Esta es una producción de Saail Gox y Zakura15.
— No parece haber gente. Estaré de suerte.
— Vaya, dinero. Digo, un cliente. Al fin.
— ¿Qué te trae por aquí, forastero?
— Pues desperté en medio de la nada, quizás alguien me jugó una broma, o es que el universo está teniendo esos raros colapsos de realidad que no entiendo...
— Además que tengo sed. Y me encontré contigo, enana.
— Wow, ya agarramos confianza, eh. Nada de formalidades, así me gusta. Directo al grano.
— Tengo mi carisma. Y la verdad no tengo idea que sirven por aquí ¿Algo comestible?
— Hmm no sé si viste el letrero, ese gigante que hay en la entrada, el que dice "Cantina". Pero bueno, si no sabes leer yo no juzgo.
— Hey, sí sé leer... No toco libros, pero no por no saber leerlos.
— Además que esperaba que tan simpática servidora pudiera recomendarme algo que no sea un potencial veneno para mí.
— No hay veneno ¿No?
— Bueno, todo lo que hay aquí es veneno en cierto modo...
— ...
— No debí decir eso.
— Creo que buscaré la salida...
— ¡No, no, no! Detente.
— Mira, en consideración te serviré un vaso gratis. Pide lo que quieras.
— Mi día de suerte.
— ¿Tienes leche?
— Pf... *Aguanta la risa*
— JAJAJAJA, oye pero no dijiste que eras comediante, JAJA...
— *Golpea la mesa* JAJAJAJA...
— ¿Ya terminaste?
— Ya en serio, nunca pidas eso en un bar. Serás blanco fácil.
— *Avergonzado* Ya qué, sabelotodo. ¿Qué recomiendas?
— Para tu suerte, estás frente a una profesional. Soy catadora de tragos licenciada, con un posgrado en vinos añejos.
— Sólo dame tus datos básicos y pensaré la bebida perfecta para ti.
— Nada que sea muy picante o pueda provocar un accidente aquí, es algo que prefiero evitar.
— También nada ácido, o no quieres que te empiece a contar que sucede.
— Con algo amargo puedo estar bien.
— Muy interesante, amigo. Pero no te pedí la historia de tu vida. Solo dime raza.
— Ah, pues... *Incómodo*
— Que esto quede entre nosotros. Saiyajin.
— Ah... *Sorprendida*
— ¿Te comió la lengua el gato?
— (¿De verdad es un saiyajin? Bueno, ahora que lo veo bien... piel bronceada, pelo oscuro, mal carácter... sep, debe ser un saiyajin).
— (Eso significa que... puedo probar mi teoría).
— Okey, espera unos minutos, te serviré algo.
— Claro.
— Bueno, espero no tarde... *Juega con las manos*
— Listo, una recarga de energía asegurada para el caballero.
— (Ahora podré saber si los saiyajin en verdad son tan débiles al alcohol. Esto será divertido).
— (¿Por qué me mira tan raro? ¿Tengo algo en la cara, o...?)
— *Toma el vaso y lo huele* (no parece tener nada raro). *Bebe un trago*
— Puaj...
— ...
— ...Maldito duende--
— Me vas a tener que pagar el uniforme, eh.
— ...
— Ya, ya. No te enfades, chico leche.
— Mira, te doy un té de tilo así te relajas un poquito. ¿Qué te parece?
— S-Sí estaría mejor.
— ¿Así tratas a los clientes?
— ¿Por qué crees que tengo un cartel de "No golpear al cantinero" detrás mío?
— Creí que era por tu "gran" sentido del humor.
— No es más grande que tu tolerancia al alcohol, monito.
— Al menos yo no llevo ropa manchada con la porquería del "monito".
— Bueno... Aquí te debo la paga por el té. La próxima si bailas como los duendes pagaré el doble.
— No sé qué es un duende, pero bueno.
— Ah, una carta... Esto debe ser privado.
Extra: El Oscuro Mundo Detrás de los Torneos de Personaje[]
— Oye, oye. Quiero hablar con mi abogado...
— ¿Qué pasa ahora?
— Es que... es que nadie me preguntó si yo quería participar en esto.
— Y yo no quería.
— Me quiero ir a dormir.
— Noah, tienes que ganar.
— Es tu última oportunidad. Sino te vas al pozo.
— Apostamos mucho a tu favor.
— No es justo...
— ¿Por no llevar a alguien que sí quisiera ir? Como Lotte o la mujer con un solo lente de contacto.
— Tienes que aprender a cargar con tu responsabilidad.
— Pero no fui creada para esto...
— Fui creada para que cuando alguien tenga un mal día, se sienta mejor al ver una persona más estúpida haciendo el ridículo.
— Pues ahora tienes que ganar. Al menos si no quieres ir con las arañas.
— *Sonidos de agonía*
— ¿Sabes qué? Voy a hacer lo que quiera.
— Sí debimos llevar a la saiyajin...