aprovechada por el yadratiano, quien adquiriría la técnica de su propia raza gracias a la Cleptomancia.
Por otro lado, Sugoki había activado la habilidad de Bamber conocida como Survival Turn y atacaría sin piedad al humano, el cual emplearía el Ice Race para moverse con rapidez sobre la superficie congelada y defendiéndose al mismo tiempo con un Ice Shield de cada golpe que lo alcanzaba.
— Niño, te marearás y vomitarás ahí dentro, deja de hacer el ridículo. — Mencionaba NZHN, sonriente por el resultado que estaba por darse a su favor.
— Veamos qué sucede primero... — Sin poder terminar la frase, la coraza del metalman recibe un disparo directo del Final Flash que lo empuja, derrumbándolo pero sin abolladuras visibles.
Vegeta estaba algo exhausto por realizar la técnica, sin embargo era bastante claro que podría aprovecharse de la desventaja de su objetivo. Activando el Kaio Ken se posicionaría por encima del robot con el claro fin de destrozarlo desde el cielo con un Galick Ho. El Kori Kaiser no lo permitiría y empleando nuevamente el Ice Rain dispararía dos púas que se clavarían en cada pierna del saiyajin.
— Oye, no recuerdo haberte pedido tu ayuda, así que no te metas en mi combate contra el intelectual. — Aclararía el atacante, bastante molesto.
— Agh... ¿Cómo te atreves, sabandija? — Adolorido y sangrante, la técnica que estaba preparando se había esfumado.
Lo siguiente que el residente de la vigésima realidad vio fue un disparo bien calculado de la Saliva de Ácido, quemando parcialmente su rostro y causando una caída fuera de la plataforma gracias a la presión del empuje.
— No te pedí que me salvaras. — Aclararía Sugoki al estabilizar a su acorazado amigo.
— Podemos continuar más tranquilos... ¿Eh...? — Voltearía al notar cómo la mano del yadratiano había vuelto a brillar.
Este los observa, en silencio, como si esperara a que se mataran entre ellos para rematar al vencedor entre ambos. La sola mirada incomodaba a ambos, no soltaba palabra y no lo notarían si no fuera porque cada tanto emitía una tenue luz purpura. Aprovechando la distancia, el Ice Cementery se activaría y la armadura empezaba a congelarse, por suerte el Holobyl se había vuelto a ejecutar y el elemento se derretía al poco tiempo. El yadratiano por su parte solo se había teletransportado a un lugar más apartado del ring.
Lo siguiente fue clave, puesto que una ráfaga de ki cargada proveniente del tsufurujin se dispararía contra el humano aunque acabaría detenida por un nuevo Ice Shield. Orgulloso de haberlo logrado, no prevería que un nuevo hielo recubriría sus pies, comenzando su sufrimiento con dolorosas quemaduras.
— ¡Qué hielos...! — Gritaría de dolor, confundido.
La Reactivación Criogénica originada gracias a las tres técnicas robadas avasallaría también a Sugoki, quien a pesar de seguir enviando más gas con altas temperaturas no podía contrarrestar el ácido que iba fundiendo lentamente el metal que lo protegía, específicamente el de sus piernas. No podía creer que iba a morir de esa forma, hasta que la teletransportación volvería a ocurrir y de una potente patada echaría rodando y fuera del ring a su duro rival. Lo mismo sucedería con el heroico humano, que saldría despedido por un puñetazo en su rostro, y aún con hielo verdoso en su cuerpo.
¡El ganador de esta edición 2019 a Mejor Héroe es nada más ni nada menos que Klepsei! — Gritaría el anunciador, disparando fuegos artificiales y mostrando su rostro en la gran pantalla, para que todos los espectadores pudieran apreciar su fealdad.